Un reencuentro inesperado

Dolor

Estás semanas estaban siendo realmente difíciles.

Mucha gente se había vuelto a ir de mi vida tan rápido como apagas una vela. En un abrir y cerrar de ojos te das cuenta de quienes están para ti de verdad, y quiénes les importas tan poco que ni se acuerdan de ti.

Las últimas dos semanas se basan en ir al trabajo y sentirme ignorada por casi todo el mundo. Volver a mi casa y tirarme toda la tarde tumbada en el sofá  viendo series con Nala.

La única que no nos odia

No quiero volver a hundirme como lo hice hace tiempo. Necesito seguir viva y no volver a desperdiciar mi tiempo. Por eso cada mañana cuando voy al trabajo sonrió y río. A veces también salgo de fiesta por qué tengo derecho a pasármelo bien, él no estará todo el día metido en la cama, o si, pero no llorando.

Supongo que me tendría que sentir un poco más orgullosa no? Por qué de eso se trata, de que a pesar de todo sigo intentando sonreír y lograr hacerme feliz, por que creo que me lo merezco.

Y aunque parezca que lo llevó medianamente bien cuando llego a casa es otra cosa. Veo el plato de comida en frente mío y no puedo evitar pensar, como ha tardado tan poco en reemplazarme? No estaba enamorado de mí? O no? Habrá sido mi cuerpo? Mi personalidad?

Se que, y sobre todo espero, que no. Pero por mucho que lo intente ese pensamiento se logra colar por algún sitio

Tu cuerpo

Aparto el plato y salgo a correr con Nala.

Esa ha sido la rutina durante estas semanas. Soy consciente de que estoy más delgada, los tres dedos sobrantes de mis pantalones lo confirman.

También alguna noche que otra ha caído algún cigarro, pero solo eso.

La gente se ha dado cuenta, aunque la mayoría no ha dicho nada.

África esta preocupada, y aunque sepa y respeta que ahora mismo necesito mi espacio, todos los días me pregunta varias veces como estoy, me llama por las noches para ver si he cenado y me hace el trabajo lo más ameno posible para no encontrarme con él.

Dentro de la nueva soledad de mis días es algo que agradezco muchísimo.

Esta tarde es el cumpleaños de Karol. Esta claro que voy a ir, aunque vaya Pedri.

Se supone que habíamos hablado las cosas. Me pidió perdón por todo y creía que estaríamos bien, pero obviamente delante de Pablo también me ignora. Aunque por una parte le entiendo, por otra no puede evitar molestarme.

(...)

Pablo

Estoy hecho una puta mierda.

Lo que sentí cuando Pedri me contó que Andrea había estado quedando con el jugador a escondidas creo que no lo podría expresar con palabras.

Se que probablemente lo más sensato habría sido hablar con ella, pero no quise.

No quiero escuchar nada del tema.

Se que Pedri sabe algo que yo no sé, ha intentado comentármelo alguna vez, pero no le he dejado.

Se había liado con otro chico, vale. Si hubiera sido cualquier otra chica no estaría tan mal, se perfectamente que podría estar con la que yo quisiera, pero yo quería estar con ella.

He intentado odiarla, he pensado en lo peor, en el pasado, he imaginado las peores cosas. Pero nada.

He intentado olvidarla. Con cualquier chica de fiesta, corriendo por horas, durmiendo, y con Claudia. Pero nada.

Por mucho que lo intente no puedo.

Y la veo cada día. Veo como sonríe y se lo pasa bien. Siento rabia por ello hasta que veo como la ropa cada día le queda más grande, sus ojeras son más notables y está sola.
Automáticamente esa rabia se convierte en preocupación.

Con eso compruebo que nos hemos jodido la vida mutuamente.

Quiero hablar con ella. Estoy preocupado. Por eso voy a ir al cumpleaños de Karol, al fin y al cabo, estaba invitado.

(...)

Andrea

Me estaba aguantando las lágrimas para no llorar.

Ver como Pedri le daba una carta a Karol mientras ella lloraba al leerla y le abrazaba. Un regalo poco material, pero que por los ojos de Karol se sabe perfectamente que eso es lo que ella quería.

Eran diferentes vales hechos por el, que contenían las cosas favoritas de Karol, las actividades que más ilusión le hacen, con lo que ella le contaba que algún día quería hacer.

Mientras la veo abrirlo pienso en que a mí me gustaría que me hicieran algo así. Pero enseguida caigo en la cuenta de que nadie sabe mi color favorito, mi película favorita, mi sabor de helado favorito..y es que nadie se ha interesado lo suficiente por mi para saber estas cosas. Y la única que lo había hecho ya no estaba.

Y digo que no estaba en mi vida, por qué enseguida le veo aparecer por la puerta del jardín.

(...)

Pablo

Nada más entrar la veo. Ella siempre destaca sobre mis ojos, y lo odio. La odio por ello.

Se que mi presencia le ha sorprendido, pero primero decido centrarme en la cumpleañera y mi amigo.

Karol termina de abrir regalos, pero África se levanta anunciando que todavía queda uno.
Le pide ayuda a Andrea para poner bien un proyector en medio de la pared del jardín, era de noche ya por lo que se veía genial.

Andrea y África ponen un vídeo y se quedan de pie al lado de la imagen.

Eran fotos y vídeos de sus mejores momentos. En algunos apreciamos nosotros.

No puedo evitar grabar en mi retina un vídeo de Andrea bailando con una señora de aproximadamente unos 50 años en una discoteca con André. Se le ve feliz.

Otro de África y ella cantando y bailando en la cocina mientras Karol reía de fondo.

Aparecí en alguna foto junto Andrea, Pedri y Karol. Ella solo miraba al suelo.

El resto eran más videos y fotos de ellas preciosos. A Karol le encantó.

Estuve todo lo que quedaba de noche pendiente de cual era el momento perfecto para hablar con ella.

La vi yendo a echarse bebida

Ve

Me acerqué poco a poco hasta quedar a su lado. Cuando se giró, abrió los ojos como platos y casi se le cae el vaso

- Hola

- Hola- dice nerviosa

- Podemos hablar?

- Ahora quieres hablar?

- Si no te importa

- Yo intenté hablar contigo muchas veces. Ahora alomejor la que no quiere soy yo.

- No vengo para que volvamos a estar juntos

Me dolió decir eso por que en el fondo sabía que me gustaría, pero no podía olvidar lo que había hecho

- Me da igual

Se iba a ir pero la cogí del hombro. El contacto con su piel me hizo arder.

- Estoy preocupado

- Por qué

- Por tí

- Yo también. Yo también estoy preocupada por mi, pero me odias y detestas, así que eso ya no es de tu incumbencia

Escondió su nerviosismo y hablo claro.

Apreté la mandíbula por qué tenía razón

- Es cierto

Me di media vuelta y me fui.

Creo que la peor parte de dejar ir a alguien es que tu mente no es capaz de borrar todos esos recuerdos que vivisteis juntos, y yo estaba dejando a Andrea.

Esperaba que no para siempre.