Capítulo 4.

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Poco después de haber llegado y de tomar un largo baño, escucho la puerta de mi apartamento ser golpeada, y ni siquiera tengo que abrir para saber de quién se trata, porque solo hay una persona que me visita constantemente y realmente pienso que para ser un novio falso, Taemin se está tomado muy en serio esta parte, porque incluso si no necesita nada, suele venir alrededor de dos veces por semana o cuando sus horarios de estar en casa coinciden con los míos.

Al abrir la puerta, lo primero que escucho es una serie de maullidos que provienen de una caja de cartón que está en las manos de mi vecino de enfrente, que no tiene la sonrisa habitual en sus labios.

—Min Ho —dice —acabo de rescatar de la calle a estos bebés.

Taemin tiene una expresión bastante preocupada cuando baja la mirada a la caja de cartón, y realmente no sé que hacer ni decir, porque entiendo que los gatos no podían quedarse en la calle, pero tampoco sé qué hace Lee aquí con estos, ¿no era más fácil que lo llevara a su apartamento o a un refugio?

—¿Por qué siento que no me gustará lo que está pasando por tu cabeza?

Él hace un mohín y me mira ofendido, pero su gesto tan solo le dura un momento antes de que sus labios se curven en una sonrisa, y vuelva a bajar su mirada los gatos.

—Quería que me acompañes a llevarlos al veterinario, o mejor dicho, ver si... me puedes... si me puedes llevar en tu auto al veterinario.

Los felinos en el cartón no dejan de maullar, posando sus patitas en los bordes buscando salir, o tal vez llamar nuestra atención, porque Taemin sostiene firmemente la caja contra su cuerpo y mete la mano para apartar a los gatos del borde, como si temiera que fueran a salirse y saltar para irse lejos. Yo miro por un momento los gatos y luego a Lee que ha vuelto a posar su mirada en mí, como si estuviera lleno de esperanzas de que diga que lo haré.

—Esta bien —digo —dame un momento para ir por la llave.

Los labios de Taemin se curvan en una sonrisa, pero no le presto especial atención, sino que retrocedo y dejo la puerta abierta para ir a buscar la llave. No hago una invitación explícita para que él entre ya que asumo que entiende que puede entrar, no obstante, cuando regreso, él está apoyado en el marco de la puerta, con su mano metida dentro de la caja de cartón, acariciando a los gatos, y parece bastante relajado.

—Vamos —indico.

Taemin se aparta y espera que yo cierre la puerta antes de comenzar a caminar por el pasillo. Hay un silencio entre nosotros que solo es roto por los maullidos de los gatos, que parecen un poco asustados por el movimiento, y Taemin parece querer tranquilizarlos mientras los acaricia, pero no es algo muy efectivo.

—Min Ho, ¿te gustan los gatos? —pregunta cuando entramos al ascensor.

No es una pregunta que me esperaba. Lo pienso, nunca me había preguntado si me gustaban o no los gatos. Poso mi mirada en el cartón en su mano, y tengo que decir que son bonitos, pero tal vez solo para mirarlos desde lejos, no me considero un hombre lo suficiente responsable para cuidar de uno, por mucho que las personas dicen que son bastante independientes, yo considero que necesitan de un cuidado que no les podría dar.

—¿Son bonitos? —respondo.

—¿Quieres uno?

—No.

Niego con la cabeza y Taemin sonríe, como si mi corta y rápida respuesta le causara bastante gracia.

—Ni siquiera lo pensaste.

—No tengo tiempo para cuidar de un gato, es mucha responsabilidad.

No dice nada, sino que aprieta sus labios entre sí y vuelve a acariciar a los gatos en el cartón, a él parecen gustarle, pero a pesar de que los rescató, a mi parecer no debe considerar quedarse con ellos sino en darlos en adopción, ya que sus horarios tampoco le permitirían que los cuide como es debido, pero no sé si decírselo está bien, ya que no ha dicho que va a quedarse con ellos, solo que los rescató y que los quiere llevar al veterinario.

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