EXTRA III

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Un año después de la batalla entre Wakanda y Talokan

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Un año después de la batalla entre Wakanda y Talokan.

Actualmente Wakanda era dirigida por M'Baku, quien había ocupado el trono gracias a la sedición de la princesa. Shuri por otro lado había decidido mudarse a Haití junto con Nakia y su sobrino, claro que en caso de que su nación requiera a la pantera negra ella inmediatamente iría a cumplir con su deber.
Wakanda a pesar de no tener a su protector en sus tierras poseía a los Ángeles de la media noche, Dicho era un grupo de elite conformado por las mejores guerreras de las Dora Millaje. Entre ellas estaba Okoye, quien había recibido un nuevo titulo creado por el rey mono. Líder de los Ángeles de la media noche. Este nuevo grupo no respondía a la corona, sino al pueblo wakandiano. Protegían y servían a dicho. Una noche en una de sus patrullas diarias por las tierras wakandianas Okoye junto con sus demás compañeras avistaron a aquel aliado que nunca pensaron volver a ver junto con su pueblo en las orillas de aquel rio.

— Informen esto al rey — ordenó Okoye — Aneka y yo nos quedaremos a determinar a qué se debe esta situación — los otros ángeles asintieron para luego dirigirse al palacio.

— ¿Y si es una invasión? — preguntó Ankea mientras desactivaba su casco.

— Si es así necesitaremos a la pantera — respondió — Griot contacta a la princesa — ordenó con desesperación.

— Enseguida, Okoye — respondió la inteligencia.

La imagen de la princesa fue proyectada por las perlas kimoyo de Okoye.

— Princesa — saludaron ambos ángeles.

— ¿Patrulla nocturna? — preguntó la princesa con una sonrisa.

— Si, princesa, pero no la hemos llamado para eso. Aneka muestrale que sucede — ordenó Okoye a lo que inmediatamente la Dora encendió la cámara de sus perlas kimoyo transmitiendo la imagen a la princesa.

— ¿Namor? — soltó con sorpresa — ¿Saben por qué están ahí? — preguntó la princesa con seriedad a lo que ambas negaron.

— Eso estamos por averiguar, majestad. En todo caso le recomiendo que venga lo antes posible — surgió Aneka a lo que Shuri asintió.

— Iré enseguida — aseguró la princesa — Tengan cuidado no sabemos cuales son sus intenciones.

— Si, majestad — respondió Okoye.

El holograma de la princesa desapareció segundos después.

— Vamos — ordenó Okoye mientras se dirigía hacia Namor y su pueblo.

Aneka la siguió inmediatamente y al igual que Okoye descendió hacia aquel lugar sorprendiendo al rey y su pueblo.

— ¿Fueron ustedes? — preguntó el rey con notable enojo confundiendo a ambas.

— ¿De que habla? — preguntó Aneka.

— No fingan que no saben — soltó Namora — Entablamos una alianza con su nación y aún asi ustedes nos atacan — dijo con molestia — Tin wa'alaj teeche' k ts'abil ta in meentik le ba'ala' — le habló al rey, quien frunció el ceño ante sus palabras.

ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora