🦋 . 𝐌𝗮𝘀 𝐀𝗹𝗹𝗮 𝐃𝗲 𝐋𝗮 𝕄𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲🦋 (Terminada. ✔️)

༺╯「*」Quinta parte. 「*」╰༻

   ―Usako― dijo él con una sonrisa en los labios, sólo con ello pude olvidarme de la desagradable presencia de la buscona de Setsuna.
   No me sorprendía su descaro, más tardé en morir que ella en meterse a mi casa.
   Volví la mirada hacia él, su rostro se veía debilitado, triste, aunque se esforzaba por esbozar una sonrisa, le devolví otra por mi parte, tratando de alentarlo a pesar de morirme por decirle que había vuelto. Que, aunque estuviera en el cuerpo de Usagi, yo seguía siendo la misma.
   Él alzó su mirada hacia adelante y su sonrisa se desvaneció.
   ―Darien― habló Endymion―¿Qué tal? ¿Cómo has estado?
   Darien ladeó su labio y luego volteó hacia Serenity.
   Giré mi rostro a cada lado y de nuevo miré a Darien, él lucía tan serio; casi angustiado de verlos, y no era para menos cuando te acusan de querer enamorar a tu sobrina.
   ―Endymion, Serenity, pensé que no querían volver a verme― dijo con sequedad.
   ―¿Podemos pasar?― le pregunté con el fin de romper el ambiente tan tenso.
   Darien volvió a sonreírme y asintió.
  Al dar el primer paso recordé que la bruja seguía allí, sentada en el sofá, como si fuera la ama y señora de mi apartamento. Pero en mi condición, no podía hacer nada.
   ―Hola― saludó ella con esa m@ldita sonrisita de mosquita muerta, la odié. Hasta tuve deseos de lanzármele y sacarla a patadas.
   ―Hola― saludaron “mis padres”, yo mientras tanto me quedé de brazos cruzádos y mirándola fijamente.
   ―Ah; Setsuna. Emmm, ellos son mi familia― señaló Darien―. A mi hermano Endymion ya lo conocías ¿Verdad?
   ―Hola Setsuna, me da gusto verte.
   ―Ellas son Serenity y Usako: mi cuñada y sobrina respectivamente.
   ―Gusto en conocerte, Setsuna― saludaba Serenity con una sonrisa.
   Me quedé boquiabierta al verlos tan amables con ella.
   Pero ¿Qué le pasa a la gente?
   No está demás decir que me sentí traicionada.
  ―¿Cómo vas Usako?―sonrió como idi0t@  de nuevo.
   Puse mis ojos en blanco  ¿Cómo se atreve a llamarme así? sólo Darien podía hacerlo.
   Mientras yo siguiera en este mundo no le iba a tolerar que envene-nara ese apelativo con su lengua viperina.
   ―Usagi a secas― le dije con un tono hostil.
   Pronto su máscara de amabilidad se cayó, pues su mirada se volvió opaca y desdeñosa, tal vez la misma expresión que yo tenía.
   Puedes engañarlos a todos menos a Serena Tsukino, o en su defecto Usagi Shields. quise decirle.
  ―Pónganse cómodos― sugirió Darien―. ¿Les ofrezco algo? ¿Agua, refresco o café?
   ―Agua― dijimos todos.
   Darien asintió, dirigiéndose enseguida a la cocina.
   ―Te ayudo Darien.
  Él frunció el ceño confundido y después se escuchó  el bufido de Serenity; ya me imaginaba la incomodidad que sentía porque me fuera con Darien o peor aún que le hablara con tanta confianza.
Caminamos hasta llegar a la nevera, preparamos los cinco vasos junto con la bandeja. Darien aprovechó la cercanía para hablarme por lo bajo y así no perturbar a los demás.
   ―Usako ¿es mi impresión o te molesta que Setsuna esté aquí?
   Muy perspicaz Darien; muy perspicaz
   Espiré con fuerza, ya conocía mi carácter y era más que seguro que explotaría con él sin que fuera el culpable.
   ―Claro que me molesta ¿No recuerdas cuantas veces trató de separarlos a ti y a Serena? ¿No es obvia mi molestia? Es más ¿Por qué tiene que estar aquí?― solté con indignación.
  Al levantar la mirada y cruzarla con él, me di cuenta que estaba estupefacto. Parpadee unas cuantas veces y mordiéndome el labio para no reírme, pues sus gestos eran graciosos.
   ―¿Qué pasa?― le pregunté.
   ―¿Cómo es que sabes todo eso?
     Me sentí estúpida luego de oír su pregunta, además que me había quedado sin voz. Sentía como mi mandíbula y mis labios temblaban a medida que buscaba una respuesta contundente para justificar mis impensados reclamos. Necesitaba pensar rápido.
   ―Emm; bueno… Serena me comentó eso hace ya un tiempo. Estaba furiosa por todo lo que pasó entre ustedes y por culpa de ella―la señalé con la mirada―. ¿No es lógico que esté furiosa? Es más que obvio que ella está aprovechando el que Serena está muerta para acercarse a ti… y eso es algo que no pienso permitir.
  Lo miré nuevamente, la tristeza volvió a surcar en su cara. Él suspiró con nostalgia, fue en ese pequeño instante en que me “golpeó” su semblante.
   No quería verlo así, me dolía que estuviera pasando por algo tan amargo, quería consolarlo… quería hablar. Pero seguía como al principio, sin opciones y con restricciones, todo eso me llevo a pensar en las mismas preguntas de esa mañana ¿A qué volví al mundo? ¿Qué tiene que ver Usagi en todo esto? Y al igual que entonces, me frustré.
   ―¡Hey, Chicos!― gritó Endymion desde el fondo y rompiendo la burbuja del silencio reinante―. ¿Qué pasó con nuestra agua?
   ―Ya vamos papá.
  Darien terminaba de llenar los vasos, poniéndolos enseguida sobre la bandeja.
   ―Lo lamento― susurré.
  El dio una media sonrisa y negó.
   ―Descuida.

   

   Estuvimos gran parte de la tarde charlando y riendo, pero ellos. Porque por mi parte no quería escuchar lo que la encantadora Setsuna les contaba, sus tantas anécdotas de su patética vida, escucharla me daba nauseas; Serenity y Endymion estaban más que complacidos con ella, no me extrañaría que tarde o temprano convenzan a Darien para que rehaga su vida con esa bruja, sería la cereza en el pastel.
   ―Princesa ¿Por qué no te ríes? Setsuna es una chica muy graciosa― me preguntaba Endymion.
  Sonreí con malicia.
    ―Sabes que pienso igual― dije con malicia―. Deberían contratarla en el circo, así completaría perfectamente la nómina de payasos, si hay vacantes claro está.
   Setsuna me miró verdaderamente ofuscada, sus puños cerrados y su cara roja la delataban.
   ―Usagi― gruñó Serenity, también con el puño cerrado. Me recargué de nuevo en el espaldar de la silla para calmarme― .Una disculpa, ya sabes cómo son los adolescentes.
   ―Olvídalo Serenity, todo está bien.
   Setsuna miró a su reloj y su sonrisa se desvaneció.
   ―Serenity, Endymion fue un gusto compartir con ustedes, creo que ya es hora de irme.
   Hasta que por fin dices algo coherente pienso pero no lo digo.
   ―Pero Setsuna…― rogaba Serenity apenada.
   ―Descuida Serenity, en serio todo está bien. Tengo pendientes, sin embargo me agradó mucho su compañía.
   Volteó hacia Darien.
   ―Continuamos en la noche ¿sí?
   ―Sí― respondió Darien.
  ―Hasta luego.
   Todos se despidieron amistosamente de ella, mientras yo sentía que por fin podía respirar a gusto.
    ―Luego nos arreglamos tu y yo ¿me oíste?― advertía Serenity y a regañadientes.
   Era verdad, no quería meter a Usagi en problemas, pero tampoco podía quedarme quieta viendo como me quitaban lo que era mío. Cualquier regaño de Serenity valía la pena con tal de mantener a Setsuna a raya, por lo pronto disfrutaría de coronarme con los laureles de esa pequeña victoria.

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