Little By Little // JiRosé

Chapter Seventeen

Capítulo diecisiete:

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—¡Oh! Sí, sí, el quedó de llamarme para darme las páginas del libro que debía repasar esta noche, ya sabes, olvido todo siempre—rascó su nuca, creyendo que esa había sido la peor excusa del mundo.

—¿Son muy amigos?—su padre volvió a hablar.

—No tanto así, el es muy profesional y yo no tengo cabeza para hacer amigos, ¿Sabes?

—Esperamos...que así sea.

[...]

Al día siguiente...

—Chaeyoung, no había querido preguntarte esto porque temo incomodar, pero...¿Jimin-ssi y tú...?

—Ah, pues sí—la menor no pensó mucho para responder a Jennie—Crei que no lo notarían, ¿Somos muy obvios?—rascó su nuca apenada.

—No en realidad, pero desde que somos cercanas a tí, te hemos escuchado parlotear sobre lo hermoso e inalcanzable que era, y él solo...te ignoraba—se río Jisoo—Pero ¡Bam! De un día para el otro no hablas más de él, pero, él ya no te ignora tampoco.

—Lo sé, soy una maldita genio—sonrió orgullosa. Es decir, tenía a Park Jimin en sus manos.

—Ni tanto—cantarruneó Lisa—¿Olvidas tu matrimonio? No creo que fuese muy inteligente de tu parte enrredarte seriamente con alguien, estando literalmente amarrada a Taehyung.

—No lo pensé así, solo ocurrió, fue sorprendentemente rápida la manera en la que sucedieron las cosas, y yo solo pensé en que era una gran oportunidad.

—¿Qué harás cuando llegue el día de la boda?

—Para entonces...yo estaré muy, muy lejos con el hombre que realmente me hace feliz. Porque ya no confío más en Taehyung.

—Nadie debería confiar en mi hermano—replicó Jisoo.

[...]

15:16 p.m...

Jimin salió del auto, acomodó su ropa y caminó seguro hasta el gran portón negro de la mansión.

El guardia dormía, por eso tuvo que tocar el timbre repetidas veces para que alguien saliera a atenderlo.

Finalmente, una mujer con curiosos rasgos salió, caminando despampanante hacia él, echó un vistazo al guardia y negó molesta, para seguidamente abrir el portón ella misma, sin hacer ninguna pregunta.

Aquello extrañó mucho a Park.

La gente de élite nunca era amable. ¿Podría haber excepciones? No sabía, pero pronto lo averiguaría.

—Bienvenido, ¿qué se le ofrece jóven?—la mujer sonrió, tratando de recordar en dónde había visto al joven anteriormente. Nada venía a su mente.

—He venido a buscar a Kim Taehyung, ¿Es esta su casa, no?

—Así es, ¿Eres amigo de él? Sé que te he visto antes.