Chapter nine

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Capítulo nueve:


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—¿Jimin-ssi, de que religión eres?—tomó la copa entre sus manos y entrecerró los ojos examinando las expresiones de él. Hasta el momento, el muchacho lucía tranquilo, amable y cómodo, pero, no podía ser así de perfecto—Para nuestra familia es muy importante la religiosidad, así que cuéntame cual religión respetas.

Rosé rodó los ojos, su madre pronto empezaría a hacer preguntas como: ¿Donde trabajan tus padres? ¿Qué grado de intelectualidad nacional tienes? ¿Cuál es tu signo? Y blah, blah blah. Todas esas preguntas que le hace una madre al futuro esposo de su hija. Pero estaba harta porque ellos ni siquiera eran una pareja real.

¿Y que esperaba su madre para proponerle sus tutorías?

Sana lucía muy satisfecha con las expresiones graciosas de su hermana menor.

—Mis padres eran seguidores del Chamanismo, así que los primeros años de mi vida iba a las ceremonias de ofrenda con ellos, pero, no era de mi agrado, así que cuando fui mayor, empezé a doctrinarme en el evangelio. Se podría decir que esa es mi religión.

—Oh, muy buena elección, sin duda eres un muchacho de bien—Sandara lo apoyó—Recuerdo que, cuando Sana y Chaeyoung eran pequeñas mi abuela me obligó a llevarlas con un Mudang para determinar la fortuna de mis hijas. Lo creía hasta hace un par de años—admitió tomando otro sorbo de vino.

—¿Por qué cambió de parecer?—cuestionó levemente metido en la conversación. Esperaba que Sandara continuara con la anécdota, pero la carcajada masculina y carrasposa de su esposo lo sacó de "onda."

—La mujer predijo que Chaeyoung tendría un futuro brillante—mencionó entre sutiles risitas—Y que Sana sería una deshonra. ¿Tú creerías semejante estupidez?

Jimin frunció el ceño. Esa familia le caía como una puta hemorragia nasal, era inevitablemente molesto. No hallaba la hora de acabar el acuerdo de "5 meses de relación" que tenía con Sana para que esta mantuviera el secreto de haber encontrado a Rosé en su casa. Después de eso, finalmente eliminaría total relación con los Park, porque incluso Jihoon ya había saldado su deuda, con dinero que había prestado en otro lugar.

Rosé mordió su labio inferior cuando sintió la pesada mirada de Jimin sobre ella. Seguramente el tampoco creía aquella absurda predicción. ¿Quién lo haría? Ni ella misma lo hacía. Ella estaba predestinada a fracazar en el amor y en los estudios. En la vida, prácticamente era solo un ser que desperdiciaba oxígeno, tal como se lo dijo Sana cuando tenía tan solo siete míseros años.

"Eres un desperdicio que nació por error, y que trata de ser humano."

—¡Oh! Pero ahora que hablamos de Chae y su corto intelectual, recordé que tengo una pregunta para tí Jimin—Sandara lo apuntó esperando el asentimiento que llegó de inmediato—Mi hija pronto va a casarse, y no con cualquiera...

—Lo sé—la cortó—Vaya al punto—Rosé sintió su pancita temblar de ansias. ¿Por qué de repente esa actitud tan brusca con su "suegra"?

—De acuerdo, quería preguntarte que si tienes libres las tardes para que le ayudes con algunas tutorías. Es importante que sus notas aumenten este último semestre.

—Se imaginan cuando Rosie se case y se haga tendencia el título: "Esposa de Kim Taehyung es un total fracazo intelectual." —Sana sonrió socorrona codeando a Rosé, quien solo bufó, no estaba disgustada. El simple hecho de que Jimin estaba a un paso de aceptar pasar las tardes con ella, literalmente, la tenía más emocionada.

Little By Little // JiRoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora