Siento como dos manos mojadas en sangre me tocan la cara, una cara difuminada en un etéreo negro. Un negro muy sutil como el azabache que me acuerdo, cuando mi abuela solía vestirse de tanto negro por una simple elegancia, no por luto. Espera… ¿Sangre? ¿Negro? ¿Oscuridad? ¿Muerte? ¿Tánatos en viva presencia?... ¡Espera! ¡Esto es un sueño! –Mientras pensaba en que es un sueño, abría mis ojos lentamente como la boca de una ballena intentando tragar todo- Todo ha sido obra de Morfeo. ¿Pero por qué dos manos sangradas? ¿Por una cara en la oscuridad? ¿Y si es Morfeo intentando salvarme de mi propia muerte? Puesto que Morfeo se ha muerto a manos de Zeus. ¿Por qué tuvo que morir? Solo fue asesinado porque reveló los sueños a los mortales. Sigo sin entender, yo siendo mortal como cualquier héroe o villano, Morfeo ha revelado un sueño en mí. ¿Me moriré en manos de un ser que no veré nunca su cara? ¿Seré salvado por un héroe con dos manos derramadas de sangre? ¿Será un héroe de guerra? ¿Un gladiador? ¿Un tirano de la majestuosa Grecia?… ¡No, no y no! Yo nací siendo Dios. Probé la sangre de Eros desde mi miembro. He sentido el fuego que irrita en el interior del cañón que quema por dentro mientras arde entre la lujuria y el placer. En vez de salir una bola pesada de hierro compuesta en pólvora, han salido misiles de sangre de Eros, en pequeñas dosis. Morfeo, querido dios del sueño. ¿Tu sueño qué ha querido significar en mi mente? ¿Me matará Eros por probar su lujuriosa sangre? ¿Me matará Tánatos para presenciar el placer de su oscura muerte? ¡Ven! … Eres hijo de Hipnos y Nix. Una perfecta combinación entre el sueño y la noche. Eres tú quien manipula los sueños de cualquier mortal, incluso de cualquier dios. ¿Los moldeas a la cera perdida? ¿Los esculpes como un bloque de mármol en gelatina, tan fácil, en poco tiempo…En minutos, en segundos? ¿Cómo habrán fornicado tus padres…? Siendo hijo de la hermosa y misteriosa Nix, habrás nacido en la noche, entre fogatas, aullidos de lobos, festivales de máscaras de la olímpica Venecia en plena etapa del típico carnaval, señoras con máscaras y vestidos más grandes que una peonza en los salones de baile. Caballeros con traje de negro, u otros colores y con una máscara. Morfeo. Hombre de misteriosa apariencia, te imagino desnudo, de piel oscura, como la noche, como tu madre Nix. Labios carnosos, ya que los siento cada noche cuando aparte de Eros que roza su piel con mi cuerpo… Tus labios besan en mi frente para adentrarte en mis sueños. Eres la mitad de Eros, pero vives más en mí. Y Eros solo vive en mi cuerpo. Te imagino con el cuerpo desnudo probando la esencia de mi inteligencia, de mis ideas, mis pensamientos, mis recuerdos, mis tormentas que acechan en mi cada día. Desnudo, en el cuarto de mis recuerdos, en una habitación vacía de muebles, solamente negra, negra como tu piel. Jugando con tu miembro en mi habitación. Solo, en plena soledad…Jugando mientras gimes. ¿Dónde irá a parar la sangre de Eros que reside en el cañón de tu interior? ¿Lo derramarás? ¿Lo esconderás? ¿Lo atraparás? En un cuarto vacío de recuerdos y de voces…Solo suena el eco de tus gemidos. Sientes como va ardiendo la mecha del cañón. ¡Que explota ya el cañón! Uf… Sientes como se ha agotado la mecha, soltando la densa bola de hierro que se escondía en su interior.
¿Por qué te escondes en la oscuridad? Desnudo y húmedo del sudor que ahora en mi cuarto está lleno de baches por los misiles que has derramado desde tu cañón. ¿Por qué escondes el sueño que me has hecho ver en vivo? ¿Me moriré con Eros? ¿O con Tánatos?
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Relatos de Eros.
Teen FictionCada relato esconde un sabor a la lujuria... Cada letra esconde sus ganas de sexo, buscando sexo donde habita en la 'oscuridad' de cada relato.