Darien Shields tenía la vida perfecta, una novia perfecta y por supuesto un futuro brillante, nunca había conocido el concepto de la tristeza; hasta esa fatídica noche en la que por una muy mala jugada del destino pierde a su único y verdadero a...
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Durante toda la noche estuve dando vueltas en la cama, ese título y ese libro se habían encargado de desvelarme: “VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE” como quiera que fuese, me encargaría de averiguarlo sin lugar a dudas.
Al día siguiente salí a trotar como de costumbre, aunque en verdad deseaba ponerme manos a la obra e investigar, pero tuve que calmarme, mis instintos de detective podrían poner en riesgo mis planes y no me convenía. Regresé a la hora de siempre, y como si nada los saludé a todos; terminando con Usako, a la cual le dí un beso en su coronilla junto con una sonrisa, el beso de Judas por así decirlo. Conversamos y reímos, hasta entonces no supe cómo pude mantener esa cortina, me sentía como un criminal aunque fuera absurdo denominarme de esa forma. —Oh, creo que se me hace tarde— interpeló Usako luego de observar su celular. Endymion la miró estático, con una expresión de incredulidad en su mirada. —¿Qué? ¿Por qué me ves así? —Por nada— respondió ahogando una risa—. Suerte en tu examen. Ella asintió sonriente y se despidió de todos; era el momento. —Ya terminé— dije al levantarme de la mesa—. Iré a darme un baño, apesto a sudor. Tanto mi hermano como mi cuñada me dieron el visto bueno mediante un leve asentimiento de cabeza. Subí las escaleras despacio, a un ritmo normal para no levantar sospechas y tan pronto me hallé en la parte alta del segundo piso camine en dirección a la habitación de Usako. Tal vez fui un abusivo por entrar allí sin permiso pero la curiosidad imperaba y no pensé en otra cosa que permitirle que me dominara. Ingresé al cuarto, por poco y me quedo ciego debido al color rosa, tanto, que tuve que parpadear mucho. Caminé hacia la mesa de trabajo de Usako, estaba desordenado como la noche anterior, un montón de hojas dispersas hasta en el piso y una columna de libros inclinada, casi al punto de caerse. Rememoré la ubicación del libro e inmediatamente aparté la pila de hojas que lo tapaba; dicho libro estaba exactamente en el lugar en el que lo había visto. “SUEÑOS LÚCIDOS & VIAJES INTERDIMENSIONALES: ¿Existe vida después de la muerte?” Observé el libro por unos segundos, detallándolo. De verdad no entendía ¿Cómo? Ni ¿Por qué este tipo de temas le interesaban a una joven de catorce años? La única forma de saberlo era buscándolo en sus páginas. Salí de la habitación en completo silencio, caminé hacia el balcón, mirando hacia abajo. Serenity y Endymion se encontraban aun en el comedor, no hubo moros en la costa. Entré a la mía y me quedé allí durante gran parte del día, incluso cancelé mis clases en la universidad. El libro era muy interesante y más por lo que encontré allí. Debido a su constante uso, este se abrió en el lugar, permitiendo que una hoja de papel se escapara del mismo; había párrafos subrayados por el grafito de los lápices, vaya que Usako había trabajado arduamente recopilando información, procedí a abrir la hoja de papel en la que estaban escritos algunos apuntes con un montón de líneas que al principio supuse pretendían conectarse entre sí, el problema era comprender lo que querían decir ya que había demasiados rayones que incluso habían roto la hoja. Entrecerré los ojos unos minutos tratando de entender algo de todo lo que había escrito. El alma transmigra de un cuerpo humano a otro y más que todo si este era un cuerpo perfecto” en seguida una flecha como conector “Es decir un cuerpo que nunca en su vida haya cometido un pecado de categoría mortal.
