Capítulo 17

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Los golpes en la puerta se vuelven tan insistentes y por más que intento ignorarlos, no puedo hacerlo. Siento que mi cabeza me duele, o tal vez es mi espalda, ¿la cadera? Creo que es el cuerpo entero, debido al incómodo sofá, a que los gatos me han visto como su calefactor y se han acurrucado en diferentes zonas de mi cuerpo, como detrás de mis rodillas, entre mis rodillas y mi abdomen y, Pan ha sido el menos considerado y está sobre mí.

Cuando los golpes se han detenido y empiezo a considerar volver a dormir, estos vuelven a sonar, y por la insistencia comienzo a creer que es algo importante, por lo que sin pena tomo a Pan y lo coloco a un lado y, con cuidado de no aplastar a sus hermanos que no parecen tener intenciones de levantarse, me levanto y voy a la puerta.

Al abrir la puerta me encuentro con la persona que menos esperé y, casi es como si pudiera sentir su puño en mi rostro, sin embargo, eso no sucede, solo veo un rostro serio y lleno de odio hacia mí, que no necesito que me diga su razón de estar aquí, porque creo saberla.

—Tú y yo tenemos que hablar.

—Jong In —digo en el mejor tono neutro que puedo —lo que pasa entre Taemin y yo, es solo nuestro asunto.

Un asunto en el que no debe entrometerse, además, no entiendo de qué viene a defender a Taemin cuando fue él quien decidió terminar conmigo sin mayor explicación, y también es quien ha estado evitándome, porque, ¡oh casualidad! Luego de que terminamos, no volvimos a coincidir en el ascensor o en ninguna parte del edificio. Sé que hay veces que cuando vuelvo del trabajo Taemin está en casa porque puedo ver la luz filtrarse por debajo de su puerta, pero nada más.

Todavía no entiendo cómo para Taemin es tan fácil terminar una relación sin dar mayores explicaciones y, no puedo pedírselas sin parecerme a su ex que parece amar gritar afuera de su puerta.

—¿Pelearon?

Jong In parece frustrado con su propia pregunta y como si quisiera golpearme. Pensé que la fase ruda de Jong In había terminado años atrás y ahora solo era "el hermano idiota" de mi novio. O el hermano que parecía odiarme sin razón alguna luego de verme después de muchos años. Tampoco es que quiero ser del agrado de Jong In, pero eso no quiere decir que me guste tenerlo frente a mi puerta luciendo como si pudiera iniciar una pelea en cualquier momento.

—¿Qué quieres?

No estoy de humor para ser amable y si Jong In no tiene nada interesante que decir, no pienso escucharlo. No esta noche cuando lo único que quiero es acostarme en mi cama o en el sofá y seguir con la siesta de un momento atrás.

Jong In respira profundo pero su ceño frunce, casi como si estuviera pensativo.

—Tenemos que hablar sobre Taemin —dice más serio.

Siento que esta conversación es innecesaria y a pesar de eso, doy un paso hacia un lado para darle acceso, sin embargo, Jong In no entra. Miro sobre su hombro a la puerta de su hermano. Puedo decir que Taemin no está, ya que ninguna luz refleja por debajo de la puerta, pero eso no parece convencer a su hermano.

—Hablemos fuera.

Quiero negarme, lo último que deseo es salir de mi apartamento para hablar de Taemin, ¿por qué debería importarme lo que su hermano tiene que decir cuando ya no somos nada? Además, ¿no era Jong In quien parecía no querer verme en ningún momento?

—Te espero en Bistrea.

Jong In no espera mi confirmación de que iré porque ya está caminando hacia el ascensor, lo cual me parece un poco ilógico, ya que si tanto quería que habláramos afuera, pudimos ir juntos. Por un momento muy corto pienso que es mi oportunidad para no ir, pero antes de siquiera decidir, ya estoy tomando un abrigo, mi llave y salgo.

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