Poeta maldito.

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Una noche de sexo desenfrenado, envueltos con el humo. Ah, espera, que estoy follando con un porro bien liado, con mi saliva derramándose en el papel. La música se fusionaba con el eco del humo, o quizás debería decirlo al revés, en toda esta vida está desordenada, envuelta en un caos que jamás podría sumergirme para ordenar. Me decían que debía ser responsable para poder tener un futuro prospero, já. ¿Qué tontería es esa, ser responsable para un futuro desconocido? Quien va a saber si mañana vas a estar follándote al mismísimo Obama en un trío interracial, con su esposa.

Me decían las 'voces' de las que escucho por aquí, que yo creo que nadie las escucha, que me tirase por un puente pero con la condición de que me tirase con alguien, y digo yo... ¿Tirarme solo no vale? Y entre ellas me decían que debía tirarme mientras besaba con alguien.

Vuelvo a escribir el relato... Y esta vez empezaré con un: "Dicen que los poetas malditos murierón por amor, y si te soy sincero yo llegaré a morirme en una noche de placer, tan solo una botella de ron moribunda follándome". Olvidándome de las tantas mujeres que he atravesado con mi poesía, y esta boca sigue siendo mía, nadie me la arrebató en un suspiro, ni siquiera en un beso ficticio.

En cada marea siempre me he encontrado con el mismo marinero que se quería perder en alta mar... En cada bañera la misma chica que se quería suicidar...En cada discoteca abandonada la misma chica que quería bailar tangos sobre paneles apagados... ¿Demasiada tristeza para la humanidad? Qué va, su felicidad se antepone lo 'verde' de la vida. ¿Queréis saber mi verdad, mi deseo? Tengo tantísimas ganas de follar a los poetas bajo tierra, tener unos besos podridos con gusanos en la boca, la Muerte besándome, mis poetas legionarios esperándome en cada noche, una orgía de fuerzas expansivas que me podrían romper pero estando bajo tierra de qué sirve romperme. Y para rematar esta mierda de relato, que ni siquiera se merece su nombre... 'relato de un poeta maldito' con trescientas cincuenta y siete palabras, agradezco a aquellos/as que siempre me tienen en sus corazones, y siento ser el culpable de pudriros, y que lo siento tanto, y si me pidiesen en elegir dos palabras para 'globalizar' todo en mi, sería 'Os quiero' porque hoy no es mi día, ni mañana, ni pasado, no hay día en que pueda quererme un tantito, siempre estáis vosotros/as por delante.

'Os quiero'.

-Eros.

Relatos de Eros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora