2. Retraso

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Su cabello no importaba lo que hiciera con el, seguía siendo un completo desastre, el viajar en motocicleta lo empeoraba, así que había decidido que sola se iba a peinar cada que se bañaba, después de eso no mas hasta el próximo baño, de rodas formas nunca se nota si esta peinado o no, su cabello es y siempre será un desastre. Pero no hay tiempo para preocuparse de como lucía su cabello, ya estaba llegando tarde al trabajo. Se despidió del viejo Charles acostado en la alfombra, pero ese viejo perro ya no oía nada y se le debía hablar a loa gritos para que escuche lo que uno le dice. Cerrando la puerta con llave se dirigió hasta su motocicleta y fue a su ligar de trabajo, una pizzería perteneciente a sus tíos paternos, Lorenzo Corti y María D'angelo, la pizzería llevaba el apellido de su tía puesto a que ella fue la de la idea de abrirla-Dove eri? (¿Donde estabas?)-pregunta la mujer una vez qje lo ve cruzar la puerta-Eso no importa, tan solo tienes diez minutos para entregar esta pizza, ¿Crees que puedas?

- ¿Dudas de mis capacidades? -inquiere sonriente tomando las cajas antes de salir en la dirección que me había indicado Cindy, ella era la que atendía las llamadas de los clientes-Vuelvo en un santiamén.

Conducía como loco por las calles y evitaba a toda costa los patrulleros, asi era como llegaba con tres minutos de sobre a entregar la pizza, provocando el odio en el comensal, mientras sea su turno nadie se llevaría una pizza gratis. A la distancia, sin ser consciente era observado por Stu, quien se cuestionaba si en verdad era o no el mismo chico de la noche anterior. Si sus ojos no le mienten, era él, y no podía negar que a la luz del sol aquel chico se veía fabuloso (como dicen los gays). Billy a su costado lo golpea y lo regresa a la realidad, debían comprar algunas películas para crear su coartada para esa noche, y distraerse con ese muchacho al que no le sabia ni el nombre no ayudaba para nada.

Ahora debía concentrarse si elegir The stuff o The creeping flesh, ambas eran buenas películas, aunque la primera no tanto. Hoy era su turno de escoger película y se había quedado indeciso entre esas dos, eran esas o ver poe segunda vez esta semana el ramake de Night of the living dead, porque alguien nuevamente se había llevado la original, otra vez. Se decidió por la de The stuff, aunque ya la habían visto varias veces, no está mal verla una vez más. ¿Al chico lindo le gustarán las películas de terror? Detuvo su paso abrupto, cuando esa pregunta paso por su cabeza, ¿En que momento comenzo a pensar en él como el "chico lindo"? Eso ya era raro e insano a decir verdad. Siguió caminando, siendo centro de la mirada interrogativa de Billy, pero la ignoro, debía de concentrarse en el plan de esta noche, por que esa misma noche llevarían a cabo el homicidio de la señora Prescott.

[...]

Se escabullen dentro de la casa una vez que ven como el amante de esa mujer se largo al fin, aprovecharon la ausencia del hombre de la casa para dar inicio a todo ese plan suyo, debían tener a mas de un sospechoso en la lista de la policía si querían salir librados de esta. Stu vigilaba y distrajo en un inicio a la mujer en lo que su compañero se acercaba por detras, ella no tuvo siquiera tiempo para gritar cuando lo vio, al ser su garganta cortada por Billy, quien no tuvo piedad y dejo caer el cuerpo de la mujer manchando el suelo y a ellos de paso con la sangre que no paraba de brotar de su cuerpo, le recordo a un pequeño arrolló la forma en la que ese liquido carmesí salía din deteners.... Oh, mejor olviden lo que dije, ya se estaba deteniendo el sangrado.

Aún podía creer lo que sucedía.

En un inicio siempre creyo que loq ue le dijo Billy estando en ese estado de ebriedad eran puros delirios de borracho, pero al día siguiente, cuando vuelve a sacar el tema a flote, supo bien que no era ningún juego y que esto iba a suceder de todas formas. Pudo detenerlo y tal vez, solo tal vez, esti jamás hubiera sucedido, pero no lo hizo. Prefirió seguir cin todo esto, y ahora la madre de Sidney estaba muerta frente a sus pies y él en vez de hacer algo para ayudarla, fue cómplice de su asesinato. Era despreciable y debería sentirse desdichado, se supone que siempre cuando comentes un error el arrepentimiento te estruja el pecho y no puedes estar tranquilo hasta que confieses de una buena vez tus pecados. En vez de eso... Por Dios. Este sentimiento qur en su pecho predominaba no tenía un igual, era una satisfacción unica e increíble, que le fascinaba sentir. De saber que se sentía tan bien lo hubiera hecho antes, como tener sexo, duro y desenfrenado, hasta quedar seco.

Pizza delivery ᴳʰᵒˢᵗᶠᵃᶜᵉ/ˢᵗᵘ ᴹᵃᶜʰᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora