Spider-Boy //Español/Spanish

3. La reunión

Las horas después de comer pasaron rápido. Cuando terminaron, Ned, Peter y yo nos encontramos en las puertas de la escuela, dirigiéndonos a la casa de Peter. El camino al destino fue bastante corto, lo pasamos hablando y riendo, comentando los temas que teníamos. Cuando llegamos al frente del edificio, Peter abrió la puerta y subimos unos cuantos pisos hasta el apartamento.

Al entrar, vi a una mujer de unos cuarenta años doblando ropa en el sofá.

—¡Hola, tía May! Ella es Nicky, es nueva en la escuela — Peter me presentó.

—Oh, encantada de conocerte, Nicky — May me sonrió.

—Estaremos en mi habitación — le informó Peter.

—De acuerdo.

Caminamos por el pasillo mientras Peter me explicaba a qué habitación conducía cada puerta hasta que llegamos a una habitación pequeña con una litera y un par de armarios.

—Bueno, esta es mi habitación. Eh... No he tenido tiempo de ordenarla.

—No te preocupes — sonreí.

Pasamos toda la tarde construyendo esa nave espacial de Lego y riéndonos de bromas tontas. Realmente la pasé muy bien, más de lo que esperaba, y tuve la oportunidad de admirar un poco más a Peter. Justo cuando la construcción estaba terminada, mi padre me llamó. Respondí, alejándome de los chicos.

—Hola papá.

—Deberías volver a casa ahora, ¿no crees?

—¿No hay manera de que pueda quedarme un poco más?

—Nop. De ninguna manera. Le pediré a Happy que te recoja. Llegará en un momento, ¿de acuerdo?—

—Bien.

—Adiós.

Volví con los chicos y les expliqué que tendría que irme a casa en breve. Antes de lo que esperaba, recibí un mensaje de J.A.R.V.I.S. en el teléfono diciendo que el auto de Happy estaba abajo. Suspiré, y Peter y Ned me acompañaron hasta la puerta, donde se despidieron.

Ned me dio un abrazo amistoso, pero el de Peter fue un poco más incómodo. Bajé las escaleras y me subí al auto negro de Happy.

—¿Cómo te fue?

—Bueno, hemos terminado el... trabajo, sí.

—Me alegro. Por cierto, tu padre quiere hablar contigo.

—¿Ah sí?

—Mhm. No sé de qué se trata, pero me pidió que te llevara a casa rápidamente.

—Vale, gracias.

* * *

Cuando llegué a casa, mi padre me detuvo antes de que pudiera subir a la habitación. Me hizo sentar en el sofá y se puso serio.

—Entonces... de lo que te tenía que hablar. Sabes que vas a empezar a pelear con el equipo, y necesito que si lo haces, no se sepa que eres mi hija. Bastante tengo con el mundo sabiendo que soy IronMan, así que tenemos que diseñarte un traje — él dijo.

Me quedé boquiabierta, pero sonreí. No podía creer que tendría un traje, como el que siempre había soñado.

—Entonces... ¿Tienes algo en mente? ¿Algún color, algún detalle?

—Bueno, ya que el color de mi poder es azul, pensé que podríamos usar eso, ¿no?

—Sí, por mí está bien. También tenemos que pensar en algo para cubrir tu rostro. ¿Qué tal usar una máscara? Si cubre alrededor de tus ojos, será suficiente.

—Sí, me parece bien, no te preocupes.

—Está bien, comenzaré a trabajar en eso tan pronto como pueda. Puedes ir a tu habitación.

—Vale. Avísame cuando hayas terminado, eh — le dije, levantándome bien feliz —. Gracias, Papá.

—De nada. Por cierto, recuerda que la habitación de al lado de la tuya será para el nuevo Avenger, se instalará en tres días, ¿entendido?

—Sí, no te preocupes. Buenas noches, papá—

—Buenas noches. Que duermas bien—.

Con eso, subí a mi habitación mientras me sonreía por la noticia de mi traje de Avenger.

Los días pasaron bastante rápido, mis entrenamientos tanto con Natasha como con Wanda se hacían cada día más duros, por lo que mi potencia iba aumentando y aprendía a controlarla mejor que nunca.

* * *

—Oye, Peter, ¿a tu casa esta tarde?— Ned le dijo.

—Uh... me temo que no podremos ir a mi casa por... bastante tiempo—, dijo Peter. —Es solo que... Estamos renovando la casa, eso es todo—.

—¡Oh! Eso es genial!— Ned sonrió.

—Pero May no nos dijo nada ayer— dije.

—Bueno, es que todavía no sabíamos si lo íbamos a hacer o no—, dijo Peter. Parecía nervioso.

—¿Y dónde vas a dormir entonces?— preguntó Ned.

—Oh, en casa de un amigo de May, no te preocupes—

—Está bien, pero ¿podemos encontrarnos esta tarde?— Yo dije.

—Tengo que hacer las maletas, lo siento.—

—Está bien, otro día lo será—

—Gracias— Peter nos sonrió.