- "Seven devils all around me.
Seven devils in my house"
Los siete demonios de Jaella Targaryen están preparados para hacerla sufrir.
Pero, ¿Estarán ellos preparados para ser destruidos?
House of the Dragon AU fanfic
Aegon II Targaryen x oc fe...
El camino a Dragon Pit fue corto a comparación de días anteriores cuando iban en los carruajes. La pareja de peliblancos corría por las calles del reino, siendo la adoración de cada habitante que los veía pasar. Los súbditos de su padre el Rey, que varias veces habían encontrado a la pareja cuidando de los niños enfermos, dándole de comer a los pobres, bailando en las tabernas.
Aegon Targaryen podía ser muchas cosas para su madre y abuelo. Un alcohólico jovencito con 15 días de su nombre que le gustaba la promiscuidad de los burdeles, un agresivo hermano mayor que atormentaba a Aemond, Helaena y Daeron con sus bromas, un prometido que ignoraba todos los días a Jaella. No obstante, lo que ellos no sabían o no querían saber, era que Aegon sufría cada que veía a sus hermanos y prometida tristes, los amaba como quién ama a un padre, quemaría todo Westeros con tal de verlos felices.
Lo que su madre y abuelo creían ciegamente, eran los rumores que Larys Strong inventaba. Querían darle una mala reputación, para que Jaella sufriera en su matrimonio, haciéndoles creer a todos que él la obligaría a tener sus hijos, abusando de ella todas las noches y alcoholizándose en los burdeles mientras se acostaba con prostitutas.
Rumores que pronto ya no tendrían nada de valor.
– Vamos Eggy, tenemos que llegar antes que nuestro hermano y sobrinos –la voz risueña de su hermana lo hizo sonreír.
– Estamos cerca, Jae, llegaremos igual –respondió, abrazándola por la espalda para dejarle un delicado beso en la mejilla sonrojada–. Que linda te vez de ese color. Esta vista la quiero tener todos los días.
Jaella sonrió. Le gustaba que Aegon le dijera esas cosas, la hacían sentir como una niña. Una niña que su madre se había encargado de corromper a tan corta edad. Pero, ¿Qué podía hacer para detener a su madre de aquellas enseñanzas? Nada, porque su voz no tenía valor frente a los adultos.
Vieron que las puertas de Dragon Pit estaban abiertas, siendo resguardadas por los guardias reales. Jaella observó a su hermano con sus ojos gritando a travesuras, por lo que antes de que Aegon se diera cuenta, estaba siendo tironeado para correr hasta llegar dentro del lugar.
– Princesa Jaella, príncipe Aegon, llegan antes que el resto –anunció un Dragonkeeper, sosteniendo un palo largo, con el que hacían que los dragones no los atacaran–. Pasen, en unos minutos comenzamos.
