Capítulo 14

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Creo que Taemin entiende perfectamente que mis palabras fue algo por la emoción del momento, ya que no habla al respecto, sino que se queda en mis brazos en una larga sesión de besos que parece casi interminable, hasta que escucho la risa de Taemin y su mirada parece volverse traviesa.

—Insaciable —me dice.

A pesar de que parece una queja, sus brazos pasan alrededor de mi cuello y me atrae más cerca. Sus piernas se separan y deja que me posicione entre ellas. Puedo sentir su erección rozar en mi abdomen y no puedo decir que soy indiferente, que lo que acaba de decir me parece muy coherente. En esta mañana es como si no pudiera tener suficiente de él, o tal vez es desde que entró a mi apartamento después de que discutiera con su ex en el pasillo.

Taemin ríe cuando dirijo mis labios a su cuello y sus dedos se enredan en mi cabello mientras voy dejando suaves mordidas, en un intento de que no haya más marcas en su piel, porque ahora sus palabras de un antes tienen mucho sentido y tal vez sí se puede creer que fue atacado por un vampiro, pero siento la necesidad de dejar marcas en su piel, de la misma manera en que fue en la madrugada, luego de que se reuniera con su ex.

Puedo escuchar una vocecita en el fondo de mi cabeza gritar que estoy celoso, que por eso desde que Taemin entró en mi apartamento necesito dejar marcas en su piel, sentirlo entre mis brazos, pero creo que es una exageración, después de todo, es normal cuando la lujuria está presente, además, aunque parece quejarse, realmente no lo hace, porque si de verdad esto le disgustara, me habría detenido, sabe que puede hacerlo, no solo con palabras, porque si me niego a escucharlo, puede usar la fuerza física, como lo hizo anoche con su ex.

Sus labios gimen mi nombre y sus manos me atraen en un nuevo beso lento, luego se abraza a mí y esconde su rostro en mi cuello. Puedo sentir sus cortas uñas clavarse en mis hombros. No puedo decir que es realmente doloroso, ni sus uñas ni sus dientes y aunque quisiera poder ver su rostro, besar sus labios, permito que se quede escondido en mi cuello, hasta que es él mismo quien busca mis labios.

Una de mis manos se desliza entre nuestros cuerpos y toma su erección cuando me siento cerca de alcanzar mi orgasmo y, por como su cuerpo se mueve al encuentro del mío, o los gemidos parecen volverse más fuertes, sé que Taemin también está cerca. Sus manos se deslizan por mi espalda hasta llegar a mis glúteos y me aprieta contra él, al mismo tiempo que puedo sentirlo terminar en mi mano. Sus labios no dejan de repetir mi nombre de una manera que suena tan erótico, que parece estimularme. Nunca pensé que eso fuera posible.

Mi cuerpo pierde la fuerza cuando termino en su interior y me dejo caer sobre él. Taemin se queja bajito y luego ríe mientras sus manos vuelven a subir por mi espalda, en una suave caricia que es tan agradable y que hace que no me quiera moverme a pesar de saber que lo estoy aplastando y si bien, su cuerpo no es tan delgado como en el pasado, mi cuerpo todavía es más grande y pesado que el suyo.

—Min Ho —dice en un tono suave.

Acaricia con la punta de su nariz el borde de mi rostro y deja cortos besos a su paso, que provocan que menos que antes quiera moverme. Mis ojos se cierran porque se siente bien, o quizás por toda la energía que hemos usado tan solo un momento atrás.

—¿Qué pasa contigo en esta mañana? —inquiere.

Abro mis ojos e intento mirarlo, sin comprender a qué se refiere, porque estoy seguro de que no he hecho nada extraño.

—¿A qué te refieres? —pregunto perezosamente.

Taemin me mira como si la respuesta fuera demasiado evidente, pero yo sigo sin comprender. A pesar de que no quiero hacerlo, salgo de él y me deslizo hacia un lado para no aplastarlo, sin embargo, lo atraigo otra vez hacia mis brazos. Su mano acaricia mi rostro y luego sube a mi cabello y lo peina hacia atrás, diría que parece un poco pensativo.

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