Adara
No lo soporto más.
No importa todo lo que pase, pasa o vaya a pasar. No importa cuantas excusas ponga, cuantos pretextos, no importa todo lo que diga o haga. Siempre es lo mismo.
¿¡Por qué siempre me toca lavar los trastes a mí!?
Llevo días sufriendo por exactamente lo mismo. Le he inventado miles de excusas a la abuela, ya sean verdad o no, nunca logro librarme de ello.
Desde que vivo con la abuela, o, desde pequeña, o para ser más precisa, desde que ocurrió, aquella tragedia... Ella se ha encargado de darnos una buena educación, y, entre esta educación, está hacernos más independientes. Por eso, todas las tareas del hogar están repartidas entre mi hermana Stella y yo.
La abuela sabe perfectamente que yo odio lavar los trastes. Puedo hacer cualquier tarea pero lavar los trastes es la que más detesto, y hacerlo por la noche es aún más detestable.
Seguro se preguntarán ¿Si lo odias por qué tu abuela te obliga a hacerlo? Bueno, por excusas como:
Mientras más lo hagas, y mientras más te acostumbres más te va a gustar.
Debes saber hacer de todo, nadie sabe por cuanto tiempo estaré contigo y con tu hermana, y pase lo que pase debes estar preparada.
¡Porque sí!
Cosas como esas me repite cada vez que intento protestar.
Bueno, yo entiendo su punto, y sé que aunque yo no lo desee, la abuela no será eterna. Pero...¿¡No puedo lavar los trastes aunque sea, un día sí y otro no!? ¡Stella nunca lo hace! Y es muy injusto.
Por eso decidí que iba a escaparme solo por un momento.
Si, lo sé, suena ridículo e infantil, pero, es para huir hoy de la "labor". Sé que de todos modos voy a seguir teniendo que lavar los trastes pero, hoy, voy a librarme de ese castigo.
No importa si es de noche, no importa si después me voy a llevar la peor de las reprimendas pero hoy no voy a hacerlo. Hoy necesito despejar de eso. Obviamente voy a dejar una nota y todo eso para que no se preocupen. Porque, después de lo que ocurrió... La abuela es capaz de llamar a los agentes de la FBI.
Es viernes por lo que mañana no tengo que ir a la preparatoria. Pero además, mi queridísima amiga Emma es una gran colaboradora. Porque cuando huya la casa a donde me infiltro va a ser la suya.
Todo está planeado, no hay fallas en nada.
Justo a la hora salí cuidadosamente por la ventana con mi pequeña mochila al hombro.
La caída fue algo pesada, mi habitación está en el segundo piso por lo que tuve que salir con mucho cuidado sosteniéndome de levaduras homogéneas.
Mi abuela me va a matar.
Ya en tierra firme fue casi inevitable hacer un repaso mental de todo
Ya dejé la nota, tengo en la mochila ropa para vestirme por la mañana, cepillo de dientes, celular, cargador, entre otras cosas necesarias. La ruta a casa de Emma es directa y segura. Ella me esperará en la puerta trasera y veremos películas tranquilamente en su habitación. No tengo que lavar los trastes y eso es un alivio, y ya me bañé y tengo el estómago lleno.
Perfecto...
Espero a que mañana la abuela no limpie el piso con mi cabello, bueno, esperemos a que lo entienda.
Me encaminé hacia casa de Enna mirando a todas partes.
Desde pequeña camino mirando a todos lados, es casi inevitable, todas las personas cometemos gestos inevitables, y el mío es ese. Mirar a todos lados.
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No dejes que se marchite
Mystery / ThrillerSinopsis: Adara y Stella tienen una fascinación por las flores. En su antigua casa se encontraba un gran jardín con miles de ellas. Desde pequeñas se encargaban de cuidarlas y se han prometido que no pueden dejar que se marchiten jamás. Pero las co...