A n d r e i.
La furia quema con fuerza en mis venas, mis manos mueren por matar y destrozar algo, pero me controlo lo suficientemente bien como para que ese maldito "algo" no sea mi hermano menor, Alek, aún cuando mi instinto asesino insiste correr hacia ese camino. No suelo ser muy tolerante ante la desobediencia y menos cuando se trata de algo que puede perjudicar mis negocios de manera irreversible. A cualquiera que se hubiese atrevido hacer eso ya lo habría descuartizado y enviado sus asquerosas partes a sus familiares más cercanos, solo para enviar un mensaje... Sin embrago, no creo que esa mierda sea algo que pueda aplicar con mi jodido hermano.
Alek siempre ha sido un maldito grano en el culo, pero ésta ya es la gota que derramó el vaso, y en lugar de agua, hay muchas posibilidades de que se trate de sangre si no me controlo.
Por fuera llevo mi máscara de fría calma, no puedo desatar todo el infierno en mi interior sin arriesgarme a parecer inestable e irascible... Aunque muy bien eso me funciona siempre, en éste caso no sería lo más adecuado.
—¿Estás completamente seguro?
Nikolai frota sus cienes, visiblemente molesto.
—Siempre estoy seguro antes de dar cualquier información.
Me tomo de golpe el trago de vodka y lanzo el vaso contra la pared, haciendo que éste caiga a pedazos y permitiendo que mi autocontrol se agriete levemente.
—¡Joder, lo voy a matar!— espeto, Nikolai se levanta y me mira con rotundidad.
—Andrei, por más estúpido que pueda ser nuestro hermano, no puedes matarlo.
—¿Crees que no lo sé?— mi voz suena mortalmente sería—. Sin embrago, no se librará de un castigo, lo sabes.
—Estoy de acuerdo con eso, lo que hizo...
—Lo que hizo es inexcusable— interrumpo, sus ojos se entrecierran en mi dirección con molestía. Odia que lo interrumpan, pero ciertamente a mi eso me importa una mierda—. ¿Dónde está?
Obligando a relajar su cuerpo rígido, Nikolai camina hasta rodear su escritorio.
—Lo mandé a uno de nuestros laboratorios a supervisar que todo vaya bien, aún no sabe que nosotros estamos enterados de su mierda— se cruza de brazos—. Tuve tiempo de resolverlo todo antes de que llegara a mayores.
Y con "antes de que llegara a mayores" por supuesto se refiere con evitarnos una jodida guerra con los italianos y, posterior a eso, con los malditos franceses. Cada vez se me hace más difícil suprimir mis instintos asesinos, eso de repetirme mentalmente que Alek es mi hermano no ayuda mucho. Tiene veinticuatro años de edad, así que ser joven no es una jodida excusa para justificar sus acciones, además de que todos hemos tenido nuestra inducción a éste mundo al cumplir los catorce años, Alek no es estúpido y sabe que sus acciones tienen consecuencias, ¿Acaso pensó que no lo sabríamos?
Es un imbécil.
Lo único bueno es que Nikolai llegó a enterarse de todo justo a tiempo y logramos hacer "control de daños", aunque no hubo ningún daño notable que nos afecte directamente, perdimos unos pocos hombres en el proceso y manipulamos unas cuantas pruebas, pero no llegó a más que solo eso. Con esto se hace muy claro que no debemos tener a Alek sin supervisión, parece un jodido niño con todas esa decisiones absurdas e impulsivas que toma.
—¿Sabe que estoy aquí?— pregunto, tomando otro vaso para servirme más vodka.
—No.
Tan pronto Nikolai me puso al tanto de todo lo que ha estado pasando le ordené a Viktor que avisara a mis pilotos para salir en ese mismo instante a Rusia, las quince horas de vuelo las utilicé para intentar mitigar mi deseo de ver correr sangre y ver otros asuntos de negocios, dormir muy poco, sin embrago, no me siento ni un poco cansado.
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Dulce Obsesión
RomanceZoe Sanders es una chica que se vió obligada a dejar la universidad cuando un terrible suceso le arrebató la vida de su madre, teniendo así que hacerse cargo de la crianza de su hermano pequeño cuando éste tan solo tenía dos años de edad, desde ese...