Madres de imprevisto (M-Preg Yaoi)

Una boda bajo la luz azul

Carta de Marion Derrick-Westenberg dirigida a su madre Halsey Derrick y guardada por la familia principal Westenberg como reliquia y documento de vital importancia.

1793

Querida madre, a pesar de que ya han sido más de 20 años de tu muerte yo sigo dedicando cartas a tu nombre. Cada día rezo para que me guíes y cada noche agradezco el recuerdo de haber tenido una madre tan maravillosa como tú.

Esta noche, además de mi acostumbrado rezo he decidido escribir para aliviar el pesar en mi corazón, pues tengo ya 50 años y temo que la sombra de la muerte este sobre mi hombro y no quiero cargar nada de culpas por lo que acaba de pasarle a mi familia. Temo que por mi cobardía haya puesto una maldición sobre el nombre Westenberg.

Era una noche tormentosa cuando tocaron a nuestra puerta en la mansión Westenberg de Londres hace ya un año. La familia se encontraba reunida, acababa de pasar el aniversario de muerte de Wilfer, por lo que Wendy y Wilbur vinieron a quedarse, eso significaba que al menos 10 personas estábamos en el hogar. William estaba junto al fuego jugando con Susane, Howard y el adorable Dickie, son nietos maravillosos. Yo estaba con Wendy tejiendo en silencio y disfrutando de la algarabía que aportaban los niños, Wilbur dormía en un sillón con el periódico en su barriga, pero el ruido de la puerta lo levantó de golpe.

La sirvienta abrió la puerta, no logré escuchar quién se presentaba, pero en vez de venir ella el mayordomo llegó con William y le dijo al oído, eso levanto mis sospechas. Mi esposo al momento dejó de reír, se levantó y se acomodó el chaleco. Si hubiera sido Albert la voz de Jane Rose habría resonado por toda la casa, pus los dos salieron a su acostumbrada caminata nocturna, pero en la puerta no se encontraban mis hijos, si no aquel desagradable muchacho del puerto.

Giovanni Vega.

William le dio una cortés bienvenida, aunque no muy cálida. La sirvienta se llevó en brazos a Dickie y Wendy acompañó a Susane y Howard a sus habitaciones. En la recepción solo se encontraba Wilbur, William y yo para hablar con nuestro inesperado invitado.

Giovanni sonrió y fue educado, se presentó de nuevo ante mi y tomó asiento junto al fuego, el mayordomo le ofreció una copa de brandy que aceptó gustoso. Él fue directo al punto después de acabarse le brandy.

"No los culpo por la muerte de mi padre" dijo, y yo recordé a ese pobre capitán italiano, del cual mi suegro siempre nos advirtió. "A pesar de que nunca volvió a Italia y murió en el puerto de Londres, mi familia y yo somos conscientes de qué tipo de persona era"

Hubo un incómodo silencio, había algo en su tono de voz que no me agradaba para nada.

"Entonces, dado que no nos considera sus enemigos, ¿a qué debemos su visita, joven Vega?" Wilbur siempre fue directo, aunque él tenía cierto descaro por ser joven, además se encontraba sensible por la muerte de su madre.

"Bueno, quería aclarar el hecho de que mi familia no guarda resentimientos por Andrea Vega. Mi motivo principal de esta inesperada visita son negocios. Vera, señor Westenberg, quedé a cargo de mi familia cuando mi padre perdió los barcos más importantes y nunca regresó. Con mucho esfuerzo logré recuperarlos y regresé a dónde él fracasó para borrar esa fea mancha en nuestra historia".

"¿A qué se refiere con borrarla?" William frunció el ceño, aunque siempre lo tenía fruncido cuando hablaba de negocios.

"Cuando llego un barco Vega aquí hubo una pelea, una enemistad, pero yo planeo formar una alianza"

"Ya veo, ¿y por qué cree que estaría interesado?"

"Ya que el nombre de familia no tiene nada que ver, yo tengo una flota de 12 barcos para ofrecerle a usted a cambio de la mano de su primogénita"