El acto de graduación de los Maluf se me hace eterno, y la verdad solo quiero que termine, para poder ir hasta el frente saludar a Asier y ver a Paola.
—En definitiva, no serias mi novia de verdad, deja de morderte las uñas —susurra Brahim entre los aplausos de los asistentes.
—Tienes razón, no sería tu novia de verdad, porque no me gustan los mandones... —respondo.
—Porque no sabes recibir órdenes, de lejos se nota que eres aburrida —dice y una sonrisa pícara se dibuja en su rostro.
No comprendo el comentario pero lo miro con enojo, hasta que un destello entre mis neuronas me revela el doble sentido. ¡Hijo de puta!
—No, no recibo órdenes, yo las doy... en todas partes, y que te quede claro.
Brahim borra su sonrisa al darse cuenta que mi tono trazaba un límite entre él y yo. En todos los sentidos. Él no tiene para nada derecho a hacer ese tipo de comentarios, aunque tenga razón. ¡Imbécil!
Brahim me observa de reojo y luego vuelve a mirar al frente. Al fin la ola de aplausos termina por lo que ya puedo pasar en el pasillo e ir hasta dónde se supone están Renan, Asier y Paola.
Todos con sus trajes de policía me transmiten una sensación horrible, porque aún recuerdo cómo nos fuimos de aquí. Lo peor es que años después supe que muchos de los policías sabían que mi padre es inocente y mi madre les daba un muy buen pago por su silencio.
—Vamos —ordeno al gorila.
—¿No me vas a tomar de la mano esta vez? —pregunta levantando una ceja ¡Qué sexy gorila!
No le digo nada, solo le tomo de la mano y lo estiro para llevarlo conmigo, nos abrimos paso en la multitud, y cuando llegamos al frente me aseguro de no soltar la mano de Brahim hasta que los Maluf y Paola hayan visto y lo suelto de forma dramática para ir corriendo hasta la chica.
Me agacho a su altura, la abrazo con delicadeza pero con muchas ganas y entre el desborde de mi emoción y la tristeza de verla así. Me pongo a llorar.
—Gala, mi amor! —dice con la voz quebrada—. ¡Cómo te extrañé!
—Y yo a ti —digo aun sin soltarla. Mi cartera comienza a molestarme pero no quiero apartarme aun de Paola.
Siento que alguien me da un par de toques en la espalda, volteo y veo que Brahim me pide que le entregue mi bolso. Atento y buen actor. Eso me gusta, le paso el bolso y vuelvo a abrazar a la chica.
—¡Hay más gente a la que saludar! —me dice Paola.
—Qué se jordán —respondo—. A Renan ya lo vi, Asier puede esperar una hora más.
—Estaba siendo gentil, ya apartate, perra —dice entre risas.
—Obligame, puta —digo recordando la forma en que nuestra amistad se pudo fortalecer solo a través de mensajes de texto y videollamadas.
¡Qué desperdicio de tiempo! ¡cómo hace que odie más a mi madre esto! ¿Cuántos pude haber acompañado y vivido con mi amiga durante todo este tiempo?
Al fin la suelto pero no sin antes darle un beso en la frente.
—En serio te extrañé —dice y por primera vez me doy cuenta que hace un esfuerzo para mover sus labios.
El corazón se me achica y me gustaría saber que tan avanzada está su ELA, me duele verla así tan pequeña, lejos de esa figura esbelta y armoniosa.
—Yo también, mi amor. —le respondo
—Y yo a ti —dice Asier susurrando en mi oído.
Volteo y le doy un abrazo breve, y fugaz, me separo rápido de él y le doy un par de palmadas en el hombro, la verdad hago eso, más por que quiero evitar llorar por Paola antes que otra cosa.
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Alas Rotas (Libro 2 HDA)
AksiyonGala de la Sierra descubre que la fortuna de su familia proviene del narcotrafico, el tráfico de influencias y estafas. Por ello, bajo la mirada amanezante de la misma decide a convertirse en Criminóloga para resolver los delitos de su familia. Un i...