Capítulo 22

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Los roces sutiles de manos se han vuelto mi diario vivir cuando coincido con Taemin en alguna parte del edificio, si es que se los puede llamar sutiles, porque en ocasiones, como ayer, Taemin simplemente puede entrelazar nuestros dedos y, pareciera que espera que le diga algo por eso, pero no lo hago y, no puedo decir si está feliz o no con eso.

También se han vuelto habitual sus besos de despedida en mi mejilla, y no sé qué quiere Taemin, si quiere que enloquezca o simplemente lo hace inconsciente, en su perfecto papel de somos vecinos y también exnovios que son amigos. Malditamente sé que no está nada bien seguir a su alrededor, pero me es difícil pensar en siquiera alejarme. Mierda, lo he intentado, pero simplemente su rostro sigue apareciendo en mi mente como si me estuviera diciendo que sabe que lo que estoy haciendo no está bien.

¿Esto es enfermo, no? No sé en qué momento el necesitamos tiempo se ha convertido en necesitamos besos, porque cada vez los besos en la mejilla parecen ser menos suficientes y creo que Taemin también lo sabe y está jugando con eso y conmigo. No sé en qué momento Taemin adquirió tanto poder sobre mí, que no se lo puedo quitar tan fácilmente.

No se puede llamar sutil nuestra relación cuando las manos de Taemin pasan por detrás de mi cuello y sus piernas se envuelven alrededor de mi cintura, como si quisiera atraerme más cerca cuando muerdo su cuello. Ni se puede llamar sutil escucharlo gemir mientras lo aprieto más contra la puerta para poder sostenerlo mejor en esta posición.

Hoy ha sido uno de esos días en los que volvimos a coincidir en la entrada del edificio, la diferencia es que mientras yo estoy llegando, Taemin está saliendo y, lo que debe ser un saludo se convierte en una conversación casual, me pregunta sobre si estoy llegando del trabajo y si estoy ocupado en este momento y, además de cuidar a nuestros gatos llorones, no puedo decir que tengo algo que hacer.

—Min Ho, ¿te gustaría cenar conmigo esta noche?

Lo pienso un momento. Sé cual debería de ser mi respuesta, o al menos la que suena coherente en mi mente, sin embargo, no es la que sale de mis labios, porque de alguna manera, a pesar de que ya no somos nada, sé que me gusta pasar tiempo con Taemin, incluso si no he tenido mucho de eso en las últimas semanas.

Sus ojos parecen brillar y, a pesar de que intenta no sonreír, no lo logra cuando le digo que sí. Se mueve en su lugar y mete las manos en los bolsillos de su chaqueta negra, y se encoge ligeramente de hombros.

—Estaba yendo al supermercado, ¿quieres acompañarme o prefieres venir a mi apartamento cuando vuelva?

Ni siquiera lo pienso cuando respondo que quiero ir al supermercado con él, después de todo, es más fácil traer las compras si vamos en mi auto. El trayecto no es muy largo, pero es el tiempo en el que Taemin me pregunta qué me gustaría comer, y hace sus sugerencias de menú para la cena, incluyendo lo que él quiere comer, que realmente no es mucho porque dice que de postre le gustaría comer helado con pastel de los que venden en el supermercado.

Al entrar en el supermercado, Taemin no toma un carrito de compras sino que se dirige al pasillo de verduras. Luego de ver a donde va, tomo un carrito y lo sigo, sin embargo, cuando al fin lo vuelvo a ver, este ya no está solo y, no podría decir que me gusta mucho ver con quien está hablando, ni siquiera lo he visto por aquí antes, no obstante, me recuerdo que este es un lugar público al que puede venir cualquier persona, viva cerca o no. Aunque realmente no tengo idea de si vive en una zona cercana, solo sé que nunca antes vi a Jin Ki por aquí.

Cuando me acerco a ellos, mi mirada se encuentra con la de Jin Ki, que frunce el ceño al verme y parece igual de desconcertado que yo y, el único que se ve cómodo con los dos es Taemin, que cuando mira el carrito que he tomado, sonríe y frota con su mano izquierda la parte posterior de su cuello, casi como si estuviera avergonzado.

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