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Las ballenas poco a poco se alejaron sumergiéndose en lo profundo del mar a lo que Kuxtal las siguió inmediatamente dejando solos al rey y la reina

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Las ballenas poco a poco se alejaron sumergiéndose en lo profundo del mar a lo que Kuxtal las siguió inmediatamente dejando solos al rey y la reina. Shuri desactivo su traje mientras observaba atentamente a las ballenas alejarse. Estaba maravillada con aquellos seres tan majestuosos.

— ¿Te gustó? — preguntó el rey a lo que Shuri asintió sonriente — ¿Sabes? Creí que Kuxtal no se acercaría, pues teme a humanos.

— Fue valiente entonces — dijo la reina a lo que él rey asintió — Al menos la ballena no se puso nerviosa conmigo — se burló a lo que Namor rió.

— No volveré a decirte como me siento — bromeó Namor a lo que Shuri lo observo incrédula.

— Lo dudo — dijo la reina a lo que Namor fingió ofenderse — Usted es demasiado expresivo, Kukulkán — habló mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Namor quien aclaró la garganta.

— Lo haces al propósito — Shuri asintió con diversión — ¿Vamos a hacer esto entonces? — preguntó con picardia mientras tomaba a Shuri del mentón a lo que está trago saliva y observó atentamente al rey.

Namor sonrió y le dio un pequeño beso en la mejilla a Shuri a lo que dicha hizo un puchero provocando que el rey riera por lo bajo y le diera espacio a la reina.
El silencio reinó a partir de aquel momento y fue entonces cuando el rey decidió romperlo.

— ¿No me odias? — preguntó el rey.

— No — respondió la reina — ¿Qué hay de ti? — Namor negó.

— No puedo ni podría odiarte — aclaró el rey a lo que Shuri asintió comprensiva — En verdad lamento todo lo que te hice — se disculpó mientras observaba fijamente el agua.

— Te di mi perdón, Namor — dijo la reina.

— ¿Podrías ser sincera? — preguntó a lo que la reina lo observo desentendida — ¿Crees que esto está mal?.

— ¿A que te refieres? — preguntó la reina.

— A nosotros — respondió a lo que la reina soltó un suspiro — ¿Crees que está mal? — volvió a preguntar.

— No puedo elegir a quien amar y aquello no es mi culpa, es más bien algo que no puedo controlar — habló la reina — Me he sentido excesivamente culpable, Namor. Siento que he traicionado a todos por dejarme llevar por todo esto que siento y tal vez te sientas igual que yo — Namor asintió — ¿Deberíamos parar entonces? — preguntó.

— No — dijo el rey.

— ¿Entonces? — preguntó Shuri.

— Podríamos intentar y esperar lo que sea que vaya a suceder — dijo el rey.

— Esa es una buena opción, sin embargo tengo mis dudas sobre como lo tomarán nuestros pueblos — dijo la reina.

— En todo caso tendrán que aceptarlo, sino pues podríamos — Shuri le dio un leve golpe el la nuca a lo que Namor rió — Podríamos ser dos tiranos — bromeó a lo que la reina negó mientras reía por lo bajo.

— Tú estas loco — Namor se encogió de hombros con una leve sonrisa en sus labios — ¿Vamos a intentarlo entonces? — preguntó la reina a lo que él rey la miro con picardia.

— ¿Me darás órdenes si digo que si? — la reina asintió — Autoridad. Eso es bueno siempre y cuando sea con tus subditos no conmigo — Shuri rió.

— ¿El gran Kukulkán odia que le digan que hacer? — se mofó la reina.

— Prefiero ser quien de las órdenes y verificar que se cumplan — respondió el rey mientras se acercaba a la reina y rodeaba su cintura con sus brazos atrayendo su cuerpo hacia él.

— ¿Así? — preguntó coqueta mientras miraba al rey a los ojos — Pues tal vez y comience a ser de tu agrado — el rey sonrió para luego desviar su mirada a los labios de la reina — No muerdo, majestad, tal vez y si usted lo desea si — habló la reina mientras tomaba a Namor de la barbilla y se acercaba a sus labios — Ndiyazi uyafuna — susurró a un par de milímetros de los labios del rey quien comenzó a respirar con pesadez por aquella tensión entre ambos.

La reina sonrió para luego unir sus labios con los del rey quien inmediatamente devoró sus labios desesperado. No, definitivamente no era un beso dulce o delicado, más bien era apasionado e intenso.
El rey introdujo su lengua en la boca de la reina robandole un pequeño gemido. Dicho sonido deleitó a sus oídos y si algo sabía es que no iba a parar hasta volver a escucharlo. Continuo besando a la reina hasta que desvío sus manos a los muslos de dicha acariciando y apretando ambos a lo que ella soltó un suspiro encantada con aquella acción.
Se separó de los labios hinchados de la reina y se desvío a su oído.

— ¿Deseas seguir? — preguntó el rey a lo que la reina asintió — ¿Segura?.

— Carajo, Namor — maldijo la reina por lo bajo con la respiración agitada a lo que él rey rió.

— ¿Eso es un no? — preguntó burlón ganándose un leve golpe en el hombro.

— Te odio — dijo la reina a lo que Namor la observo con una sonrisa burlona.

— Ese sonido no me pareció relacionado con el odio — la reina se sonrojó y desvío la mirada con nervios — ¿Quien está nerviosa ahora? — Shuri le mostró el dedo del medio — ¿También se aplica para esta situación? — preguntó con curiosidad a lo que la reina rió.

— Es mejor que solo lo hagas conmigo — habló la reina mientras sonreía divertida.

— Entendido — dijo el rey mientras asentía — Oh, casi lo olvido — habló el rey mientras se quitaba uno de los muchos collares que poseía.

Aquel collar estaba hecho de perlas con pequeñas piedras de jade entre dichas. Aquellas perlas eran las más pequeñas de todas sus joyas. Era un collar hermoso y delicado.
El rey le ofreció aquel collar a la reina quien dudaba el recibir tal obsequio.

— Es hermoso, pero no debería — habló la reina.

— Fue hecho para usted, alteza. Un obsequio por su coronación y a la vez una ofrenda de paz entre nuestros corazones — dijo el rey con una sonrisa — ¿Puedo? — habló mientras observaba el cuello de la reina a lo que dicha asintió.

El rey se coloco por detras de Shuri y rodeo su cuello con aquel collar para luego atarlo. Se acercó al oído de la reina, quien de por sí se encontraba totalmente ruborizada.

— Jach ki'ichpam, reina — habló Namor para luego depositar un beso en la mejilla de Shuri — Teene' u u ma' kun, chéen ba'ale' in puksi'ik'al a yaakunsmaj, Shuri— dijo mientras abrazaba a la reina por detrás apoyando su cabeza en el hombro de dicha.

— Le intia'al xan, Namor— soltó la reina a lo que él rey se sorprendió.

Aquellas palabras provocaron un gran alboroto en el corazón del rey quien sonreía embobado mientras abrazaba a la reina. Dicha por otra parte se encontraba más que nerviosa y temblorosa por aquella cercanía.
Aún les sorprendía a ambos el como aquella relación de odio se había desviado por completo a algo más romántico, sin embargo dicho era de más de su agrado.

Traducciones

Ndiyazi uyafuna= Sé que quieres (Africano xhosa)

Jach ki'ichpam, reina= Es hermosa, reina (maya)

Teene' u u ma' kun, chéen ba'ale' in puksi'ik'al a yaakunsmaj= Yo se que no debería, pero mi corazón te ama, Shuri (maya)

Le intia'al xan, Namor= El mío también, Namor (maya)

Gracias por su apoyo y comentarios. Espero y este capitulo haya sido de su agrado. Lamento la demora con la actualización.

El tío Don Pool los quiere♡.

ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora