-Esto es todo por hoy. Espero que les haya gustado el tema -finalizó ella con un tono tranquilo.
Los alumnos acataron la instrucción y llevaron sus útiles de biología a sus mochilas para cambiarlos por los de matemáticas.
-Shinazugawa-san, mi clase ya terminó. El aula está lista para usted -le informó ella para después desaparecer por el pasillo.
El hombre ingresó en el salón y se presentó como el nuevo docente que les enseñaría álgebra, aritmética y todo aquello que estuviera relacionado con los números y el cálculo.
Finalmente, acabó con lo básico del primer tema y se sentó en el escritorio, listo para descansar un rato mientras sus pupilos resolvían el ejercicio que les había puesto.
Se le había informado que debía dar clase a los grupos de primer y segundo semestre. Los mismos que también estaban a cargo de Kanae, a excepción de que ella daba clases a segundo y tercero.· · ─────── ·𖥸· ─────── · ·
Cincuenta minutos más tarde, tomó sus pertenencias y salió para encaminarse a la sala de maestros y seguir trabajando: haría la planeación de la presente semana y de la siguiente para entregarla a Kagaya. En sus planeaciones, -como ya se le había explicado en la descripción del empleo,- debía incluir el tema que comenzaría o terminaría de instruir, el día que llevaría a cabo lo anterior y todas las actividades que tuviera en mente para lo mismo.
Estaba tranquilo presionando letras en el teclado de su computadora portátil cuando escuchó la puerta abrirse y la vio entrar.
-Oh, hola de nuevo Shinazugawa-san. ¿Cómo está hoy? -le preguntó ella con la misma calma de siempre.
-Bien -fue lo único que dijo. De nuevo, su corazón latía desesperado, sus pupilas se habían dilatado, sus manos temblaban y a su vez sudaban. Sentía un miedo casi increíble a decir alguna cosa sin sentido o a balbucear delante de ella. Y lo mismo le hacía preguntarse seriamente: ¿𝘱𝘰𝘳 𝘲𝘶é? ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶é 𝘮𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘵𝘢𝘯 𝘢𝘯𝘴𝘪𝘰𝘴𝘰?
-¿Shinazugawa-san? Estás rojo, ¿te encuentras bien? -la fémina al darse cuenta de que el color de su cara formaba un claro contraste con el de su cabello, se preocupó y sin importarle si se acababan de conocer, colocó su mano derecha sobre la frente de Sanemi, congelándolo en su lugar al momento del contacto.
-Estoy bien. No es nada -él claramente sabía lo que aquello de la "fiebre" significaba. No estaba enfermo; estaba sonrojado.
-¿De verdad estás bien? Puedo llevarte a la enfermería con Tamayo-san si gustas.
-En serio, no es nada.
-Mmm... -dijo ella no muy convencida -me gustaría darte una bienvenida más amena y hacer que nos llevemos bien -dijo cambiando de tema.
-¿Qué quieres saber? -se veía tranquilo a simple vista, sin embargo por dentro estaba hecho un manojo de nervios.
Esto sorprendió a Kanae, pues Sanemi había tomado su invitación a modo de interrogatorio. Pero supuso que de esa forma podría conocer un poco a cerca de él y posteriormente él de ella.
-¿Te sientes a gusto aquí? -inquirió de manera tímida.
-Apenas tengo medio día, pero supongo que sí. ¿Tú cuánto tienes trabajando?
-Alrededor de... Tal vez dos años. Me gusta el ambiente de esta institución: los alumnos son amables y nuestros compañeros educados.
-No he hablado con los demás.
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Volver a amar. [SaneKana].
FanfictionSINOPSIS. Sanemi había sido víctima de una infidelidad por parte de su novia, quien ahora ya no formaría parte de su vida; y tras superar tal decepción, se decide a mudarse a otra ciudad y comenzar desde cero una nueva vida, en la que conoce...