Madres de imprevisto (M-Preg Yaoi)

Capítulo 13: El manto de la nostalgia

*pequeño aviso, hay insinuación de violencia intrafamiliar en los primeros párrafos. Si gustas saltarlo, adelante*

Eran las doce de la noche cuando la puerta se abrió, un golpe muy fuerte se escuchó en la entrada principal del departamento. El niño que hacía su tarea en la mesa de la cocina miró el reloj, el lápiz le tembló en la mano y decidió quedarse quieto para evitar al visitante.

Una sombra se arrastraba por los pasillos del lugar, apenas y notó a la mujer mayor sentada en el sofá y durmiendo con la televisión encendida. El pequeño soltó poco a poco el aire reprimido en sus pulmones cuando escuchó la puerta de fondo abrirse. Iba directo a su cama. Continuó escribiendo con mayor confianza, como nadie le ayudaba tuvo que esforzarse para comprenderla y terminarla solo.

Estando tan concentrado no notó que lo observaban del otro lado. Aquella sombra salió en silencio guiada por el ruido del lápiz.

—¿Qué estás haciendo? — la voz ronca y de silabas arrastradas saco al niño de su concentración. Él dejó de respirar—. Esa... ¿es tú tarea?

Aquella sombra se acercó para ser iluminada por la lámpara de la cocina, usaba un abrigo extragrande que claramente no llevaba cuando salió.

—Vaya, así que la haces tú solito. Debes ser un niño muy listo ¿verdad? — su mano le quitó el cuaderno, la miró un rato y luego la dejó caer de nuevo en la mesa—. Si, lo eres. Creo que debo estar orgullosa ¿no? Mi hijo el que hace su tarea solo, sin ayuda de su madre.

Sus palabras eran muy arrastradas, pero su tono de voz estaba muy alto. Despertó a la mujer en el sofá, pero esta no dijo ni hizo nada. Aquella mujer con el abrigo de un extraño sonrió, pero empezó a marearse. Corrió hacia el lavaplatos vacío y abrió la llave, el flujo de agua se llevó su vomito.

Por buen tiempo estuvieron los tres en silencio, el niño miró por curiosidad a su madre y se topó con su mirada furiosa.

—¿Qué estas viendo? ¿Es divertido verme así? Si, tú creyéndote tan listo, a ti te parece divertido verme así— la mujer se acercó al niño, él intentó no mirarla de nuevo, no quería seguir haciéndola enfadar, pero su madre lo tomó de la barbilla y lo obligó a ver—. Dime Adam ¿esto te parece divertido?

Esa frase la gritó. El gritó de su madre hizo que despertará.

🍑

Se encontró con el techo de madera y las paredes de cristal. Estaba en su casa, en la casa que compartía con su novio. Estaba en su habitación, durmiendo en su cama, a salvo de su madre. A salvo de todos.

Con un suspiro de alivio se levantó, su cama era un desastre, cayó en cuenta que se durmió sobre los papeles y folders que Josh le había dejado. Hace días venían hablando sobre el futuro, sobre la boda, sobre si debían mudarse de casa o no, el nombre de los bebés, en todo su futuro. Tal vez todo eso hizo que pensara de nuevo en su madre, en sacar sus traumas una vez más.

Abatido y hartó de tanto pensar se levantó de la cama y se paseó por su habitación. Cada vez que lo hacía se elevaba su ánimo por ver tan lujosos detalles en los que ahora vivía. Abrió la puerta de vidrio corrediza hacia el pequeño balcón, sintió el aire fresco del bosque sobre su rostro y lo aspiró con agrado. Eso lo calmó. Miró el atardecer desde ahí cayendo por sobre la mancha urbana de la ciudad, se sintió bastante nostálgico, había un sentimiento de añoranza en el aire con esa imagen.

Por unos segundos pensó en su vida, gracias a su recuerdo reprimido en el sueño tuvo que rememorar su triste infancia. Recordó el rostro de Abigail y el dolor que sembraba en él desde su nacimiento. En su abuela, que, aunque no era mejor que su propia madre, ella al menos le daba de comer. De su barrio, aquel departamento oscuro y húmedo, de los pocos buenos momentos que pudo tener en ese lugar y después en cuando se fue... Ese era un momento doloroso, lo omitió para pensar en la vida que hizo después de eso, de las personas que lo acogieron, que se volvieron importantes para él. Luego pensó en Josh.