🍃 Dos Años Después 🍃
No sé ¿cómo? ni ¿por qué en ese lugar? pero sucedió. Agreguemoslo a mi lista de cosas estúpidas que sólo me ocurren a mi; OK, lo admito me la acabo de inventar, el caso es que me encontraba allí, en la prisión... quiero decir, en la preparatoria.No sé tampoco como llegué hasta allí pero en ese lugar estaba en medio de la muchedumbre que corría y reía como de costumbre, avanzaba poco a poco y mirando a mi alrededor en verdad me parecía extraño estar en ese lugar y lo más raro era que las voces y las risas sonaban como ecos a la distancia.
A mis espaldas estaban Rei y su grupo de brujas, lo supe porque venían hablando como cacatúas sobre cosas superficiales, tan típico en ellas, cruzaron por mi lado pero fue como si nada eso no me pareció raro, Rei lo hace creyendo que su actitud infantil me afecta.
Caminé un poco más y entonces... lo ví, allí estaba él junto a sus amigos; llevaba ese gorro azul oscuro de invierno que tanto le gustaba, del que salían algunos mechones de su cabello, los cuales enmarcaban su rostro y realzaban el encanto de sus ojos celestes; de pronto me miró y enseguida sonrió al igual que yo, les dijo unas cuantas palabras a sus amigos y se alejó hacia el pasillo del fondo, no sin antes darme una mirada por sobre su hombro, era una clara invitación; no lo pensé sólo lo seguí sin importar si los demás me observaban.
Salí al otro extremo del pasillo, estaba en la zona verde del instituto; volví a mirar a los alrededores pero no lo encontraba por ninguna parte. Divisé el seto que se ubicaba en el centro de dicha zona, a la sombra del árbol estaban unas bancas de piedra, sonreí y continué mi camino.
Toqué la corteza áspera del árbol y lo rodee. Vaya que le gustaba jugar a las escondidas.
Sentí de repente un agarre sobre mi hombro, voltee de inmediato; él me miraba sonriente.
—Mamo-chan, me asustaste...
Posó su dedo índice sobre los labios, pidiéndome con ello que callara; se me acercó hasta quedar a escasos centímetros.
—Ahora es mi turno— susurró. Lo cual hizo que mi corazón diera un vuelco.
Mamo-chan se fue acercando cada vez más y en el momento en el que pensé que finalmente había consumado uno de mis más grandes sueños, escuché un ruido molesto y fue así como desperté.,Dirigí la mirada hacia mi mesa de noche era de allí de donde venía el ruido, era la alarma. Patalee ofuscada, hasta mordí una de mis almohadas.
—¿¡Por qué!?— grité con frustración—. Justo en medio de mi mejor sueño.
Descargué mi ira contra las sábanas, golpeándolas con mi puño cerrado.
En seguida escuché los suaves golpecitos de mi madre sobre la puerta.
—Usagi, cariño ¿Está todo bien?
—¡NO!— Respondí iracunda—. ¡Nada está bien!
Seguí gruñendo con furia y frustración, incluso pensé en volver a recostarme; sería un consuelo terminar con el sueño, de no ser porque cosas como esa se dan una única vez en la vida.
—¡Apresurate!—gritó mi madre alarmada—, ¿No has visto la hora que es? Se te hará tarde
Miré rápidamente hacia el reloj de mi alarma: 6:40 am.
—¡Carajo!
De un manotazo aparté las sábanas de mi cuerpo y me levanté; corrí hacía ella armario y me dispuse a preparar mi uniforme, mi mochila estaba hecha un desastre pero el tiempo me acosaba, me metí al baño y empecé a arreglarme.
Bajé aún con el pelo crispado por el agua, abajo estaba mi madre mirándome desde la mesa con un gesto de desaprobación.
—Buen día ma. — saludé apesar de su expresión.
Agarré el tenedor y empecé a engullir la fruta, las tiras de jamón y el pan.
—Come con más calma, te vas a atragantar— reprendió mi madre
—No puedo, se me hace tarde.
—¿Por qué te tardas tanto? ¿Qué es lo que haces?
—Estudiar— corrección: Leyendo mangas.
De reojo ví como me miraba, la sospecha y la duda claras en su cara.
—Tú sabes que no te creo; sin embargo debes saber que pronto cumplirás 16 años, debes empezar a ser más responsable. ¿Ese es el ejemplo que piensas darle a tu hermano?
Puse mis ojos en blanco, olvidaba que era la hermana mayor y como tal debía cargar con el futuro comportamiento de Zafi. Agarré el vaso de jugo y lo bebí de un sólo sorbo.
—Te amo mamá, nos vemos más tarde.
—Igualmente y piensa en lo que te dije, buena suerte.
Le dí un beso en la mejilla y salí.
Tan pronto me encontré afuera, saqué mi celular y miré la hora: 7: 20 am, me dí por vencida, ya era tarde; en menos de diez minutos empezarían las clases y papá no podía llevarme porque estuvo trabajando hasta tarde y debía estar dormido.
Suspiré; otra vez más mi vida dependería de mi tío. Le marqué y tras tres intentos al fin respondió.
—Hola tío; buen día...
—No hace falta que me digas...— me cortó, ni un “Buenos días” siquiera—, Otra vez se te hizo tarde.
—Correcto— dije con voz de animadora de TV
—Usako; ¿Hasta cuando empezarás a ser responsable? Ya tienes 16
Me quedé boquiabierta, fue exactamente lo que me dijo mamá.
—Oye, ¿Acaso tú y mi madre se pusieron de acuerdo hoy? Están repitiendo frases.
—Será porque tenemos razón, reconocelo. Deberías tomar mi consejo y dejar de leer mangas y cómics por las noches, aprovecha el tiempo para descansar
—Lo sé y lo siento; pero ahora no tengo tiempo para los sermones me quedan 7 minutos para llegar a la preparatoria o de otro modo me dejarán por fuera y si eso pasa mi mamá va a matarme, ayúdame por favor.
—Está bien, pero es la última vez que te alcahueteó ¿está bien?
—Si; pero apresurate, no me queda mucho tiempo.
—Haré lo que pueda.
Salí de casa, quiero decir: caminé hasta la esquina de nuestra propiedad, donde tuve que esperar a mi tío unos largos cinco minutos; estaba perdida, La señorita DarkMoon no me iba a dejar entrar a clases.
Nos miramos el uno al otro, su rostro estaba inexpresivo mientras yo me sentía deprimida por perder la primera clase.
No tenía derecho a reclamarle nada a Darien, de todas formas era mi culpa.
Mi tío condujo hasta la puerta del plantel, el patio se veía vacío y eso me frustró aún más; mi tío se quitaba el cinturón de seguridad, yo por el contrario me mantuve con los brazos cruzados, ya se me habían quitado las ganas de ir al salón de clases.
—¿No vas a bajar?
—Ya no quiero, me imagino lo que va a pasar a continuación.
—Usako, no es la primera vez que te pasa. Ya deberías tener más experiencia y no cometer los mismos errores.
Hice un puchero.
—Pero vamos; a ver que nos dicen, no puede ser tan malo ¿O si?
Negué.
—Entonces ¿Qué esperamos?
Me cubrí el rostro con las manos, frotando mis párpados e inhalando un poco de aire me quité el cinturón.
Caminamos al interior del instituto, mi tío me rodeaba con su brazo a modo de consuelo, avanzamos rumbo a la dirección donde me darían mi reporte.
ESTÁS LEYENDO
🦋 . 𝐌𝗮𝘀 𝐀𝗹𝗹𝗮 𝐃𝗲 𝐋𝗮 𝕄𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲🦋 (Terminada. ✔️)
FanfictionDarien Shields tenía la vida perfecta, una novia perfecta y por supuesto un futuro brillante, nunca había conocido el concepto de la tristeza; hasta esa fatídica noche en la que por una muy mala jugada del destino pierde a su único y verdadero a...