Capítulo 9

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Taemin parece bastante satisfecho con la idea de que seamos novios y, me he visto sorprendido por algunos de sus besos en los pasillos o en el ascensor cuando coincidimos, y con cada día que pasa, no puedo decir exactamente cuan incorrecto se siente seguir siendo pareja, ya que cada vez que lo pienso, considero que deberíamos terminar nuestra relación, no obstante, cuando lo tengo a mi alrededor no me atrevo a decírselo.

Siento que había olvidado que Taemin es una persona que necesita bastante del contacto físico, y por muy cortos que sean nuestros encuentros, nuestros dedos o labios están rozándose, e incluso si no somos los únicos en el ascensor, parece que no es algo que le importa cuando decide esconder su rostro en mi cuello, provocando que en ocasiones tengamos más de una mirada de desaprobación, ya que, no todas las personas se van a sentir cómodas con ver a dos personas dándose muestras de afecto en lugares públicos.

—Yo no quiero solo café —dice Taemin colocándose de pie luego de llenar los platos de los gatos —quiero que tenga un poquito de leche.

—Creo que no hay leche —respondo mientras saco los huevos del sartén.

—Pero a ti te gusta el café amargo —se queja guardando el resto de comida de los gatos.

—Podrías ponerle más azúcar, o puedes tomar té, o...

—Pero yo quiero café con leche...

Se coloca delante de mí, haciendo un enorme mohín que lo hace parecer de menor edad de la que tiene y algo caprichoso, y yo supongo que esos gestos nunca van a desaparecer, así tenga cincuenta años o quizás con la edad solo empeoren, pero no se vea tan bien como ahora.

—¿Puedes ir a comprarla para mí y yo termino el desayuno?

El mohín en sus labios parece hacerse más grande y yo en todo lo que puedo pensar es en la palabra: mimado, porque es como siento que se está comportando, y no recuerdo que lo fuera en el pasado, o tal vez solo soy yo intentando encontrarle muchos peros a su manera de actuar para considerar que esto es más incorrecto de lo que ya creo que lo es.

No sé cuál es mi expresión, pero casi lo escucho refunfuñar mientras se gira y mira a los gatos, y luego se vuelve a girar hacia mí, ahora sonriendo, pero no podría decir que está feliz, sino que se ve como si estuviera forzándose a hacerlo.

—Creo que tengo leche en mi apartamento, iré a ver.

Taemin no cierra la puerta por completo cuando sale de mi apartamento y poco después lo tengo de regreso con un cartón de leche, el cual ya ha sido abierto, pero parece que no le importa cuando coloca un poco en una taza para después llenarla con café y lo que yo considero una gran cantidad de azúcar, y cuando lo prueba, parece bastante satisfecho con su resultado, porque sus labios se curvan cuando me mira.

Realmente no me sorprende de que Taemin vuelva a acortar la distancia entre nosotros y bese mis labios, ya que es algo que lleva haciendo desde que llegó a mi apartamento, y tampoco debería de hacerlo el hecho de que después de que regrese de su trabajo y si coincidimos con nuestros horarios, el tenerlo aquí, o que decida quedarse en mi apartamento, porque podremos vivir uno frente al otro, pero parece no ser suficiente si desde que decidimos ser novios, lo he tenido aquí, durmiendo conmigo si no tiene que trabajar en esa noche.

—¿Quieres acompañarme al supermercado después de desayunar?

Su tono de voz es suave cuando pregunta, quizás no tanto como cuando llegó a las seis de la mañana pareciendo que se dormiría frente a mi puerta, haciendo que fuera fácil regresar a mi cama luego de que entrara, y a pesar de que no puedo decir que esté acostumbrado todavía a dormir con sus brazos alrededor mío, no puedo quejarme de esta mañana, ya que los dos nos dormimos un par de horas antes de que Café y Mermelada fueran a maullarnos pidiendo algo de comida y fue él quien primero se despertó.

Sé cuál es la respuesta que Taemin quiere recibir, pero no es la que está a punto de salir de mis labios, porque en mis planes para este fin de semana no estaba salir, al menos no con él.

—Quedé en verme con algunos amigos.

Veo como la sonrisa y las esperanzas de Taemin desaparecen luego de escuchar mi respuesta, y casi de inmediato se aleja de mí, regresando a su taza de café con leche, bebiéndola como si no le importara mi respuesta, o es lo que quiere mostrarme, sin embargo, parece pensativo, no obstante, se obliga a sonreír cuando se da cuenta que lo estoy mirando.

—¿Me odias?

No puedo evitar que mi ceño se frunza debido a su pregunta, ya que no me la esperaba, pero si tengo que dar una respuesta, es un claro no, incluso si pienso en el pasado y sé que las cosas no fueron perfectas entre nosotros, creo que Taemin es alguien quien tuvo que estar en mi vida, llegó en el momento indicado, pero tal vez nuestra manera de relacionarnos no fue la mejor, y en algún momento pensé que ser pareja no fue lo mejor, pero tampoco puedo pensar en él como un simple amigo, creo que si lo hubiera sido, no habría tenido el impacto que tuvo.

—No.

Mi respuesta es corta y clara, pero esta hace que el ambiente se sienta incómodo, como si no fuera la mejor que pude dar, y como si necesitara de añadir un montón de argumentos por los que no lo odio, pero ninguno aparece en mi cabeza, es como si flotaran en mis pensamientos, sin embargo al mismo tiempo me siento en blanco. Taemin parece tener intenciones de hablar, pero las palabras parecen desbordarse de mis labios cuando lo noto.

—¿Por qué preguntas eso? Hice planes antes de saber que vendrías.

—Min Ho...

—Puedes venir conmigo si quieres.

Taemin muerde su labio inferior cuando me escucha, pero ya no parece tan pensativo como antes, sino que incluso su ceño se frunce un poco, como si hubiera algo que no le gustara en lo que acabo de decir, sus dos manos se cierran alrededor de la taza, y esa sonrisa forzada que empiezo a odiar hoy, aparece en sus labios.

—Min Ho, ¿por qué te fuerzas a esto? —pregunta suavemente y relaja su ceño —¿deberíamos terminar?

Por unos segundos sus palabras me hacen sentir algo confundido, pero con aquella última pregunta no puedo evitar sentirme algo enojado, porque siento que esta escena se ha repetido tantas veces, y que la respuesta correcta es aceptarlo, pero la molestia que se forma en mi estómago es tan intensa, que casi parece un gruñido cuando respondo.

—No.

Una parte de mí dice que no es la respuesta correcta, que debí decir que sí, que debemos terminar, pero cuando Taemin baja la mirada a su taza y parece estar sonriendo como si se burlara de mí, al contrario de hacer que mi molestia aumente, es como si pudiera calmarme, como si este momento fuera el correcto.

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