𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐯𝐞𝐞𝐬

151 13 0
                                    

¿Es que acaso es demasiado difícil que algo salga bien por sí solo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Es que acaso es demasiado difícil que algo salga bien por sí solo?

¡Solo quería una pequeña pizca de café!

Seguí rebuscando en la estantería cuando escuche unos tacones resonar acercándose a la mesa de la cocina.

-¿Dónde está Vania?-La pregunta de Alison me hizo voltear a ver a ocho sin poder evitarlo, hace un rato que llego a mi encuentro en la cocina, pero algo había pasado y deduje ante la falta de nuestra séptima hermana que seguramente fue por eso, pero no lo sabía con certeza. Porque no pregunte, porque a pesar de pasar tantos años separados, podía leer a ocho como un libro abierto, y en este momento, lo único que necesitaba era que alguien preguntara por aquello.

-¡Oh! Ya se fue-Hablo Klaus con un tono de tristeza fingida.

Ocho se levantó de su lugar en la mesa y conectó su mirada con la mía obligándome a apartarla de nuevo a los estantes para dar otra rápida ojeada en busca de café, obviamente, fallando en el intento.

-Que lastima-Tome el frasco que tenía escrito en letras rojas "café" totalmente vacío y di media vuelta para comenzar a caminar hacia la mesa.

-Si-Hablo Alison cabizbaja creyendo que me refería a la falta de nuestra hermana, así que complete.

-Una manzana completa, cuarenta y dos cuartos, diecinueve baños, pero ni una sola gota de café-Levante la cabeza para ver a Alison resoplar por lo bajo.

-Papá odiaba la cafeína-Respingo al instante.

-También odiaba a los niños y nos tuvo de a montones-Hablo Ocho con mala gana y Alison la volteo a ver con el ceño fruncido, ella casi nunca le hablaba a nadie de esa manera, Ocho pareció percatarse de la mirada de nuestra hermana y dejo de fruncir su ceño y parpadeo un par de veces, como si regresara a la realidad-Lo siento Alison, aun tengo un poco congelado el cerebro-Alison asintió lentamente, entendiendo y luego suspiro, regresando su mirada de nuevo a mi.

-Me llevo el auto-Hable queriendo abandonar esa enorme casa y conseguir un poco de café.

-¿A dónde vas?

Me regresé para ver a Klaus-A conseguir un poco de café.

-¿Acaso sabes conducir?-Preguntó Alison burlona y apreté mi puño tratando de no golpear a ambos ahí mismo.

-No hay nada que no sepa hacer-Aclare y camine rápidamente para rodear la mesa y llegar hasta donde estaba Ocho, tome su mano y comence a caminar hacia afuera, sin siquiera preguntar, no hacía falta, ahora que la tengo aquí no pienso dejar que se quede en ningún lugar que no sea conmigo.

Cuando llegamos a la sala me pare, y la voltee a ver, puse mi mano en su cintura con cuidado y ella tomó mi brazo con fuerza.

-¿Crees que tengas la fuerza para soportar un teletransporte?-Ella no dijo nada ante mi pregunta, simplemente asintió con una sonrisa adornando su rostro y desee besarla ahí mismo, demostrarle que seguía teniendo el control, y a la vez que haría lo que fuera por ella.

Tu otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora