Capítulo 2

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Taemin vino con la excusa de disculparse por el escándalo que hizo con su ex, pero en toda la mañana se quedó en mi apartamento y no parecía con intenciones de irse, algo de lo que no me quejé, porque su presencia no me parecía molesta, e incluso hubo momentos en los que olvidé que estaba aquí, porque la mayor parte del tiempo, después de recorrer todo el apartamento, se quedó en el sofá, a veces entretenido en su móvil o solo viendo lo que yo hacía.

—Min Ho —me llama.

—¿Qué sucede?

—Salgamos a comer —levanto mis cejas casi como si no entendiera su repentina petición —te invito a comer.

—No creo que sea el mejor momento para salir.

Respondo levantando una caja, si bien, ya he terminado de desempacar, todavía tengo muchas cajas de cartón en el apartamento, las cuales las he ido colocando una sobre otra con intenciones de sacarlas todas juntas, y pareciera que nunca voy a terminar de arreglar el apartamento, y con todas las veces que me mudado, debería de estar acostumbrado a esto, a que siempre aunque las cosas parecieran ordenadas hay mucha basura que botar, ropa que lavar y guardar, ordenar, ordenar y ordenar hasta estar conforme con como se ve el apartamento.

No sé si es mi imaginación o en verdad Taemin ha gruñido bajito como queja a mis palabras, pero cuando regreso mi mirada a él, está haciendo una mueca como si estuviera haciendo un berrinche por mi negativa, que por un momento me hace olvidar que ya no tiene diecinueve años, sino que hace poco cumplió veinticinco años y es un oficial de policía. Incluso me lo imagino siendo un agente de tránsito haciendo mohínes como protesta mientras da una multa, y la idea me hace sonreír.

—¿Qué es gracioso?

—Nada.

Vuelve a refunfuñar y se queda en silencio por un momento, mirando algo en su móvil que me hace pensar que su atención está por completo en otra cosa, sin embargo, lo escucho hablar bajito.

—Cuando eras más joven, eras más divertido.

—No estoy viejo —respondo.

Los ojos de Taemin se amplían cuando me escucha, y supongo que sus palabras no eran precisamente para que yo las escuchara, porque lo veo morder su labio inferior mientras parece querer decir algo pero al final sin decidirse por hacerlo, llegando a fruncir su ceño y tomar su móvil una vez más.

—Si me ayudas terminaré antes —digo recogiendo una última caja.

—¿Qué ganaría yo con eso?

Taemin deja su móvil de lado y se coloca de pie, para luego caminar hacia mí, luciendo bastante interesado en mi propuesta.

—Podremos salir a comer —me encojo de hombros.

—No me parece un trato justo, además de ayudarte tendré que pagar la comida.

—Puedo pagar mi propia comida —respondo.

Él me mira y parece frustrado ante mis palabras, separando sus labios pero las palabras no salen de inmediato, sino que piensa por un momento antes de que bufe y se gire.

—Te ayudaré, pero tú pagarás también mi comida —dice.

No me quejo, puedo hacer eso, invitarlo a una comida a cambio de su ayuda para terminar con las actividades del apartamento, y aunque no se lo he dicho a Taemin, tenerlo alrededor a veces hablando, se siente bien. Sí, las cosas no son como en el pasado entre nosotros, pero no sé si quiero que lo sean, es decir, antes estábamos saliendo, pero ahora solo somos dos viejos conocidos, y nos catalogo así, porque no sé si nos podríamos llamar amigos, pero decir que solo somos vecinos tampoco suena correcto, ya que mi relación con estos no se parece en nada a la que tengo con Lee, por eso, viejos conocidos creo que nos define mejor.

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