Capítulo 9

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El rubio veía a la nada sobre su cama,  no sabía qué hacer, no quería estar sin él, quería estar a su lado, le había regresado las ganas de vivir -Kurama -el zorro abrió los ojos con cansancio -no pienses en estupideces, no abrirás el sello, yo decido cuando salir, cachorro idiota -el pequeño levantó un puchero reteniendo sus lágrimas -no entiendes Kurama -el zorro gruñó -claro que entiendo, él que no entiende eres tú, ya te preguntaste ¿por qué quieres estar a su lado y no perderlo? -Naruto abrió sus gemas demasiado, bajó su rostro observando sus manos, cuando sus amigos han estado en peligro nunca había cruzado por su cabeza morir, ni siquiera por Sakura, ni siquiera por su adorado Ero-sennin, sólo por el idiota de Sasuke, pero en ese entonces quería regresar a su amigo y cumplir la promesa de… abrió sus ojos con entendimiento, ahora entendía porqué se sentía cómodo a su lado, porque aquella vez en el claro antes de la batalla con Sasuke había quedado embobado con su sonrisa, había quedado prendado de su cálido chakra, su cuerpo e instinto lo habían guíado a él de manera extraña, tenía años sin pensar en esa aldea en la que ahora se encontraban, mordió sus labios con miedo, ahora sabía porqué estaba aterrorizado de perderlo, se abrazó a su cuerpo con miedo. Las colas del zorro lo atraparon, acariciaron suavemente al rubio -no quiero perderlo Kurama, yo sé que él no me ve de la misma manera, pero con estar a su lado me conformo, sólo quiero que viva y sea feliz ¿por qué tiene que pasarle esto a él? ¿por qué siempre es él quién debe sufrir?, ya no quiero que sufra -

El zorro analizaba la situación, su cachorro en verdad esta vez sufriría bastante, no sabe si podrá reponerse a la perdida del Uchiha, abrió sus ojos recordando algo -aún tienes el poder de mi padre cachorro -el rubio levantó el rostro con duda -no es verdad, perdí el brazo y el poder del sol -el zorro negó -si ese fuera el caso, ¿por qué el bastardo Uchiha aún tiene el rinnegan? -el pequeño abrió sus ojos con sorpresa, bajó su mano y observó sus manos, quitó la venda de su mano trasplantada, veía con detenimiento ambas, cerró sus ojos, trató de concentrar el poder de Rikudou, podía sentir algo de su poder -no es tan intenso como en la guerra, pero podría funcionar, sonrió con ilusión y esperanza, abrazó al zorro con cariño -gracias Kurama, daré mi mayor esfuerzo -el zorro cerró sus ojos, el pequeño salió de espacio mental dándose cuenta que el sol estaba por salir.

Se levantó de inmediato, se puso ropa con velocidad, salió corriendo a la casa del Uchiha, entró con sigilo hasta su habitación -Naru… to -el azabache respiraba con dificultad, el pequeño se acercó de inmediato con temor dándose cuenta de la fiebre elevada que tenía, Itachi lo había llamado en su inconsciencia, el menor creyó que lo había escuchado -shhh shhh soy yo Itachi, ahora mismo haré que te sientas un poco mejor, ¿quieres? -el azabache sonrió levemente, asintió bastante perdido por la fiebre. Naruto cerró sus ojos concentrando nuevamente el poder de Rikudou en su mano trasplantada, mordió sus labios tratando de mejorar su control del chakra, tenía años sin usarlo, no había sido necesario.

Un sol comenzó a brillar ligeramente en su mano, levantó la playera de Itachi, la cual estaba empapada, colocó su mano en su fuerte pecho -ahora te sentirás mejor Ita, no me dejes -el azabache respiraba con dificultad bastante agotado, pudo escuchar la voz cortada del rubio, la cual contenía lágrimas y miedo, el cuerpo del Uchiha comenzó a brillar desde su pecho. El pequeño cerró sus ojos tratando de pensar en el cuerpo del Uchiha sano, completamente sano. La respiración del azabache comenzaba a calmarse, la fiebre comenzaba a ceder, el menor lagrimeaba conteniendo los suspiros, lo observó respirar hondo y más tranquilo, detuvo el jutsu, su chakra había bajado bastante. El cuerpo del Uchiha dejó de brillar, aún sentía sus pulmones y ojos mal, pero por el momento estaba fuera de peligro, si no hubiera llegado temprano, tal vez a la hora que siempre llegaba estaría muerto, otra vez su cuerpo lo llevó a él, el pequeño temblaba con miedo, se acercó a su rostro, besó con cariño su frente -no me dejes, yo… te amo-

El azabache había escuchado esa declaración en un leve susurro, pero no tenía claro nada en ese momento, su mente estaba perdida por la fiebre. Eel Uzumaki se levantó, sacó de un cajón un cambio de ropa, de inmediato y con cariño comenzó a cambiarlo con ayuda de un clon, no quería despertarlo, trajo un trapo seco y con cuidado limpió su rostro y cuello, cuando terminó mandó un clon a lavar la ropa del Uchiha, él se sentó en la cama peinando con sus dedos su hermoso cabello azabache con cariño, limpiaba sus lágrimas de vez en cuando con la tela de su chamarra.

En las sombras... (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora