—¿Y bien?— les pregunté aun con mi espalda pegada a la puerta, luego de que Setsuna se marchara.
Los tres compartieron miradas; Usako se mantenía tan sonriente como siempre, aunque no sabía si era mi impresión pero, sentía que ella lucía tan diferente. Me permití estudiarla en ese momento de silencio, pero nada parecía fuera de lo normal.
Volví la mirada hacía Serenity y hacia mi hermano, ellos se tomaron de las manos, y ella asintió.
—Hemos venido aquí para pedirte perdón por lo de anoche; fue una completa grosería el haber pensado que Usagi y tú…
Exhaló un suspiro. En su rostro se mostraba el arrepentimiento, al igual que en Serenity quien, a pesar de haber interactuado conmigo durante la tarde aún seguía sin querer verme a la cara.
—Bueno; no tiene caso repetirlo ¿verdad lo que queremos es pedirte una disculpa y que por favor vuelvas a casa.
Me pasé la mano por el rostro, mientras meditaba las palabras de mi hermano. Resoplé, despejando mi mente para tomar una decisión.
—Acepto tus disculpas, porque somos hermanos porque entiendo sus razones— señalé a ambos con la mirada—, aman a Usako, y en su instinto de padres quisieron protegerla. No niego que me indignó muchísimo el que dudaran de mí, pero al final les concedí la razón.
—Quiere decir que…— comentaba Usako expectante; la miré unos instantes y le sonreí.
—Los perdono, sin duda alguna.
Los tres jadearon entusiasmados, hasta Usako dio un grito sutil.
—Pero eso no es garantía de que vuelva a casa con ustedes— corté de inmediato.
Como era de esperarse sus sonrisas se desvanecieron, mi pequeña sobrina fue la primera en protestar.
—¿Qué? pero… Darien.
Dio unos cuantos pasos hacia mí, su rostro estaba encogido en una expresión de confusión.
—Darien, ¿Por qué no quieres volver a casa?
La miré de nuevo y al verla tuve una extraña sensación y es que su mirada, tan tierna y juvenil lucía más impactante que de costumbre, parecía más fresca; que con solo entrar en contacto con ella entraba en calma, me parecía muy familiar.
Parpadee de pronto, despertando de ese diminuto trance; me pareció raro.
—Esta es mi casa Usako, aquí viví los mejores momentos con Serena— mi voz se quebró al recordarla—. Aquí están guardadas todas las cosas bonitas que pasamos juntos, no puedo simplemente irme. Sería como ahondar el hueco que hay en mi corazón y a decir verdad, no podría soportarlo.
Usako carraspeó con fuerza.
—Perdón.
Respiró hondo y tomó asiento.
—Hermano, recuerda lo que te dije. No puedes quedarte en este lugar, aunque sea tu casa propia, no es apto para afrontar tu proceso de duelo; en vez de sanar lo que harás será empeorar, tú no estás listo para habitar aquí tan sólo… temo que en medio de toda la agonía que sientes termines por cometer una locura.
—¿Crees que pueda desarrollar alguna tendencia suicida?
Endymion me miró preocupado.
—Si—respondió sin titubeos—. Temo que en tu soledad termines por suicidarte. Y, como verás no puedo quedarme con los brazos cruzados viendo como mi pequeño hermano se consume en una posible depresión. En casa está tu familia para apoyarte.
Estuve a punto de recriminarle lo de la acusación, pero decidí morderme la lengua, se suponía que ya los había perdonado y no tendría caso volver a formar un pleito innecesario.
—No puedo Endymion, simplemente, no quiero.
Mi hermano lanzó un sonoro bufido, lo conocía bien, así se comportaba cuando no lograba llegar a un acuerdo. Pensé que terminaría por rendirse, pero no conté con la intercesión de mi sobrina.
—Darien… si lo dices por lo que pasó anoche, te prometo—alzó la mano derecha—, que no volverá a pasar ¿verdad mamá?
Dirigió su mirada hacia Serenity.
—Así es.
—Por favor Darien, vuelve a casa. Papá tiene razón, este lugar es muy solitario, en cambio en casa podrías tener la compañía que necesitas. Si no lo quieres hacer por ti…hazlo por Serena, estoy segura que, a ella no le gustaría verte así, estoy segura que ella estaría de acuerdo con todos nosotros.
Quedé sin palabras al oír a Usako; se oía tan madura, tan sabía, y lo peor de todo, no podía creer que una niña menor de quince años pudiera sermonearme de esa manera. Pero la impresión no fue solo mía, sus padres también estaban tan estupefactos como yo, hasta parecía que conociera a Serena mejor de lo que yo la conocía.
—¿Por qué me miran así?
—¿Desde cuando tienes ese don para expresarte así?— preguntaba Endymion con algo de dificultad.
—Eso no importa, lo importante es que Darien no se quede solo en estas cuatro paredes, yo, al igual que mi papá quiero verte en casa, pero principalmente, quiero verte sonreír otra vez.
Esas últimas cinco palabras calaron en lo más profundo, se puede decir que le brindaron calor a mi alma atormentada; era como ver un halo de luz entre tanta oscuridad, incluso hasta el día de hoy me siento como un idiota por negarme a ver que aún tenía a mucha gente que me esperaba con los brazos abiertos.
—Está bien; me convencieron. Regresaré a casa, pero… será temporal
—Hasta que te sientas listo— dijo Endymion.
—¡Genial! No se diga más, vamos a empacar.
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🦋 . 𝐌𝗮𝘀 𝐀𝗹𝗹𝗮 𝐃𝗲 𝐋𝗮 𝕄𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲🦋 (Terminada. ✔️)
Fiksi PenggemarDarien Shields tenía la vida perfecta, una novia perfecta y por supuesto un futuro brillante, nunca había conocido el concepto de la tristeza; hasta esa fatídica noche en la que por una muy mala jugada del destino pierde a su único y verdadero a...