𝓒𝓾𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮

5K 290 21
                                    

Unos quejidos y mucha tos me despertaron, me dí vuelta y ví a mi novia acurrucada temblando, de inmediato me preocupé.

—¿Estás bien, mi amor?— puse mi mano en su frente, está hirviendo pero está sudando frío, me senté en la cama— Mi vida estás prendida en fiebre!!—

—Estoy bien, linda— dijo en un susurro—

—Si, pues no lo estás —me levanté de la cama y me puse unas pantuflas— Mientras pongo hacer un té ve quitándote la ropa quedando solo con la ropa interior—

Bajé a la cocina y puse hacer un té, de inmediato cogí un trapo limpio y lo mojé, también tomé una pasta y serví un vaso de agua para dárselo.

Subí y ______ está arropada de pies hasta el cuello.

—Mi amor, ¿Ya estás en ropa interior?— pregunté dejando todo en la mesita de noche—

Asintió.

—Bien, entonces siéntate— lentamente lo hizo mientras tose— Toma —le pasé la pasta y el agua y se la tomó— Muy bien, cariño.

—Gracias, linda. Pero... —tosio— quiero que descanses— se volvió acostar pero boca arriba—

Negué.

—Está bien mi amor, no pasa nada, quiero cuidarte, no me gusta verte así —me incliné para darle un beso pero corrió su cara y con su mano me alejó, la miré confundida—

—No quiero que te... —estornudó— enfermes. No habrán besos mientras esté así...—tosio— ¿De acuerdo?.

Sonreí al darme cuenta que aún ella estando así de mal también se preocupa por mi.

—De acuerdo, está bien —sonrió levemente—

—Te pondré este trapo, está frío —lo cogí y se lo puse en la frente— ¿Así está bien?.

Asintió con sus ojitos cerrados.

Es tan linda.

—Oh, casi lo olvido, iré por el té—

Bajé a la cocina y lo serví para después llevárselo.

—Toma, es de limón, tu favorito— se lo dí y se lo empezó a tomar—

—Te amo, eres muy linda conmigo— dijo mirándome—

—Me gusta cuidarte, así como tú lo haces cuando me siento mal, y yo también te amo— sonreímos—

Después de unos minutos mi hermosa novia se tomó el té y nos acostamos de nuevo a dormir o bueno, al menos tratar.

Quité una cobija para que se le baje un poco la fiebre.

Al otro día.

Me desperté por el sol en mi cara, miré la hora, ocho y cuarenta.

Me dí la vuelta y no está _______ a mi lado, fruncí el ceño y me senté en la cama apoyando mis antebrazos en esta.

—Mi vida, ¿En dónde estás?— subí la voz un poco—

—Aquí estoy, linda— dijo entrando al cuarto con papel sanitario en su mano— Para los mocos.

Asentí.

—¿Como te sientes?— pregunté levantándome de la cama—

—Ya mucho mejor, solo tengo tos y la nariz tapada, ya no tengo fiebre y los escalofríos se fueron— sonrió y se acostó— Todo gracias a ti.

—De nada, mi amor. Ahora ponte algo que no te de ni calor ni frío— dije al ver que solo tiene una bata—

—Como tú digas—

Fuí a la cocina y preparé el desayuno, huevos, tostadas, café y jugo de mango, es su favorito. Por mi lado voy a comer un plato de manzana, banano y fresa picadas.

Puse todo en una bandeja y lo lleve al cuarto.

—Toma mi amor— se sentó en la cama y tomó la bandeja—

—Jen, de verdad no tienes que molestarte por mi—

—No es molestia si lo hago con todo mi amor para ti— dije y sonreímos ambas—

—Cada día me enamoras más, linda—

—Y tú a mí— me acerqué pero me volvió alejar—

—Te dije que no, Jenna Marie— fingió enojo para después reírnos— Que no tenga fiebre y escalofríos no significa que esté totalmente bien, mi amor. Cuando esté bien te daré muchos besos— dijo dándome un guiño—

—Está bien—

Empezamos a desayunar y me sentí plenamente feliz, como todos los días de estar junto al amor de mi vida, la persona que llena de alegría mis días y yo los de ella, ambas nos complementamos tan bien, definitivamente la amo y yo sé que ella a mi igual.



Jenna Ortega O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora