Capítulo 20

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-Entonces, ¿serán en el bosque de la muerte las finales? -el Uchiha asintió -como sus senseis tenemos derecho a estar a su lado, será un evento privado -el rubio sonrió con emoción -ya quiero ver como mis lindos hijos les dan una lección a todos- Itachi sonrió con diversión -en unas horas empezarán, pero debemos estar en la sala jounin para esperar a todos -ambos se tomaron de las manos entrelazando sus dedos, entraron sin problema alguno, se sentaron tranquilamente. Naruto había identificado a varios jounin, entre ellos a Konohamaru, Udon y Moegi, Sai y Hanabi, los hijos de sus amigos eran predecibles. El sarutobi vio a la pequeña chica azabache junto al sujeto de pelo blanco, no le quitaba la mirada de encima, tenía una mirada risueña, no la ubicaba, debían ser sensei extranjero, pero por alguna razón, sentía paz al verla -puedo ponerme celoso cariño -Naruto vio a su pareja, susurró en su oído -no seas celoso Ita, es mi pequeño pupilo casi hermano menor -el Uchiha besó su mejilla, sonrió. En cambio el sujeto de cabello blanco exhudaba poder, no lo había visto en su vida, pero su mirada le causaba miedo, sabía que era poderoso, algo se lo decía aunque no sintiera su chakra.

Lee entró en el lugar -bien senseis, llegó el momento, si los dejaron entrar quiere decir que sus alumnos se encuentran en el edificio, acompáñenme -el rubio sonrió al ver a su amigo, cuando llegó a la arena de combate los recuerdos llegaron, sonrió emocionado. Al centro vio a Kakashi y a Shikamaru, sonrió con emoción al verlos. El Nara observó a ambos con duda, los analizó con cuidado, revisó a los concursantes y sus sensei con cuidado en sus expedientes, hasta que los encontró en su carpeta, endureció el ceño, estaban los datos casi vacíos, la edad de los concursantes llamaba su atención, absorbió de su cigarro, observó al pequeño que lo veía risueñamente, cuando lo vio sonreír emocionado, sus ojos se abrieron bastante, se acercó disimuladamente a su kage -creo que no tendremos que buscar más a Naruto-

Kakashi lo vio disimuladamente con sorpresa, levantó la vista a donde el Nara apuntaba, vio a la pareja con curiosidad, no sentía su chakra -es el pequeño, su sonrisa es inconfundible, dejémoslo a ver qué es lo que planea, trajo con el a un equipo gennin -Kakashi asintió contento de ver a su alumno feliz, también agradecía que veía pronto a su reemplazo, cada día moría en ese puesto lentamente, algo de paz entró a su cuerpo como un aire con aroma a rosas. Al Nara le cayó una gota en la nuca al ver sus cabellos plateados moverse con una brisa y su rostro lleno de paz -esas son buenas noticias Shikamaru, veamos de lo que son capaces los pequeños- giró su rostro buscando a sus posibles gennin, abrió los ojos con sorpresa -las rubias son sus hijas, no hay duda, son iguales a sensei, aunque la edad me causa conflicto, ¿vienen antecedentes? -el Nara negó -está casi en blanco su hoja, tienen misiones firmadas por aldeas distintas cubriendo el mínimo solicitado, no pertenecen a una aldea, Konohamaru -el sarutobi llegó de inmediato a su llamado -¿qué me puedes decir del equipo ochenta y cuatro? -el castaño recordaba -son bastante hábiles en bukijutsu, no usaron ningún jutsu para llegar aquí, hicieron un equipo increíble para destruir a cinco de los equipos, son bastante fríos al trabajar, fueron los primeros en llegar, además en la prueba de conocimientos terminaron en primer lugar, aún no sabemos si lo hicieron con trampa o inteligencia -ambos genios lo vieron con sorpresa, giraron su vista a los niños.

-Cariño, tu sonrisa nos delató -el rubio levantó un puchero -estaba emocionado amor, no dirán nada, primero querrán ver el nivel de mis hijos, esas rubias no pueden negar su herencia genética -ambos sonrieron divertidos, el Hokage dio su discurso, los gennin fueron a sus lugares. Las rubias subieron a la espalda de su padre, besaron su mejilla. Los demás equipos las veían con soberbia, las veían como unas pequeñas mimadas, no sabían más que de su inteligencia mostrada en el examen. El peliblanco y el niño podían causar algo de miedo con su mirada, pero las pequeñas y el azabache se veían cálidos -primer combate, Itami contra Yurui de Kumo -Itachi levantó una ceja -está bastante grande tu rival cariño, no lo mates por favor -la rubia besó a su papá con amor -nada de eso papá, sólo unos pequeños golpes y ya -la chica brincó desde el segundo piso emocionada, comenzó a estirarse tranquilamente -esto es una broma ¿no es así?, esta mocosa se salió de la academia-

La rubia se levantó, enfrió su mirada, Kakashi vio los ojos de su sensei en la niña, algo le decía que era peligrosa -Minato-sensei -Kakashi vio a Genma, uno de sus guardia, escuchó nombrar a su sensei -no lo digas fuerte -el jounin asintió. La pequeña tomó el estilo de taijutsu de su papá, el puño interceptor, kakashi y Sarada abrieron los ojos con sorpresa, el peliplata giró su vista al peliblanco quien veía con su mirada en blanco, sonrió feliz, en verdad era Itachi, ahora entiende porque Sasuke dejó de preguntar por su amigo, seguramente sabía lo que sucedía. Shikamaru se dio cuenta de inmediato de lo mismo. La niña se había puesto seria, no hablaba, sacó dos kunai de su estuche de herramientas,  los colocó entre sus dedos, el de Kumo sacó su espada dispuesto a no tener piedad y demostrar sus habilidades -aaaaaahhh -yurui comenzó el ataque a gran velocidad con su espada, la pequeña detuvo el ataque con su kunai, en las gradas vieron con sorpresa a Itami y su fuerza, la pequeña giró con velocidad, su pierna golpeó la nuca del de Kumo azotándolo contra el suelo de cara, sabía que la había subestimado y estaba dispuesta a aprovechar su oportunidad -desgraciada bastarda, te arrepentirás -el chico comenzó a hacer bolas de goma, parecían grandes burbujas, comenzaron a explotar al contacto con el suelo y entre ellas.

Itami con velocidad las analizó, lanzó tres kunai al cielo con una mano, en las gradas se burlaron de ella por su falta de puntería, dio un brinco hacia atrás evitando una burbuja, con su otra mano lanzó otros tres kunai, al chocar los seis kunais tomaron dirección destruyendo cada una de la burbujas explosivas, aprovechando el humo corrió a una velocidad increíble, creó cuatro clones que el chico comenzó a destruir al no saber quien era la original, la pequeña cayó del cielo haciendo sellos de manos a gran velocidad -Katon: Gōkakyū no Jutsu -Sarada la veía con la mirada afilada, era un jutsu de su clan y lo manejaba con bastante habilidad, estaba segura que tenía entre nueve y diez años, a esa edad la Uchiha Haruno apenas comenzaba con los clones básicos y esta chica hacía de sombra, ocupaban mucho chakra, mordió su labio con algo de envidia.

Yurui usó una burbuja que chocó con el jutsu, pero este la destrozó, se alimentó de él, llegó hasta su objetivo derrumabándolo con facilidad. La pequeña bajó con la misma mirada del aire, cayendo con estilo en cuclillas -idiota -Itami giró hacia sus papás, sonrió emocionada -¿papá viste eso? ya casi me sale la bola de fuego -el mayor sobó sus cabellos con cariño, la pequeña subió a su espalda, Sarada la vio con sorpresa, ¿cómo que ya casi?, si fue una ejecución perfecta. Algunos de los padres fueron llegando, veían las peleas, Sakura veía con curiosidad a la niña, giró su vista a su padre, no pudo identificarlo, mordió sus labios, sintió la mirada de su hija. El uzumaki vio que Sakura había llegado, sonrió divertido, tras de ella Sasuke, había visto todo. El azabache levantó la ceja con sorpresa, era bastante hábil su sobrina, sonrió ligeramente, orgulloso de la niña, Sarada lo vio mal, levantó sus labios en un puchero envidiosa de la atención de su padre.

En las sombras... (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora