Capítulo XX -El fuego apagado de un dragón

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🔺Capítulo XX🔻
▪️El fuego apagado de un dragón▪️

🔺Capítulo XX🔻▪️El fuego apagado de un dragón▪️

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Tras aquella confesión y el rechazo del Targaryen un horrible e incómodo silencio se hizo entre ambos. Momento en el que la mesera llegó con dos grandes jarras con vino. Rhaenyra tomó la más cercana a ella y sin miramientos la bebió de tragó, dejando realmente sorprendido a Daemon.

-Jamas nadie me amará...- Rompió el silencio Rhaenyra- Mi futuro esposo ni me mira. Vos preferís a mi hermana...¿Por qué siento que soy invisible para el mundo ?- Una pequeña sensación de pena inundó al joven al escuchar hablar así a su pequeña sobrina. Aquello que ella sentía debía de ser realmente horrible-

-El amor no es tan bonito como lo escriben en los libros. Nunca ha sido. Y nunca lo será.- Tomó la jarra que quedaba, dando un largo trago de ella- El amor es una puta guerra. Duele cada golpe. Pierdes el aliento en cada movimiento. Cuando se pierdes sientes que como tú corazón se para... Y solo en las pocas ocasiones que ganas... es la mejor de las sensaciones...- Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, pues su mente no había podido evitar pensar en ella...-

-¿Crees que algún día llegaré a sentir eso...?-

-Claro... Todos alguna vez lo hemos sentido... Os tocará a ti también Rhaenyra. Confía en mi...- Le dedicó una pequeña sonrisa . Esta se la devolvió alfo esperanzada para después asentir con su cabeza. Agradeciendo las bonitas palabras de su tío-

La noche se alargaba entre tio y sobrina quienes pasaban el rato bebiendo en aquella taberna alejada de la ciudad. Cada vez más vacía, la noche más oscura y ellos cada vez más ebrios.

Tío y sobrina reían absurdamente aún con sus jarras en la mano tras ser esta la sexta que se bebía cada uno. La dueña del local barría y limpiaba el suelo mientras echaba ciertas miradas a ambos

-Deben pagar e irse. Es hora de estar ya en casa- Les ordenaba algo ya malhumorada-

-¿Ya es de día?- Preguntó algo aturdida/ebria Rhaenyra-

-No, pero el alba no tardará mucho- Rhaenyra se levantó torpemente de su asiento tras aquellas palabras-

-Debemos irnos rápido. Sino se enteraran de que nos hemos escapado- Daemon observó a Rhaenyra antes de tomar de su jarra lo último que quedaba en ella. Se levantó de su asiento, algo más ágil que la joven Targaryen y de su túnica buscó una bolsa llena de monedas. La soltó sobre la mesa, dejando pagadas todas las jarras de vino que habían bebido-

-Vámonos- Le dijo a Rhaenyra antes de acercarse a ella y colocar su mano sobre su hombro para salir del lugar-

Como podían comenzaron a andar por las calles de la ciudad . Tambaleándose para un lado y todo entre risas. Rhaenyra tomó la mano de Daemon mientras caminaban por las calles de la ciudad, aquel gesto fue observado por el joven, quien por el alto grado de embriaguez apenas sabía que hacía. Un pequeño silencio se hizo entre ambos, silencio en el que Deamon cerró sus ojos.

Sangre de Dragón (House Of The Dragon) Daemon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora