ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀi

20

Instalaciones secretas del gobierno de los Estados Unidos.

La reina y sus guerreras bajaban de su nave en total silecio. Las doras fueron las primeras en llegar abajo y procedieron a verificar que el perímetro fuera seguro. Al terminar de hacerlo Ayo hizo una señal para que las demás avanzarán junto con la reina quien observaba atenta a sus costados.

— Y pensar que tenía una cita con el rey — bromeó una dora a lo que las demás miraron burlonas a Shuri quien sonrió.

— Concentración, doras — dijo con gracia en su tono para luego activar su casco a lo que las demas sonrieron victoriosas.

— Akukho mntu apha — susurró Ayo a lo que la reina asintió mientras se colocaba por delante de las demás.

— Esperen mi señal — susurró la reina a lo que las demás asintieron menos Ayo quien observo a cuatro de las doras y ladeo la cabeza para que avanzarán.

Las doras obedecieron inmediatamente a lo que la reina miro indignada a Ayo quien le ofreció una sonrisa.

— Perdón, pero Okoye no me lo permite — se disculpó por lo bajo mientras iba por detrás de las otras doras dejando sola a la reina quien negó con una sonrisa en sus labios.

Hubo un silencio en el ambiente, pero dicho no duró mucho, pues se escuchó una gran detonación que dejó pasmada a la reina por unos segundos hasta que reaccionó y corrió con rapidez hacia donde provenía aquel disturbio, pero al llegar solo pudo ver polvo por todo el lugar.

— Ayo — dijo la reina al lograr ver a la dora para luego acercarse a dicha y tomarla entre sus brazos mientras desactivaba su casco.

Ayo tenía una herida bastante grande en su abdomen y tajos profundos en la piel. Todo su traje se había teñido con un color escarlata oscuro.

— Vete — dijo la dora — Tienes que irte — soltó pesadez mientras sangre salía de su boca a lo que la reina negó mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

— Resiste ¿Si? — habló mientras tomaba una de las perlas kimoyo de la dora y se la colocaba en su abdomen herido — Iré a ver a las demás — Ayo negó con los ojos cerrados mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

— No las veas, no lo hagas — pidió la dora mientras lloraba.

Shuri hizo caso omiso y elevo la mirada. Fue entonces cuando vio como poco a poco el polvo dejaba a la vista una cruel escena. Sangre por todos lados y cuerpos sin vida.

Sus hermanas yacían sin vida.

La reina apreto la mandíbula con fuerza y contuvo sus lágrimas. Trago saliva y cerró los ojos buscando mantenerse neutral ante la situación.

— Ellos vendrán pronto. Tienes que irte. Déjame aquí y vete — Shuri negó decidida.

— Te sacaré de aquí cueste lo que me cueste — habló para luego tomar a la dora con ambos brazos y la cargarla sobre en su espalda.

La dora fue cargada por Shuri hasta donde se encontraba la nave camuflada y al entrar en dicha la reina habló.

— Te enviaré a Wakanda. Una vez que termine con esto regresaré y llevaré a nuestras hermanas — aclaró mientras recostaba a la dora.

— Tenemos que irnos — la reina negó.

— Dile a Okoye que envíe una nave por mi — dijo para luego darle un beso en la frente a la dora milaje — Llevaré a nuestras hermanas a casa cuando termine — habló para luego dirigirse a los controles de la nave — Griot — llamó a la inteligencia.

— ¿En qué puedo ayudarle, alteza? — preguntó Griot.

— Envía la nave a Wakanda e intenta comunicarte con nuestra base — ordenó — Si ves a Namor no le digas donde estoy — le hablo a la dora, quien negó — Por favor, Ayo — pidió a lo que Ayo asintió dudosa — Despega, Griot — ordenó mientras salía de la nave.

Y mientras la nave despegaba la reina activo su casco y se encaminó hacia aquel lugar. Al introducirse poco a poco logro identificar risas seguidas de chistes sobre las doras. Aquello hizo hervir su sangre.

— Oosisi bam abazufela ilize — habló interrumpiendo aquellas risas.

La reina dejo a la vista sus filosas garras y soltó una risita sarcástica confundiendo a los hombres quienes le apuntaban con sus armas. Armas con pequeños fragmentos de vibranio.

Mientras tanto en Wakanda yacía el rey esperando impaciente junto con Toussaint, quien miraba atento al cielo. Ambos esperaban en la pista de aterrizaje e iban de un lado a otro buscando aquella nave.

— ¿No sabes a donde fue? — preguntó el rey a lo que el príncipe negó.

— Solo mi madre y Okoye saben, pero no quieren decirme — respondió — Todo lo que sé es que ellas están intentado rastrear la nave — dijo el príncipe.

— ¿Perdieron la ubicación? — preguntó el rey a lo que Toussaint asintió.

— Tengo miedo, Namor — admitió el príncipe sin quitar la mirada del cielo.

— Van a regresar a salvo — dijo Namor mientras acariciaba el hombro de Toussaint.

— Según su ubicación estan cerca, pero no hemos podido comunicarnos con nadie, ni siquiera con Griot — comunicó Okoye por medio de las perlas de Toussaint a lo que ambos observaron aún más atentos el cielo.

— ¡La nave! — gritó Toussaint con emoción mientras señalaba donde estaba la nave.

El rey soltó un suspiro aliviado y sonrió levemente mientras observaba a la nave descender.
Fue entonces cuando las compuertas se abrieron, sin embargo no salió nadie. Okoye se hizo presente en cuestión de segundos y quiso acercarse, pero Namor se lo impidió con su brazo.

— Yo iré, tú quédate con él — ordenó el rey a lo que Okoye asintió mientras rodeaba a Toussaint con sus brazos — ¿Shuri? — llamó el rey mientras se aproximaba a la nave lentamente.

— Alteza — llamó la dora al ver a Namor quien corrio hacia ella — Tenemos que volver por la reina — rogó desesperada mientras se intentaba ponerse de pie, pero cayó en los brazos de Namor.

— Tranquila. Necesito que te calmes y que dejes que curen tus heridas — habló el rey mientras apoyaba a Ayo en su hombro y le ayudaba a salir de la nave.

— Ayo — dijo Okoye con preocupación — ¿Qué pasó? ¿Las demás están heridas? — preguntó a lo que la general negó.

— Fuimos atacadas, Okoye. No sobrevivió nadie — respondió mientras lágrimas caían por su rostro dejando atónita a la otra dora.

— Ven conmigo — habló Okoye mientras traía a Ayo hacia ella — Tienes que ir por ella — le dijo al rey — Esa nave esta programada con las coordenadas del lugar. Solo tienes que hablarle al asistente de Shuri. Griot — el rey asintió — Dile que te guíe hasta allá y ve con mucho cuidado — dijo para luego ofrecerle su lanza a lo que Namor la tomó.

Namor obedeció a Okoye e hizo lo que le dijo llevándose un pequeño sobresalto al escuchar la voz de Griot. Le pidió a la inteligencia que lo guiará a lo que está acató sus órdenes llevándolo hacia donde se encontraba la reina.

¿Shuri estaría bien?

Traducciones

Akukho mntu apha= No hay nadie aquí (Africano xhosa)

Oosisi bam abazufela ilize= Mis hermanas no morirán en vano (Africano xhosa)

Muchas gracias por su apoyo y bonitos comentarios. En verdad se los agradezco y me disculpo por la demora.

El tío Don Pool los quiere♡.