ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀi

6

Desde aquel encuentro por la mañana con la princesa Namor no paraba de pensar en si ella iría a buscarlo o no. Era algo que el esperaba con ansias. ¿Una amenaza podría poner feliz a alguien? Si, exactamente a Namor.

— ¿En serio no piensas en aumentar los guardias? — preguntó Namora indignada — Te amenazó de muerte y tú solo piensas en verla. ¿Estas loco? — Namor sonrió embobado mientras se ponía cómodo en su trono.

— Tendrá el camino libre para venir por mi. Ella será buena en combate, pero solamente en la superficie, aquí y contra mi no es ni será nada. Confía en tu rey — Namora negó repetidas veces.

— El aire de la superficie y su contaminación te fundieron el cerebro — el rey rió ante las ocurrencias de Namora.

— Confía en mí. Ella no se atreverá a matarme esta vez — aseguró.

— Teech juntúul chokoj pool — Namor asintió con una sonrisa burlona.

— Oksajóolte a ajawo' — Namora hizo una mueca haciendo reír aún más al rey.

— In ajawo' chokoj tuméen juntúul ko'olele' — dijo para luego darle un pequeño golpe en la nuca al rey — Confiaré en ti, pero si veo algo que no me gusta no dudes en que voy a intervenir — dicho esto se retiró dejando al rey solo.

Por otro lado en Wakanda. Shuri observaba el atardecer sentada junto con M'Baku, quien la había recibido con alegría y había escuchado sin siquiera decir una palabra acerca de todo lo que le contaba. El gran gorila permanecío en silecio hasta que la princesa terminó y luego habló.

— Deberías llamar a Nakia — Shuri negó.

— No creo que deba involucrar a la madre de mi sobrino en esto — M'Baku asintió comprendiendo la situación.

— Tienes razón en ese aspecto, pero al menos deberías decirle que estas bien y que has llegado sana y salva — dijo mientras apoyaba su mano en el hombro de la princesa quien tomó su mano — ¿Qué harás con lo de la serpiente emplumada? ¿Deseas que Okoye te acompañé? — Shuri rápidamente negó.

— M'Baku confío en ti para que todo aquello que te conte quede solamente entre nosotros dos. No deseo escuchar otro sermón o regaño y menos si viene por parte de Okoye. Por favor — M'Baku asintió.

— Si así lo deseas entonces lo cumpliré — Shuri le regalo una sonrisa a lo que este le correspondió — Yo no gozo de tanta sabiduría tal y como lo hacían tú madre y hermano, pero si algo sé es que tú tienes todo el derecho de amar a quien desees. Tu madre y hermano no se atreverian a negarte aquello. Serian comprensivos contigo — habló el gorila con serenidad en su tono.

— ¿Debería ir a Talokan? — M'Baku asintió.

— Pero no a pelear. Enmienda tus errores con la serpiente emplumada. No más guerras, princesa — Shuri asintió con seriedad — ¿Qué dices si vamos a comer? Muero de hambre — dijo cambiando de tema mientras hacía una mueca de sufrimiento por el hambre a lo que Shuri rió.