Engaños del Emperador •NuggetSMP

006

Raro

Un pelinegro en medio del bosque se había quedado sin recursos, este se encontraba de viaje o excursión, pero tendría que detenerse en algún lugar para poder equiparse de nuevo. Caminó por un largo tiempo hasta finalmente llegar a unas estructuras de forma... curiosa, en el mapa que llevaba consigo no aparecía nada sobre esas estructuras lo cual era raro pues era un mapa relativamente reciente.

Se acercó a aquellas estructuras por curiosidad y con esperanza de encontrar a alguien que pudiera ayudarlo, pero al parecer no tendría suerte, aunque si había presencia humana eso quería decir que no muy lejos habría más —o al menos eso quería creer—.

El pelinegro, cuyo nombre era Silencio, decidió subir a un árbol para tener una mejor vista, lo cual realmente fue útil pues pudo divisar a un castaño saliendo de un portal del Nether dirigiéndose justo hacía donde él estaba.

—¡Hola! —Exclamó Silencio

—Ah ¡Hola! ¿Qué haces ahí subido y quién eres? —Preguntó el extraño

—Oh si, deja bajo.

El pelinegro bajó y vio al extraño frente a él, notando por fin la rareza en sus ojos completamente blancos y brillantes, que a su vez, fue Fallo quien se asombró un poco con los ojos amarillos hasta la esclerótica del otro, pero esos eran temas que resolverían después.

—Ahora si, mucho gusto, soy Silencio.

—Pues mucho gusto, yo soy Fallo ¿Qué hacías ahí?

—Buscaba la forma de ubicar el lugar pues no sale en mi mapa y también alguien que pudiera ayudarme porque me quedé sin recursos.

—¿Venias de excursión?

—Exacto y me perdí ¿sabes que lugar es este?

—Sí, se llama NuggetSMP.

El pelinegro se quedó callado por un momento mientras revisaba el mapa que traía en las manos y casi al instante en su rostro se formó una expresión de duda.

—Eh- disculpa, no sale en mi mapa un lugar llamado así.

—Es bastante nuevo, tal vez sea por eso, ¿de dónde eres? tal vez pueda ayudarte.

—Soy del norte, de un pueblo llamado Pueblo Pueblo.

—Que nombre más original.

—Obvio, es que en mi pueblo son bien creativos ¿pero si me puedes ayudar?

—Yo no, pero un amigo fue por ese rumbo, debe saber algo, sígueme.

El de cubrebocas no estaba muy seguro, ¿de verdad iba a seguir a un desconocido? pues si, no le quedaba de otra por lo que accedió y comenzó a seguirlo.

—Por cierto, ¿Cómo se llama tu amigo?

—Ah, se llama Nova, es medio mamón, pero buena gente, te va a caer bien.

—¿Nova?

—Sí, ¿lo conoces?

—No estoy seguro, pero su nombre me suena

familiar.