Volver a amar. [SaneKana].

CAPÍTULO 14: Cita.

        Después de dicho momento tan lleno de intimidad y cariño, ambos se separaron y decidieron proseguir con sus actividades diarias.

──『🎐』──

        Posterior a la jornada escolar, Genya quizo visitar a su hermano para investigar si el favor por el que prácticamente había rogado a Rengoku había sido el detonante perfecto... O si lo había arruinado.

        —Hola Nemi.

        —Hola —correspondió al saludo con una calma atípica de él y una muy imperceptible sonrisa. Esto claro, fue notado por el pelinegro en seguida.

        —¿Algo bueno pasó hoy?

        —Yo... Me declaré a Kanae y me aceptó.

        El menor sonrió con ternura. Su plan había funcionado.

        —¿Qué fue lo que te dio el valor?

        —La idea de verla con otro hombre.
Por suerte, ahora que está conmigo, Rengoku no tendrá oportunidad.

        —Sanemi, hablando de eso, hay algo que debo confesar.
Y es que, Rengoku-sensei no está interesado en ella. Él sólo la ve como una compañera o a lo mucho, como una amiga.

        —Pero él dijo que le gustaba cuando Uzui le preguntó —dijo ahora, confundido.

        —Lo dijo porque yo se lo pedí. Le rogué que comenzara una conversación con los demás maestros donde les preguntara su interés amoroso.

Y... Se lo pedí a él específicamente porque sabía, estaba casi cien por ciento seguro de que si lo decía él, tú ibas a reaccionar.

        —No estuvo bien lo que hiciste mocoso. Pero no me puedo quejar —esto último hizo sonreír al adolescente, quien acto seguido acudió a abrazar al albino importándole poco si a este le gustaba. Aunque para su sorpresa, el mayor correspondió aquel abrazo sin chistar —. Gracias.

        —¿Y bien? Ya tienes novia.

        —La invité... A tomar un café hoy —admitió con pena.

        —Suerte.
Me da gusto que al fin hayas podido externar tus sentimientos, y sobre todo, que haya salido bien.
Yo esta tarde también estaré ocupado.

        —¿Con la hija de mi jefe? —mencionó juguetón.

        —Tal vez —respondió visiblemente sonrojado.

        —Solo que, aún me falta ganarme a alguien.

        —¿A quién?

        —A su hermana. Shinobu específicamente.
Sé que no le agrado del todo.

        —¿Te doy un consejo? Puedes ganártela si te ve mientras estás con Kocho-sensei. O también puedes ayudarla a ella con algo que necesite. La mayoría de las veces funciona —sugirió con la mejor intención, pero al parecer hoy Sanemi estaba de humor para bromas.

        —¿Tú, dándome consejos sobre relaciones de pareja? Durante años creí que sería al revés.

        —Esteee... Yo, creo que mejor me voy —dijo con un tono carmín aún presente en el rostro. Saliendo del lugar para encontrarse con su grupo de amigos —y también con su novia—.

        —Mi hermanito menor ya es todo un hombre —pensó Sanemi en voz alta orgulloso.

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