Volando- Bad bunny
Este instante creo que podría definir todo este año atrás. Me encuentro llorando en casa de Ilinca, mi mejor amiga desde hace años.
Llevo meses agobiadísima porque siento que mi vida no despega, me siento estancada en casa de mis padres, que no creas que estoy mal, pero necesito libertad. Y justo cuando recibo la llamada que he estado esperando toda vida, no me encuentro nada segura de esto.
-Vamos Andrea, sabes que esto es lo que siempre has querido, una oferta así no se te presenta todos los días. No puedes dejar que tu futuro este vacilando de algo, o más bien alguien.
-Ilinca sabes que eso no es así
-Claro que si, te conozco- me corta la morena- Te entiendo perfectamente a mí tampoco me apetecería encontrarme con Pablo estando en tu situación, pero piénsalo, eso es algo que podrás superar y seguro que....
Pablo. Dejé de escucharla. Pablo era mi mejor amigo, éramos uña y carne, pero él pudo cumplir su sueño, y por lo visto yo no tenía ni un pensamiento de aparecer en él. A él siempre le gustó el futbol, era muy bueno. Le ficharon en el Barcelona, el mayor orgullo de mi vida.
Hace ya casi un año que no hablamos, tampoco es que tenga ningún medio para poder hacerlo, hace unos meses cambie mi cuenta de Instagram y, aunque después de darle unas cuantas vueltas le seguí, era obvio que entre tantos seguidores no me iba a notar. Todavía tengo algo de contacto con su familia, pero no quiero parecer una interesada por su actual fama.
No sé en qué momento volví a conectar en la conversación, y por lo visto las riendas habían cambiado
-...Andrea mudarte a Barcelona te daría miles de oportunidades que aquí, en Sevilla, no tienes. Inténtalo, por favor hazlo por mí, por ti.
Lo que decía era totalmente cierto, pero la razón por la que le estaba dando tantas vueltas a esto, que ya tendría que estar decidido, ocurrió el 25 de abril del año pasado
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
5 agosto 2021
Hoy es cumple de Pablo, estoy tan emocionada. Le he comprado un reloj precioso y como no, la típica carta que nos regalamos cada año en nuestros cumples.
Voy en el coche con Ilinca y Aurora, la hermana de pablo, no sé en qué punto nos hicimos tan cercanas, supongo que, al estar siempre en su casa, era o amarme u odiarme.
La hora de los regalos, estaba guapísimo, como siempre, estaba a punto de empezar a abrir paquetes cuando Mateo, nuestro amigo, quiso brindar y dedicar unas palabras.
-Señoras y señores, hoy nuestro pequeño Pablito cumple 18 años, y creo que no hay mejor manera de celebrarlo que cumpliendo su sueño, ¿verdad Pablito?
Yo no entendía nada, creo que hay algo de lo que no me he enterado
-¡Aunque la gran mayoría de los que estáis aquí ya lo sabéis, no está de más recordar que en pocas semanas nuestro Pablito se mudará a Barcelona para formar parte de uno de los equipos más grandes!
Mientras la gente aplaudía y el sonreía como un niño, una ola de emoción, felicidad y orgullo invadió mi cuerpo mientras que poco a poco se iba transformando en tristeza, decepción y ganas de llorar.
Doy por hecho que mi cara era un cuadro cuando Ilinca, que estaba a mi lado, no fue la única que notó mi alegría derrumbarse, Aurora me miraba con sorpresa y pena desde la distancia. Estaba claro que yo era una de las pocas personas que no había sido informada de esto, y me dolió. Éramos amigos, le quería de absolutamente de todas las maneras que se puede querer a alguien. Creía que él también lo hacía de alguna de ellas que incluía confiarme que se mudaba a casi la otra punta de la costa.
-Andrea! ven aquí- gritó Pablo al ver que me tocaba darle sus regalos. Empezó con la carta, lloró, yo también lloré, pero no por específicamente por la carta. Me dio un fuerte abrazo y mis ganas de llorar aumentaron más, si es que eso podía ocurrir.
-No me lo habías contado- susurré sobre su hombro.
-Lo sé, pero no podía hacer nada- me separe de ese cómodo y cálido abrazo, aunque no lo haría nunca en la vida.
-Estoy muy cansada, creo que me voy a ir a casa, pásatelo bien y felicidades, sabes que el que hayas conseguido esto me hace especialmente feliz. -le confieso mientras me mira con cara de pena.
Estoy a punto de salir por la puerta cuando siento que alguien me agarra del brazo
-Andrea de verdad que lo siento muchísimo, creía que te lo había contado desde un principio de verdad, si no sabes que te lo hubiera contado, lo sabes no? - me dice Aurora muy apenada
-Gracias, lo sé- le dedico la mejor sonrisa que puedo forzar en ese momento y sago de allí con un nudo en el estómago no solo porque no me lo hubiera contado, eso lo podía superar fácil, sino porque se va ir lejos, muy lejos y yo le quiero de una forma que no sabe que lo hago.
ESTÁS LEYENDO
Un reencuentro inesperado
FanfictionAndrea y Pablo han sido mejores amigos toda su vida, pero la fama del sevillano hizo que sus caminos se separaran. ¿Que pasará cuando después de un año sin verse se vuelvan a reencontrar?