Llegaste tú (MJ Fanfic)

Capítulo 21: El principio del fin

Sky

Antes de conocer a Michael creía que tenía una vida bastante aburrida o demasiado normal y corriente como para tener una épica y linda historia de amor, creía que mi personalidad y mi físico no serían suficiente para atraer a un muchacho. Y no es como si fuera lo que más me importara pero, muchas veces me lo dijeron de frente y me hicieron creer que así era y dolía, ya que pasaba mis horas libres tocando algún instrumento musical, prefería pasar mis días encerrada en mi habitación escribiendo letras de canciones sobre cómo me sentía y componiendo melodías creyendo que nunca nadie las querría escuchar, pero entonces lo conocí a él, literalmente chocamos y eso cambio mi mundo por completo.

Ahora me siento una persona distinta, una chica más segura de si misma, pero iba más allá del físico, de lo que pudieran ver de mí por fuera, no era solo eso, era todo mi interior, mis miedos e inseguridades ya no parecían ser un impedimento para cumplir mis sueños. Comenzaba a comprender que la única persona que me impedía avanzar era yo misma, limitándome a no salir de mi zona de confort, siempre colocando excusas con el pretexto de temer equivocarme y fallar. Pero ahora en este preciso instante todos esos temores se desvanecían y sentía que todo era posible y era optimista con respecto a todo, sabía que me iría bien en la audición, sabía que entraría a la academia y sabía que él estaría junto a mí en todo esto.

Y ahora en este preciso instante cuando estoy abrazada a él siento mi corazón desbordando amor.

Él se había preocupado de hacer de este momento más que perfecto y especial para ambos. El detalle de las velas lo volvía un lugar aun mas romántico, pero para mí eso no era lo importante. Quería que esto pasara y que fuese con él, el mi primer amor, el único con quien me he sentido segura respecto a todo, el único al que le he mostrado cosas tan sagradas para mi como lo son mis canciones, él que siempre vio más en mí, quien entro a mi vida y dejo que entrara a la suya, quien es mucho más que solo un amor de verano. Simplemente él, mi persona...

Todo se sintió como una experiencia fascinante y casi irreal. Él se preocupo por hacerme sentir segura y amada. Era un momento de completa vulnerabilidad para ambos y aun así se sintió tan bien, porque él se mostro tan abierto a dejarme ver todo aquello que lo acomplejaba tanto y que yo me encargue de hacerle saber que nada de él podría provocarme algún rechazo, que de ninguna manera esas pequeñas manchitas lo hacían ver menos atractivo y que para mí sus inseguridades no lo definían.

Él me hizo sentir con cada roce de su piel a la mía un calor tan reconfortante, sentí esa desesperación y esa necesidad de querer más y más cada vez que sus labios caían sobre los míos con tanto deseo dejando un rastro de sus besos por todo mi cuerpo, haciéndome estremecer con sus movimientos lentos y profundos, sintiendo que por un momento fuimos infinitos...

***

Para cuando desperté él estaba ahí observándome con una pequeña sonrisa traviesa. Había permitido imaginarme antes lo que se sentiría despertar así a su lado, pero nada de lo que pudiera pensar se asemejaba a los que sentía en este preciso instante.

Él se acerco aún más a mí, su pecho rozaba con el mío y sus piernas entrelazadas con las mías todo parecía y se sentía tan íntimo, tan perfecto.

―Buenos días, mi cielo ―Susurro bajito a escasos centímetros de mis labios.

―Buenos días, mi amor ―Termine con esa innecesaria distancia depositando un lento y dulce beso sobre sus labios.

―Estuve observándote mientras dormías y me di cuenta de que a veces haces pequeñas muecas con tu boca y no voy a mentirte al principio si me dio miedo, luego risa y ahora ternura ―Dijo riéndose descaradamente.