¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando la noticia de que lo habían aceptado en la escuela Karmaland llegó, se había sentido feliz, pero ese sentimiento solo duró un momento hasta que cayó en cuenta que tendría que socializar. Esa tarea, era una muy difícil para Luzu la verdad. En toda su vida académica, solo logro hacer un amigo, Auron, con el cual hablaron mucho en su día, pero por una u otra razón terminaron distanciándose. Tras esa rota amistad, no volvió a conocer a alguien que llenará su vacío emocional como el lo hizo, y es que, en menos de dos meses ya se había vuelto su mejor amigo. Talvez nunca tendría un amigo como el, talvez nunca encontraría a alguien con el que sentirse tan cercano. Nunca...
El sentimiento de vacío choco contra su pecho mientras se alistaba para su primer día de clases. Atando el cordón de su zapato derecho, se acomodó y aliso la ropa con la yema de sus dedos y palmas. No estaba mentalmente preparado para lo que se aproximaba en su vida. Quizá, no había sido tan buena idea cambiarse de escuela. Talvez sus ansias de satisfacción y aceptación familiar lo estaban volviendo un adicto a ese sentimiento y por eso mismo quiso asistir a escuela tan prestigiosa y llena de premiaciones a nivel nacional.
La cabeza de luzu se volvió un lío en tan solo un instante de puro estrés y sudor frío. Su familia se decepcionaría tanto si el llegara a decirles que no quería asistir a Karmaland. Seguramente lo reprocharán y le obligarian a asistir aunque lo tuvieran que amenazar de muerte. La rigidez de sus padres era impenetrable. Algunas veces dudaba si ellos tenían emociones o siquiera le tenían afecto. ¿Sentían algo al ver lo "exitoso" que era su hijo?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El desayuno con su familia fue silencioso, el máximo sonido que rebotaba en el comedor era el de su propio tenedor rozando la porcelana de su plato al querer pinchar un trocito de huevo revuelto mañanero. Luzu estaba tan acostumbrado a el silencio en esos momentos, que cuando escucho que su padre hablo, se exsaltó y lo miro sorprendido.
⸻ Borja, espero ver qué este trimestre tus calificaciones sean unas de las mejores de tu clases. No espero menos que eso.⸻ Luzu sabía que el le diría algo así en algún momento de esa semana, pero no lo esperaba tan pronto. Sumiso, asintió y continuo comiendo el huevo revuelto que tenía de desayuno.
Su madre, detrás de su padre, también quiso aportar un poco a la pequeña conversación que su marido comenzó.
⸻ Luzu, espero que este año consigas amigos y una noviecita hermosa. ⸻ sonrió al igual que lo hacia su madrina, pero con menos intensidad. El chico, también asintió con una pequeña sonrisa.
