❝Metal Heart❞ [Larry Johnson x FemReader]

•4•

<Un rato después.>

  Me encontraba en mi habitación con Sal, escuchando metal, sentado en el puff.

Larry: Amigo, no encontramos nada. Está bastante tranquilo hoy.

Sally: Ni lo digas, ni siquiera Megan apareció.

  Dijo Sal, para después darle un sorbo a una lata de soda que conseguimos de la máquina expendedora.

  Reafirmé lo que dijo con un "Hm" y puse mis manos en la nuca, recostándome aún más mientras miraba al techo.

Larry: La chica nueva tiene algo raro.

Sally: ¿Quién?, ¿te refieres a T/N?

Larry: Sí, ¿qué otra chica se mudó hoy?

Sally: Bien, bien... ¿a qué te refieres con "algo raro?

Larry: No lo sabría exactamente. Al verla mi corazón se acelera un poco, como si le tuviera miedo, pero a la vez no lo hago.

  Pude sentir una sonrisa burlona esbozarse detrás de la prótesis de Sally.

Sally: Tal vez te gusta.

Larry: ¡Que va!, no digas tonterías, apenas la conocí hoy.

Sally: No es necesario conocer a alguien para que te guste, ya sabes cómo fue la primera vez que me encontré con Ash en la casa de Todd.

Larry: ... No soy como tú con las chicas, y aunque lo fuese, no me creo que una chica cualquiera que acaba de llegar me atraiga, lo único interesante que pude notar de ella es que también le gusta Sanity's Fall.

Sally: Es suficiente para que al menos te guste.

  Solté un gruñido mientras el color de mis mejillas se tornaba a un ligero rojo delatando mi sonrojo, Sally estaba empezando a irritarme un poco.

Larry: No me gusta, ¿okay? No hay manera de que lo haga. 

  Sally suspiró y soltó una risa, respondiendo con un "como digas".

-Narra T/N- 

  Habíamos terminado de subir todas las cosas del camión y de acomodarlas un poco, fue un trabajo agotador y tardado. Miré por la ventana y me di cuenta que ya era de tarde.

  Le pregunté a papá si podría ir a buscar al almacén algunos víveres antes de que anocheciera por completo. Él accedió a la idea y me pidió que le trajese alguna que otra chuchería también. Me dio algo de dinero, tomé mi bolso y salí del apartamento para ir al ascensor.

  Al llegar a la planta baja, me encontré con Sal nuevamente, apoyado contra la pared mientras jugaba con lo que parecía una consola portátil.

T/N: Hey Sally.

  El chico levantó su vista de la consola y me saludó.

Sally: B-Buenas T/N, ¿qué te trae por aquí a estas horas?

T/N: Mmm... tenía la idea de ir a comprar unos cuantos víveres, pero ahora que lo pienso no sé realmente dónde quedaría el almacén más cercano... Ehm... no quiero ser una molestia para ti Sal, pero... ¿crees que podrías acompañarme?

  Un leve nerviosismo se percibía, proveniente del muchacho peliazul

Sally: ¡C-Claro!, er, digo... claro... hay uno a no muchas cuadras de aquí.

  Salimos del edificio y empezamos a caminar en dirección al almacén.

  A cada minuto que pasa el sol caía más y más en el horizonte, la calle estaba tranquila, había bastante silencio, no sabía de qué hablar con Sal, hasta que éste me hizo una pregunta.

Sally: ¿Y qué te parece Larry?

  El rubor de antes volvió a aparecer, traté de mantenerme calmada mientras miraba a otro lado.

T/N: ¿L-Larry?, ¿tu amigo?

Sally: Ajá, ese Larry.

  Apreté un poco la tira de mi bolso con la mano derecha.

T/N: Se ve... C-Como un buen chico, se lo nota simpático.

  Dije un poco más nerviosa y mirando al suelo.

-Narra Sally-

  Era imposible no notar el rubor en su rostro de T/N, igual que era obvio que Larry le parecía atractivo, y que la simple mención de su nombre la ponía nerviosa.

T/N: Se ve... C-Como un buen chico, se lo nota simpático.

Sally: No es tan solo simpático, es la persona más amable que conozco... También él me comentó que le gusta tu remera.

T/N: ¿E-En serio?

Sally: Ajá.

  Claro que no, nunca dijo eso, Larry se negaba a la idea de que le gustara T/N, sólo quería probar por mis medios si ella reaccionaba a un supuesto alago de él, y así lo hizo, se llevó sus manos a sus mejillas, quizá ella sí siente algo por él.

  De un momento para otro su rubor desapareció y me miró.

T/N: ¿Este es el almacén?

  Miré al pequeño edificio que teníamos en frente y respondí a su pregunta de manera afirmativa. Entramos al lugar y la ayudé con sus compras. Salimos más rápido de allí que de lo que tardamos en llegar. En este punto comenzaba a sentirme más cómodo con ella hasta que me hizo aquella pregunta.

T/N: Sally, ¿por qué traes esa máscara?

Sally: No es una máscara, es una prótesis.

T/N: Ouh... Lo siento, ¿tuviste un accidente?

Sally: Prefiero no hablar de eso.

  Se podía notar una ligera expresión de lástima y angustia en el rostro de T/N, el ambiente se puso un poco incómodo ya que ninguno de los dos soltaba una palabra. Opté por convidarle uno de los chicles que había comprado para alivianar un poco la tensión y volvimos a los apartamentos.

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Continuará