Todo pasó por mis ojos en un segundo; no sé cómo ni a qué hora simplemente sucedió.
Habíamos pasado un día maravilloso con Darien, estuvimos buscando un regalo apropiado para Zafi ya que hacia unas semanas Serenity había dado a luz, y, para ser sincera me había emocionado un montón cuando supe del nacimiento de su bebé; tuve tantas sensaciones en mi interior, un cosquilleó constante en mi estómago; casi similar al que se experimenta cuando se está enamorado. Oí la voz de Endymion mediante el alta voz del celular de Darien. me hizo pensar en la reacción que tendría él cuando tuviéramos nuestro primer hijo, de seguro hubiese estado feliz, me hubiera abrazado; yo estaría llorando de la emoción y en seguida haríamos planes. Claro, todo habría sido perfecto, pero ese “todo” y esos deseos se terminaron por derrumbar en solo un instante.
No me acordé de mucho, sólo de un dolor quemante en mi pecho; además de la falta de aire que experimenté después.
―D-Darien―recuerdo haberlo llamado.
Estaba asustada y eso fue lo único que cruzó mi mente. él me miraba con cara de alarma mientras forcejeaba con el delincuente.
Mi cuerpo temblaba a causa de la desesperación, fruncí el ceño y bajé la mirada, viendo como un gran chorro de sangre emanaba de mí, eso me aterró aún más.
Darien empujó al ladrón y me miró horrorizado.
―¡Serena!―gritó.
Todo se hizo borroso, incluso su voz se escuchaba tan lejana, no sé qué pasó después , pero me ví envuelta en sus brazos y con su rostro empapado en lágrimas.
―Serena…Serena ¿me oyes? Serena mírame… ¡mírame!
Sentí sus manos en mi rostro y lo miré aunque no pudiera reconocerlo.
―Todo va a estar bien ¿me oyes? Todo va a estar bien
―Darien― dije en un suspiro y confiando en sus palabras, no se equivocó, nunca se equivocó... todo estuvo bien.
De repente sentí una suave presión en mis labios. En seguida un coro, voces extrañas como si se trataran de dos en una, *Andrógina* si es preciso decir, me susurró tres palabras.
“Vive, sana y regresa”
Me desperté de inmediato, respirando agitadamente y con una sensación de frio en mi frente y cuello. Parpadee un par de veces, acoplando mi vista hacia un entorno un tanto extraño, no era un hospital y el dolor quemante se había ido.
Un destello color rosa-fucsia impactaba en el techo; me levanté de la cama y observé a mi alrededor.
La ventana estaba cubierta por una cortina fucsia y la luz del sol golpeaba en ella llenando de esa luz toda la habitación, dirigí la mirada lentamente a lo ancho de la cortina deteniéndome en un escritorio con una laptop cerrada y una enorme silla frente a él. Me miré una vez más encontrándome cubierta con un edredón blanco con flores y estrellas, frente a mi estaba un estante lleno de peluches entre los que destacaban los conejitos, al lado estaba el armario; voltee a mi izquierda donde se hallaba el tocador, sobre una mesa blanca con muchos cajones; me miré de abajo hacia arriba, no sé si era mi impresión, pero me veía más delgada que lo que recordaba, detallé mis brazos y mis manos con uñas largas y sin una sola gota de esmalte (barniz).
Alcé la mirada, tocándome el rostro.
‹‹ ¿Dónde carajos estoy?›› fue lo primero que me pregunté, y de inmediato me levanté de la cama.
Aparté la cortina de la ventana, recibiendo la luz del sol de lleno, era tal la fuerza de esta que me ví obligada a hacer sombra con mi mano, observé todo desde la planta en la que me encontraba, no habían muchas casas pero por alguna razón me parecían familiares, como si las hubiera visto antes.
―¿Dónde estoy?― me pregunté ya en voz alta y entonces caí en cuenta, de un cambio súbito… mi voz, no era la misma… sonaba más juvenil.
De un salto corrí al tocador y me quedé en shock cuando ví mi reflejo, o el que supuse era mi reflejo.
―Usagi― dije casi sin aliento y con mis ojos ampliamente abiertos.
Pronto unos golpes resonaron en la puerta.
―Usagi…―esa era la voz de Serenity—. Hija… ¿Podemos pasar?
Voltee la mirada hacia la puerta de la habitación, estaba tan pasmada que no supe que decir.
―Princesa― fue el turno de Endymion―. Permítenos sólo unos minutos.
No tenía idea de si era mi impresión, pero juraría que sus voces sonaban apesadumbradas, aun así volví la mirada al espejo, quedando como al principio, consternada, pero también confundida ¿Qué estaba pasando aquí?
El pomo emitió un sonido al girarse y entonces alcancé a verla silueta de Endymion ingresando, no pude hablar, o gesticular palabra, pues al verme en pijamas y con un short tan corto lo primero que hice fue cubrirme con el edredón; me daba vergüenza que ellos me vieran en esas fachas.
―Princesa…eh, ¿cómo amaneciste?― preguntaba Endymion tan indeciso.
Trató de tomar asiento a mi lado pero de inmediato me levanté.
Los miré a ambos, Serenity se había quedado de pie, al lado de su esposo y mirándome con una cara lánguida, apenada. Por mi parte estaba tan nerviosa que no hacía nada más que mirarlos.
―Entiendo―dijo Endymion en un suspiro cansado―. Entiendo que no me permitas si quiera sentarme a tu lado, y no es para menos, no debí permitir que una tontería como esa ocurriera.
Encogí el entrecejo ligeramente ¿a qué se refería? Y ¿Por qué traían esas caras?
―Hija… sé que tal vez no quieras ni verme por haberte hecho pasar por tal vergüenza con tu padre y con tu tío. Nadie más que yo es culpable por haber pensado que entre tú y Darien había algo―dijo Serenity.
Volví a sentirme confundida, y de nuevo los miré.
¿Qué es lo que está pasando?
Era horrible estar en esa situación, Serenity siguió con sus disculpas y fue gracias a ello que lo entendí todo y a la vez lo lamenté.
―Tenías razón cuando dijiste que ni siquiera había respetado la memoria de Serena, seguramente ella hubiera reaccionado de la misma manera que tú y que Darien.
¿Mi memoria? Entonces quería decir que yo…
Por supuesto, eso explicaba porque estaba en el cuarto de Usagi, asumiendo el papel de Usagi, asimismo comprendí el significado de las palabras… “Vive” que significaría volver, “sana” que sería lo mismo que arreglar tantos problemas que se generaron desde que, me fui y “regresar”… esa no la entendía por completo ¿regresar a dónde? Y de nuevo volvían esas extrañas voces a mi cabeza.
―Por eso estamos aquí, linda. Para pedirte perdón, por nuestros pensamientos tan absurdos y principalmente porque no hice nada para evitar el que pasaras tal vergüenza con tu tío― dijo Endymion.
Me olvidé de las voces y me concentré en atar cabos. Serenity y Endymion pensaban que entre Darien y Usagi existía algún tipo de relación sentimental, de inmediato me irrité, era inaudito pensarlo. Darien en más de una ocasión me aseguró que él amaba a Usagi como a una hermanita menor y no dudé nunca de su palabra, nuestra relación era sólida gracias a que existía confianza entre nosotros. De la misma manera pasaba con los sentimientos de Usagi hacia él, y, escudriñando en mis recuerdos encontré una conversación que sostuve con Usagi. En la que ella me confesó con toda confianza el gusto que sentía por su compañero de clases llamado Mamoru, al cual le decía de cariño “Mamo-chan” era como su amor secreto, hasta se sonrojaba y sonreía con sólo mencionarlo.
Por lo tanto era ilógico que a Usagi le gustara Darien.
―Es increíble hasta donde pueden llegar― hablé por fin, mi voz salía ronca debido a la falta de uso, o tal vez a la conmoción de regresar a la vida y que la primera noticia tras mi… muerte, haya sido esa―. ¿Cómo pudieron?
Estaba tan indignada, que por poco olvidé que estaba en la piel de Usagi.
―En verdad lo lamentamos, cariño― suavizaba Endymion―. Pero, entiéndenos. Nuestro instinto de padres nos hizo reaccionar así. Tu madre malentendió las cosas ya que… tu comportamiento con Darien era demasiado afectivo y pues…
―Solo eran abrazos― argumenté gracias a otros recuerdos que aparecían, de cuando Usagi se abalanzaba sobre Darien las tantas ocasiones en las que nos reuníamos.
Nunca ví nada de malo en ello, además que no iba a arruinar sus lazos con una escena de celos, como lo dije antes, siempre confié en Darien e incluso lo hice después de morir.
―Yo lo abrazaba de esa manera porque lo quiero, él es para mí un ejemplo a seguir―proseguí―. Ni siquiera… Serena― me era difícil acostumbrarme a ese cambio―, veía problemas en ello. Ni siquiera la que se supone estaba afectada hizo un reclamo, porque ella y mi tío se tenían confianza mutuamente.
De nuevo los miré a ambos.
―Se necesita tener una mente tan enferma y perversa para pensar de esa manera, de su propia hija. Y tú, papá, ¿no se supone que él es tu hermano? Un poco… desleal de tu parte dudar de él ¿no te parece?
Ellos bajaron la cabeza avergonzados. Me sentí algo culpable al verlos de esa manera, contemplé la idea de bajar el tono un poco y actuar con más madurez, (no debía olvidar que ellos eran mis padres) sin embargo aún estaba ofuscada así que era imposible pensar con claridad y buscar una forma de conciliar.
Serenity dio unos pasos hacia mí y extendió su mano, pero más se tardó en levantarla que en dejarla caer.
Inspiré hondo, queriendo olvidar la ira que aun reposaba en mí. Ahora mi atención iba hacia Darien, la persona que más me importaba.
―¿Y Darien?―no podría llamarlo “tío” se escuchaba raro hablar de él de esa manera ―¿Dónde está él?
Endymion suspiró.
―No sé. Se marchó anoche, después de nuestra charla en el estudio. Supongo que debió regresar a su apartamento.
Sonreí tontamente al tener noticias de él. El saber que aún estaba en la que fue nuestra casa me reconfortaba, incluso avivó mis deseos de volver a verlo. Quería besarlo, abrazarlo, decirle que aún caminaba ente los vivos; pero me contuve, recordando que ahora era otra persona y que si me comportaba de esa manera le daría motivos a Serenity para confirmar sus sospechas; lo que menos quería era producirles problemas a Darien y a Usagi.
―Quiero ir a verlo―sugerí, de inmediato sus miradas volvieron a mí―. Alguien tiene que ir a darle la cara después de las acusaciones tan terribles que hicieron.
Cruzaron miradas, luego Endymion asintió. En su rostro se veía la culpabilidad latente, me compadecí de él. Siempre fue tan recto y tan amable conmigo que era inevitable no sentir un poco de cargo de conciencia para consigo.
―Iremos, por supuesto.
Mi sonrisa decayó, mi objetivo era ir a verlo yo sola… hablar con él, explicarle el caso tan extraordinario que me sucedió, además que necesitaba un consejo de su parte para descifrar lo que pasó después de mi muerte. Darien se caracterizaba por ser alguien muy inteligente, quizá el daría en el blanco y me ayudaría a resolver el enigma de esas tres palabras, así no tendría que estar haciendo suposiciones a diestra y siniestra.
―Papá, quisiera ir a verlo yo sola, y espero no vayan a pensar que ¿Quién sabe qué? Podría pasar entre nosotros. Sólo quiero hablar con él y pedirle disculpas.
―Nosotros también tenemos que pedirle disculpas. Además tú no sabes dónde Vive Darien.
Fue algo similar a un balde de agua fría, desee en ese momento abofetearme mentalmente y por tonta. Era cierto que Usagi no sabía con certeza nuestra dirección, ¿cómo iba a llegar sin saber en cual manzana o edificio vivíamos con Darien?, algo como eso me pondría en evidencia y arruinaría mis deseos por contarle lo que estaba pasando.
No olvides que ahora eres Usagi.
Me repetí tres veces.
―Por lo pronto prepárate para ir a la escuela, le diré a Kakyu que te vaya preparando el desayuno ¿está bien?― preguntaba Serenity.
Asentí.
―Bien; te dejo para que te arregles.
―Sí; como desees.
Endymion salió tras Serenity, y una vez que cerraron la puerta pude desplomarme en la cama. Definitivamente no soy buena mintiendo, y lo que es peor ni siquiera sé que hago aquí, o ¿Cuál es el propósito de que haya regresado?
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🦋 . 𝐌𝗮𝘀 𝐀𝗹𝗹𝗮 𝐃𝗲 𝐋𝗮 𝕄𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲🦋 (Terminada. ✔️)
FanfictionDarien Shields tenía la vida perfecta, una novia perfecta y por supuesto un futuro brillante, nunca había conocido el concepto de la tristeza; hasta esa fatídica noche en la que por una muy mala jugada del destino pierde a su único y verdadero a...