Chapter five

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Capitulo cinco:

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—A-auh, espere...—pidió agitada, quería detenerlo pero sus manos estaban inmovilizadas y su posición no era la mejor como para huir de allí—P-profesor Park—soltó un jadeo lastimero.

—Deja de quejarte, es tu castigo por ser una irresponsable. Asúmelo—le dijo, al mismo tiempo que agregaba otro libro grueso a la montaña sobre sus delgados brazos.

Rosé volvió a jadear, esperando que se detuviera pronto, porque de no ser así botaría todos los pesados libros al piso, y aquello le costaría más caro.

—Listo, llévalos al estante.

La menor, como pudo, se enderezó y caminó unos metros hasta llegar al mueble de color caoba, dejó los libros en el piso y empezó a acomodarlos en sus respectivas secciones. Sentía la mirada de Park en la espalda, era penetrante y le provocaba escalofríos, la ponía más nerviosa de lo que debería.

Vamos, era su maestro, y tomando en cuenta que no estaba bien sentirse atraída por un maestro -de tu colegio-, la pelirroja también era consciente de que ese hombre no la miraría de la manera que tanto añoraba. A él le gustan mujeres, como su hermana. Y ella, aunque le doliera y costase admitirlo, era sólo una mocosa más que suspiraba por él y su atractivo físico. En conclusión, no era nadie.

Desvió la mirada hacia el piso, donde yacían las docenas de libros que había cargado anteriormente con "ayuda" de Jimin, ahora sólo le tocaba ordenarlos, y ya no necesitaba más de él, podía hacerlo sola. Su presencia, de repente la hacía sentir miserable.

—¿Qué esperas para irte?—le cuestionó de manera brusca.

—No responderé a tu pregunta hasta que la hagas con respeto.

Entonces, la pelirroja se volteó y le observó con una sonrisa grande. Grandemente fingida.

—Sumbaenim, ¿puede retirarse? Quiero terminar rápido e irme a casa—habló dulcemente. A Jimin, por primera vez en el día, le dieron ganas de reir.

—Eres una mocosa insoportable, Park—musitó alto antes de irse.

—¡Yo también te amo Jimin-ssi!—gritó altanera a sus espaldas. Cambiando drásticamente de humor.

Jimin negó, con una sonrisa en el rostro. Chaeyoung era demasiado confianzuda, pero lejos de molestarle, le daba gracia. Ni siquiera parecía ser familia de Sana, eran tan opuestas. Pero así era mucho mejor.

[...]

De regreso a casa, Chaeyoung caminó lo más lento que pudo, no queriendo llegar jamás. No había querido recordar el hecho de que en sólo seis meses contraería matrimonio con un chico prácticamente desconocido. Tampoco quería pensar en todo lo que aquello implicaba, ella tendría que renunciar a su futuro planeado, a sus nuevas amigas con quienes le hubiera encantado pasar el resto de su vida, porque quizás, al estar casada con el hijo de un cenador, no la dejarían ni salir a la esquina.

¿Sus sueños? A la mierda. Entre esos sueños, esperaba que no fuera el de ser abogada, porque era algo que realmente deseaba. Lo que si estaba segura que debía dejar pasar, era su crush en su profesor. Porque aunque varias veces se había dicho así misma que era más que una simple atracción, y que lucharía por enamorarlo, a estas alturas, aquello sonaba tan lejano, tan imposible.

Little By Little // JiRoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora