Travestismo |Maitake| |+18|

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El viento arrancaba con fuerza las verdes hojas de los árboles de cerezos, el Astro Rey que recién había salido, iluminaba con sus cálidos rayos la fría ciudad de Shibuya.

Estaban en el apogeo de la primavera, la perfecta estación para los amantes, el amor se respiraba en aire.

Takemichi podía ver parejas a diestra y siniestra, no sólo en su escuela sino que en cada esquina.

Incluso ahora, que caminaba a la escuela, había una pareja enfrente suyo, los cuales estaban tomados de la mano. Era una chica y un chico de su misma escuela, tenían las mejillas levemente rojas y se hacían pequeñas e inocentes bromas.

Ver esa clase de escenas, provocaban sentimientos de envidia, en su corazón.

Él también deseaba ser amado.*

Miró su mano derecha, un tenue sonrojo cubrió sus mejillas, aun podía sentir la calidez del tacto de aquel excéntrico chico rubio...

Negó con la cabeza, apartando ese recuerdo, no podía hacerse tontas ilusiones. Obviamente aquel chico sólo había dicho esas cosas, porque creyó que era una chica.

Probablemente si lo hubiera visto como un chico, jamás hubiera sentido nada de atracción.

"— Definitivamente te haré mi novia."

— Novia... — repitió desanimado, tomó entre sus dedos un mechón de su largo cabello negro y la observó con una mirada agridulce — Que tonto soy...

Takemichi tenía organos sexuales masculinos, pero a veces se sentía como una chica, a veces como un chico, a veces no era ni lo uno ni lo otro. Aquello se denominaba género fluido, pero para la sociedad sólo era otra "sucia y repugnante enfermedad. "

Takemichi sabía que encontrar a una persona que lo ame sin importar como se vestía o como se expresaba, en una sociedad tan cerrada de mente, era difícil por no decir imposible.

Hace un par de años intentó tener un noviazgo, pero su relación ni siquiera duró tres días, ya que su novia simplemente no podía soportar besarle cuando se vestía de mujer. Takemichi no le guardaba rencor, después de todo, aunque esa experiencia fue desastrosa, Tachibana Hinata nunca le faltó el respeto incluso intentaba defenderlo del intenso acoso escolar que recibía, por ser un "desviado."

La fémina lanzó un suspiro amargo, mientras deslizaba la puerta de su salón y entraba. Aún era algo temprano, así que no había tantos estudiantes.

— ¿Ah? Hola Michi — saludó Akkun de manera desinteresada, mientras hojeaba un manga de pandilleros.

— ¿Qué haces tan temprano en la escuela? — preguntó con curiosidad Takemichi, mientras colocaba su mochila en su pupitre y sacaba sus útiles escolares.

— Mi madre me obligó a despertar temprano y...

— Eso es mentira — habló Yamagishi que recién entraba al salón — Akkun sólo quiere impresionar a una chica.

— ¡Claro que no! — gritó el pelirrojo molesto, mientras un leve carmín pintaba sus mejillas.

— ¿Una chica? — repitió Takemichi incrédulo.

— Va en el salón B. Yo apuesto a que es la delegada de clase — dijo Takuya, sin levantar la vista de su celular.

— Pues yo apuesto a que es la sub delegada — habló esta vez Makoto, abrazando por la espalda a Takuya.