Capitulo 3

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_________________________________________𝓐𝓬𝓵𝓪𝓻𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼
𝓣/𝓝: 𝓣𝓾 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮
𝓣/𝓐: 𝓣𝓾 𝓪𝓹𝓮𝓵𝓵𝓲𝓭𝓸
𝓣/𝓐𝓟 :𝓣𝓾 𝓪𝓹𝓸𝓭𝓸
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—𝓝𝓾𝓷𝓬𝓪 𝓶𝓪𝓼 𝓽𝓮 𝓪𝓬𝓮𝓻𝓬𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓪 𝓶𝓲 𝓛𝓪𝓻𝓲𝓼𝓼𝓪 𝓦𝓮𝓮𝓶𝓼

Ya había pasado una semana desde que fuí a dejar a Ravvena a Nunca más y todo estaba calmado, demasiado calmado, estoy segura de que mi pequeño demonio esta tramando algo, estar calmada durante tanto tiempo no es algo normal en ella.

Estaba en mi casa trabajando en un nuevo plan laboral, desde que salí de Nunca más me tuve que infiltrar en el mundo normie para generar dinero y gracias a mis habilidades persuasivas ni siquiera me pidieron algún comprobante de que salí de la universidad y me dejaron a cargo de una empresa.

El día estaba transcurriendo normal y calmado hasta que recibo una llamada al teléfono fijo de la casa, suspiro y atiendo el teléfono.

—¿Hola? ¿Quien habla?
—Hola T/N soy Larissa, te llamo para pedirte que vengas.
—Señora Weems, ¿Y para que sería eso?
—Sería mejor si tu misma lo ves, además de que hay algo que tenemos que hablar, es sobre Ravvena.

Lo sabía, ¿Como era posible de que una criatura tan pequeña sea tan desastrosa?

—Esta bien, estare allí en unas horas señora Weems.
—Gracias T/N, te veo más tarde.

No respondo y corto la llamada, me siento en el sofá y supiero, ¿Que fue lo que hizo para que me llamaran?, Nunca más era una academia bastante tolerante con las travesuras y bromas, yo misma participe de algunas pero nunca nada demasiado grave como para llamar a mis padres.

Después de tomarme una taza de café me subí al auto para comenzar a conducir hacía Nunca más, nuestra casa quedaba bastante lejos y si quiera llegar a la academia como prometí tendría que apresurarme.

En mi mente solo estaba pensando en que lío se había metido Ravvena y en cuanto llegue me di cuenta que era algo grave, la mayoría de alumnos estaban en el patio principal con la ropa teñidas de un color negro y cubiertos de hojas y ramas, la academia no se quedaba atrás el pasillo principal también estaba sucio y las paredes estaban rayadas con la misma pintura negra.

—¿Que fue lo que hiciste Ravvena?

Susurro para mi misma mientras continuo caminando hacia la oficina de Weems.

Cuando ya estoy afuera de ella golpeo la puerta y escucho a Weems hablar.

—Adelante.

Cuando estoy a dentro veo a Ravvena sentada frente de Larissa y me siento a su lado.

—Buenas tardes señora Weems.
—Serían buenas de no ser por Ravvena.

Miro a Ravenna y ella trata de hablar.

—T/N te juro que no es lo que parece.
—Ravvena guarda silencio, después hablaremos.
—Pero-
—¡Pero nada! Te dije que después hablamos.

No la deje seguir hablando y miro a Weems.

—Bueno, todo iba bastante tranquilo durante toda la semana pasada, pero hoy cuando íbamos a tener nuestro acto semanal y vimos las paredes rayadas, la verdad no le tomamos demasiado importancia hasta que cuando estábamos todos reunidos en salón de eventos todos fuimos bañado en pintura negra.

Yo alzó mi ceja y suspiro.

—Y como esta segura de que fue Ravvena.
—Porque ella fue la única a la que la pintura no ensucio, encontramos la pintura negra en su habitación sin mencionar que cuando la confrontamos atacó al resto con hojas y ramas que pillo en el suelo.

Eso explica porque todos se veían de esa manera pero antes de que pueda hablar Weems dijo:

—Ah sí y amenazo con drenarme la sangre cuando dije le que te iba a llamar.

"Yo quiero drenarte la sangre" pienso para mis adentros mientras suspiro y miro a Weems.

—Entiendo, ¿puedo tener un momento de privacidad con ella?
—Por supuesto, espero que esto se solucione pronto T/N.

Asiento mientras ella comienza a caminar fuera de la oficina, cuando escucho la puerta cerrarse me levanto de la silla y miro enojada a Ravvena.

—¡Una semana y ya me mandaron a buscar!

Ella se queda en silencio y mira hacia abajo.

—Atacar con ramas y hojas, ¿Es enserió?
—Si hubiera hecho algo más estos débiles no hubieran aguantado.
—Por supuesto que no, pero no viniste aquí para tratar de atormentar a tus compañeros.
—Bueno, ello se lo buscaron, ¡Creyeron que como mis colmillos no están desarrollados no tenía el resto de nuestras habilidades vampiricas!

Suspiro y me acerco a ella con cuidado, cuando estoy frente a frente con Ravvena y agarro sus mejillas.

—Escuchame bien, tu eres Ravvena T/A y no tienes nada que demostrarle a nadie, estas personas de aquí simplemente no estan a nuestro nivel, solo tratan de hacerte sentir menos, pero recuerda quien eres.

Veo como sus ojos se llenan de lágrimas y se tira a abrazarme, le de vuelvo el abrazo rápidamente y ella esconde tu cara en mi cuello.

—Y-yo lo lamento mucho T/A, juro que no quería que esto fuera así.
—Lo sé pequeña, lo sé.

Beso su cabeza y acaricio su espalda, después de un rato ella deja de llorar pero se mantiene en mi cuello.

—Necesito que me prometas de que no volveras a hacer algo así.
—Desearía que pudieras quedarte aquí.
—Yo también lo desearía pequeña.

Después de un rato se escucha un golpe en la puerta, beso su mejilla y Weems entra a la habitación de nuevo.

—Lamento interrumpir pero necesitamos continuar con nuestra conversación.
—Sí, esta bien, ya hablamos el tema y Ravvena se compromete a no hacer algo así de nuevo.

Ella se sienta sobre su escritorio y se cruza de piernas de una manera elegante.

—Aún que me encantaría simplemente creer tu promesa me temo que no puedo hacerlo.
—¿Como que no puede hacerlo señora Weems?
—Sí, es la segunda semana de clases de Ravvena y ya hizo un gran alboroto, necesito una garantía de que no va a volver a suceder.

Pongo los ojos en blanco y la miro directamente a los ojos.

—¿Que quiere de garantía señora Weems?
—Quiero que seas la nueva maestra de magia y cuidados mágicos T/N.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐦𝐚𝐭𝐞𝐬   | 𝓛𝓪𝓻𝓲𝓼𝓼𝓪 𝓦𝓮𝓮𝓶𝓼 𝓧 𝓵𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓪 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora