Capítulo 4. El pasado

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—Sí vamos a hacer esto —digo a Brahim—. Vamos a tener que pedir estar en la misma habitación.

El se queja en su idioma, yo solo veo como intenta regularse, hasta que al fin se tranquiliza.

—No. —responde.

Levanto una ceja y le sonrío con picardía.

—A mi no me vas  a decir que no, orangután —respondo mientras abro la puerta del uber y me bajo.

Los Maluf quisieron traernos, pero quería que nos trajeran, debía tener esta charla con mi cómplice antes.

—Gala... —me llama bajo—. Gala...

—¿Qué sucede pregunta Asier cuando llega junto a nosotros.

—Es que quiere ir a un bar —respondo—. Pero la verdad es que solo quiero llegar a la habitación y dormir.

—¡Oh! Si quieres puedes salir con nosotros —Asier se ofrece, en lo que Renan llega— ¿Verdad?

—No tengo idea de qué hablan, pero claro que sí...

—Ah... —Brahim intenta hablar, pero me toma de la mano y me estira hacia él para abrazarme—. Saben, gracias, pero creo que voy a hacer caso a Gala ¿verdad amor? Mejor descansamos.

—El viaje fue largo ¿No? —Renan pregunta.

—Veintiséis horas —contesta Brahim por mi.

Yo intento zafarme del abrazo, pero no puedo, porque ya se notará que forcejeo.

—Bien... —Asier habla y su labio inferior le tiembla, se notan los celos—. ¿Nos vemos mañana a primera hora en la jefatura para que presentes tu propuesta de trabajo, Gala?

—Así será... y veremos que dice nuestro amigo, seguro que mañana ya tiene la noticia en su puerta.

—Sí —habla Renan y se prende un cigarrillo—. Si parte de tu plan es que él se entere, es bueno saberlo, así no te pongo guardias...

—No necesita guardias —Brahim suena ofendido—. Para eso estoy yo.

—Me gusta es espíritu de tu novio —recalca Renan—. Pero de igual manera te voy a poner guardias. Para que no tengan que estar al pendiente de nada...

—Mejor —apoya Asier—. Prefiero que estén bien custodiados... seguro que cuando Eire se entere que estas aquí vendrá por ti.

—¿De verdad crees? —pregunto y me aterra que haya emoción en mi tono de voz.

—El estaba enamorado de ti, al fin y al cabo —asegura Asier—. A parte que seguro buscará caerle bien al "Jefe"

—Tienes razón... bien —contesto y le paso la mano—. Hasta mañana.

Asier me toma la mano para estirarse y darme un abrazo, se acerca a mi oído y susurra:

—No creo tu falsa, Gala.

Nos separamos, le ofrezco una mirada soez para luego despedirme con un par de besos de Renan.

Observamos como los Maluf se suben a su auto y se van, Brahim me sigue abrazando, yo levanto mi mano para hacer un adiós, cuando doblan la esquina me suelto de mi falso novio.

—Patético —digo—. Asier no se cree la historia... vas a tener que actuar mejor.

—¿Yo? —pregunta con burla—. La que actúa acartonada eres tú.

—Vamos —ordeno—. No digas tonterías, yo soy una excelente actriz.

Entramos al Hotel, vamos hasta recepción, a penas y tenemos una maleta diminuta.

La mujer del mostrador mira a Brahim con hambre y yo frunzo el ceño.

—Necesitamos un cuarto, en suite —digo.

—Sí ¿Hasta cuando? —pregunta la chica poniéndose seria cuando ve que me cuelgo del brazo se Brahim.

—Sin fecha de salida. ¿Verdad, amor?

—Sí... sí —responde.

—Bien, aquí tienen. Que disfruten la estadía. —La mujer ya no mira a Brahim, solo a mi—. Cualquier cosa que necesiten, estoy para ayudarles.

—Gracias.

Cuando digo eso estiro a Brahim hasta el ascensor, lo abrazo y me acurruco en su pecho mientras se cierra la puerta.

La mujer observa con envidia el hecho, y cuando la puerta se cierra por completo y comienza a subir empujo a el hombre.

—¡¿Ves?! Soy una buena actriz —remarco—. Esa chica se compró mi papel de tu novia, y para más, celosa.

Él se cruza de brazos y sonríe, se acerca a mi y yo vuelvo a fruncir mis cejas al verlo tan cerca.

—¿O de verdad te pusiste celosa?—pregunta muy cerca de mi.

Yo coloco una mano en su rostro y con una delicada sonrisa le respondo.

—Solo en tus sueños más imposibles, Brahim... te lo advierto de una buena vez, bebé. Ten cuidado porque te voy a dejar  corazón hecho trizas. Este es un  negocio. Grabatelo.

—Te crees demasiado, De la Sierra.

—Me creo lo que soy: inalcanzable... y es en serio, no pierdas la cabeza.

—Egocéntrica.

—Confirmo, orangután. Recuerda, actúa mejor, tienes que parecer enamorado de verdad—. La puerta se abre y salimos al pasillo—. Que no te sorprenda cuando mañana por la mañana tengamos espías aquí.

Brahim hace un gesto, como si yo fuera exagerada, pero mañana se va a retractar.

—Ven —ordeno y lo estiro frente a un espejo—. Este es un escape por amor —digo—: rodeame la cintura, y besa mi mejilla.

Apunto el celular al espejo y cuando estoy por sacar la captura, Brahim me toma del mentón con sus enormes manos, me voltea el rostro hacia él y me planta un beso.

No voy a negar que eso fue excitantes.

Saco la foto y me separo de inmediato.

—Perfecto —digo abriendo la puerta de nuestra habitación —. Va a mi feed de Instagram... —me aclaro la garganta—. El sofá es todo tuyo, mi amor.

—Y si hacemos cambio? Yo no entro en eso, soy 2 veces más grande que tu...

—Qué pena, bebé, pero yo pago el suite con el poco dinero que tengo, así que, escojo la cama. Buenas noches, amor.

Le tiro un beso en el aire y me voy al cuarto dejándolo a él en el lugar de Star.

Me tiro en la cama, y por Dios, el beso volvió a mi memoria, me revuelve el estómago, pero nada más electrificante que la sensación de la posibilidad de ver a Eire mañana.

—Mañana será el día... y espero que no me de esta misma sensación, Eire... espero que la venganza pese más y el pasado ni me gane en el primer round.

Alas Rotas (Libro 2 HDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora