Capítulo 5. Brahim

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Abro mis ojos y lo primero que hago es ver las notificaciones de ni celular. La foto que publiqué con Brahim reventó.

Hay comentarios en 3 idiomas, español, en idioma lao e inglés.

Y por su puesto están los comentarios de idiota ese que mamá me puso de novio. Lo bloquee, por que no lo soporto.

Tengo mensajes de mamá al Dm no pienso escuchar, pero me encanta que de verdad esto está causando furor.

Me levanto de la cama, miro a Brahim en el sofá, y claro que voy a encender esto. Me saco la pijama, me pongo la camisa que traía puesta ayer y me siento su lado.

—Oye... ya debes despertar —digo.

El gruñe sin decir nada.

—Volteate —ordeno y el abre los ojo.

—¿Qué se supone que haces, Gala? —su español es tan simpático, pero a la vez sexy.

—Necesito una foto para mis 15mil espectadores. Nuestra foto tuvo éxito, seguro que Eire ya tiene a sus bichos rodeando el hotel.

—No puedo creer que conviertas una venganza familiar en una batalla para poner celoso a tus exs

—Tú, obedeces. Anda, acomódate.

—Solo admite que quieres que te abrace...

—De hecho —respondo—. Necesito la foto.

—¡Mierda, Gala! —dice y se lleva una mano a la altura de su entrepierna cuando me acuesto a su lado—. ¿Sabes qué pasa en las mañanas con el cuerpo de un hombre?

—Lo veo, a decir verdad... —digo suspirando—. ¿Entonces quieres ir primero al baño?

El suspira  y me ofrece una mirada de sorpresa, y la verdad me da igual, yo solo quiero la instantánea. Al final hace un gesto de resignación, me rodea con su brazo la cintura y quedamos en cucharita.

Mala idea... pero ya no voy a retroceder.

Saco la foto para que se vean nuestras piernas, pero no me convence.

—Se ve acartonada. —reclamo

—Se ve horrible —se queja—. Mejor así.

Sube su pierna sobre las mías, pone una mano sobre mi muslo, levanta un poco la tela de la camisa haciendo un agarre fuerte y yo estoy temblando, por supuesto que también lo disfruto.

Saco la foto, en lo que él me acerca más a su cuerpo.

Cuando vemos como quedó la toma, me levanto de inmediato, porque el calor se me sube desde lo pies.

—¿Puedo seguir durmiendo? —pregunta mientras yo tecleo en mi celular.

—No, ya nos vamos a la jefatura y a comprar ropa. —digo.

—¿Con qué dinero, lo vas a hacer?

—No te preocupes... tú solo obedece. Ducha, traje, compras.

—A su orden, jefa.

Le ofrezco una mirada seria, lo veo irse en dirección al baño, admiro su espalda y la tez dorada bajo ese pijama blanco.

Publico la foto, con el feed que reza:

"La aventura que no me voy a arrepentir de cometer" 2 meses.

—Sí... siente los cuernos, maldito desgraciado —hablo en voz alta.

Me siento de nuevo en el sofá y cuando estoy por cerrar los ojos, para descansar entra una llamada. Es Paola.

—Mi vida —saludo

—Mi amor, Asier detectó a 2 de los guardias de Eire merodeando a tu hotel.

—¿Y por qué no me llama él?

—Porque al parecer su teléfono está pinchado, a ver el mio por cuanto tiempo no lo está.

—Mierda... ¿Tan  rápido ya nos estan poniendo contra el muro?

—Seguro que debe ser obra de tu madre... no tengo dudas.

Aprieto mi mandíbula, su operativo es tan fuerte que logra manipularme desde tan lejos de todas maneras.

—Entonces... debo haber tirado un cerillo al tanque de gasolina.

—¿Por?

—Acabo de publicar una foto mía con Brahim.

—¡Gala! ¿Qué pasó con lo de ir lento? Y tener cautela.

—¿Qué es eso?

Paola ríe apenas, termina tosiendo y al fin vuelve a hablar una vez que se recupera.

—Bien, Gala, confío en tu proceso ¿Ok? Pero no provoques tanto a Eire, te recuerdo que es un maldito Narco.

—Y yo soy la hija de su jefa... ya veremos que hace.

—Por lo bajo te manda secuestrar, según yo, debe estar celoso y obsesionado.

—Me sirve, para que te miento.

—Quisiera darte una bofetada de La Sierra.

—Mmm, rico —digo en burla y ambas reímos

—Hablamos luego, no te olvides que la idea es tomar té.

—Sí mi amor, estaré para las 16:00

Cuelgo la llamada, llevo mi dedo pulgar a la boca y comienzo a morder la punta de mi uña.

—¿Quieres un biberón y un chupete también? —pregunta Brahim.

Lo miro y me aguanto la admiración a su belleza, pero las gotas de agua que resbalan en sus cabellos y caen sobre su pecho tonificado me encanta.

—¿Quieres otra foto? —bromea.

—Sabes... no. Ya tenemos afuera a nuestras primeras presas.

Abro de nuevo mi celular miro al instagram y me sorprendo al ver los números.

2407 en menos de 5 minutos.

—Eres un suceso en mis redes —digo.

—Nos vemos sexys, para que negarlo...

—Me encanta que lo hayas notado —respondo—. Porque vamos a tener que vernos así todo el día. Quiero salir bien candente en las fotos que los espías de Eire nos van a sacar.

—Egocéntrica —acusa.

—No te haces idea, mi querido y caliente Brahim.

Alas Rotas (Libro 2 HDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora