Epilogue

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Epílogo:

Merry Christmas, my love

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Seis años después...
23 de diciembre.

Lisa corría de un lado a otro, checando rápidamente que todo estuviera perfecto; la comida, bebidas, postres, adornos y el muro de fotos.

Quería darle a su mejor amiga la bienvenida perfecta.

—Lisa, detente, terminarás rodando por las escaleras—el castaño hizo un énfasis burlesco a la barriga súper grande de la menor.

—Jeon Jungkook cierra la boca y ve a la entrada a recibir a los invitados mientras yo me cambio de ropa.

—Pero yo estoy-

—¡Deja la maldita consola y ve a la puerta!—gritó, totalmente estresada por la infantil actitud de su marido.

A regañadientes, Jungkook hizo lo que su mujer le ordenó, mascullando maldiciones y recordando en que demonios pensaba cuando dijo que le encantaba la actitud de Lalisa.

La pelinegra por su lado, estaba en su habitación, con el teléfono en mano esperando nerviosamente que la otra atendiera, porque si no, todo se iba a la mierda.

Afortunadamente, Rosé si atendió unos segundos después.

—¡Rosé, hola!—exclamó enérgicamente, escuchando enseguida como la contraria se quejaba—¿Ya estás en tu nuevo hogar, ya se acomodaron?

—¿Acomodarnos? Por supuesto que no. Manoban, llegamos hace una hora apenas. Debería estar descansando, sabes.

—Oh no, ¿Descansar? Hay prioridades, como por ejemplo: ¡Venir a mi casa!

—No, lo haré mañana.

Lisa abrió la boca ofendidísima, llevándose una mano al pecho, pero sin emitir ningún sonido.

—¡Rosie!—volvió a gritar después de un rato—Jisoo y Jennie quieren verte hoy porque mañana deben viajar juntas, no regresarán hasta dentro de seis meses, ¿De verdad quieres perder está oportunidad?

—¿Cómo que seis meses? Eso significa que no pasarán navidad con nosotros.

Lisa sonrió cuando la escuchó suspirar con pesar y resignación.

—De acuerdo, iré a verlas, pero dentro de una hora más o menos.

—¡Perfecto Rosie, y no olvides traer a Jimin-ssi y a los niños, te amo, bye!

Y sin más, cortó la llamada, dejando totalmente confundida a la mujer del otro lado.

[...]

18:02 p.m...

Rosé dio un último vistazo a su reflejo en el espejo y sonrió para si misma, recordando que debía ir por Jimin y los niños, ya que estos estaban plácidamente dormidos, y era una tarea muy difícil despertarlos cuando dormían los tres juntos.

Así que lo primero que hizo fue dirigirse a su esposo, y llenarle de besitos toda la cara, haciendo que de a poquito, este fuera abriendo los ojos.

—¿Qué haces, linda? Ven a dormir con nosotros—Jimin trató de acostarla a su lado, pero Rosé simplemente negó con una sonrisa mientras se alejaba, pues sabía que si ponía la cabeza en la almohada, no se levantaría más.

Little By Little // JiRoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora