Luzurex | Ambos quieren un beneficio, beneficio político y sentimental.
¿Por qué no seguir adelante con esta mentira?
¿Realmente podría salir algo mal?
Mientras que él, él esperaba la oportunidad de matar al alcalde. Algo que claro, nunca lograría...
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El gran día llego. El pueblo estaba totalmente emocionado por lo que pasaría en la boda, todos se arreglaban y llevaban bandejas de comida junto con regalos para los novios hacía el lugar correspondiente. Pues esta boda se celebraria en grande a petición de Luzu.
Mientras los pueblerinos abandonaban el pueblo temporalmente para ver la boda, Luzu planeaba la siguente jugada.
Estaba en su oficina con su asistente, quienes planeaban lo que sucedería con el detector de mentiras, pues Luzu fue citado por Sapo Peta y Rubius para el examen del detector.
—El pueblo esta distraído — hablo el alcalde. — Podemos usar el evento como distractor para poder poner la maquina y la controles.
—Si señor.
Ambos salieron del ayuntamiento para ir directo a la comisaría, para que no fuera sospechoso, Luzu iba con papeles en mano.
Al llegar bajaron al lugar y entraron a la fuerza, por un momento vieron el pequeño cuarto y la maquina. El alcalde giro a ver a su asistente quien apreciaba la construcción.
—Bien, ¿crees que puedas encargarte de esto? Tengo que terminar algunas cosas antes de la boda y ya sabes...
—Claro señor.
—Bien, cuidado con que no te vean. Terminando ve a mi oficina directamente.
Cuando trato de salir no podía, ya que había olvidado la contraseña. Es de esas veces que solo queda reír por lo ridículo de la situación.
—Joder... — carcajeo y el asistente solo tenía que mantenerse serio, tampoco es que quisiera perder su trabajo. Ayudo al alcalde a salir y por fin se despidieron.
En el ayuntamiento, ya habían acado las obras de construcción de los ministros, en lo que el día avanzaba, Luzu iría a ver como estaban las nuevas áreas de trabajo.
Miro todas las oficinas y se sorprendió de lo bien que se veía, sonrió satisfecho ante lo que estaba creando su gobierno.
Caminaba tranquilamente entre el ayuntamiento, todo estaba saliendo bien, tan bien que se sentía tan surreal.
Se fue a su oficina a esperar a su asistente. Realmente se sentía levemente nervioso, pues no pensaba que iba a ser citado para el detector de mentiras. Todo gracias a una pelea con Rubius donde de propuso a ser el primero en probar la maquina.
Luzu empezó a escribir en un libro, aunque todo iba bien, no negaba un sentimiento de extrañeza, de que tenía que defender algo. Por ende, empezó a pedir más armas para Karmaland, para protegerlo mejor de futuros ataques terroristas. La carta pasaría desapercibida hoy y estos próximos días, pues una celebración de héroes casándose siempre era una celebración de hasta semanas. Lastima que no recuerden nada de sus vidas pasadas.
