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Yoongi

Mire a la chica frente a mí, se veía ligeramente asustada, no tenía el estilo de alguien que poseyera las riquezas de la familia Lara, al contrario, parecía una chica común y corriente, bastante más corriente diría yo. No me miraba directo a los ojos, su vista recorría cada lugar de mi oficina, note que no es coreana, pero bueno eso ya lo sabía. Tenía entendido que viene de España, su piel no es bronceada como la de la mayoría de extranjeros, pero tampoco es pálida, es bastante clara. Luego de examinar a la niña ridícula frente a mí, decidí hablar.

-Con que...¿mi prometida?- dije con una sonrisa burlona - no te ves como alguien digno de mi familia niña.- ella suspiro y por fin posó sus ojos en mi

-mi intención no es ser digna de ti niño y jamás lo será. - dijo en un tono tranquilo, pero sus palabras me causaban gracia

-¿niño? - me reí- soy mayor que tu ¿no lo sabías?- ella soltó una risilla nasal y bajó la vista

-si, claro- no dijo nada más, su actitud es extraña pero me da bastante gracia.

-volviendo al punto principal, ¿en serio pretendes casarte conmigo?- la miré fijamente, tampoco es que ella pueda negarse, mi familia podría dañar a la suya, aunque tengo la leve sospecha de que mi padre por alguna razón, le tiene cierto temor al señor Lara y no se por que. Pero es interesante

-lo que yo pretendo es vivir mi miserable vida tranquila, pero nunca logró hacerlo, así que, dime tu. - se acercó a mi escritorio y recargo las manos en el- ¿qué es lo que propones para hacer este infierno más llevadero?- me quedé pasmado por su pregunta, jamas había conocido a una chica que se atreviera a hablarme así, ella me veía fijamente y poco a poco una sonrisa comenzó a aparecer en su rostro

-¿a qué te refieres niña? - la chica rodó los ojos y se alejó para sentarse en la silla enfrente de mi escritorio

-por favor chico, no te hagas el tonto, escuche perfectamente tu conversación con el idiota de tu padre- eso me hizo abrir los ojos como platos, ¿quien se cree esta niña? - es claro que tu no quieres una esposa y yo no quiero un marido, mucho menos un bebé, así que dime de una maldita vez ¿cuál es el trato? - su mirada seguía fija en mí, para nada se veía asustada, el semblante con el que entró es completamente distinto al de ahora.

-¿llamaste a mi padre idiota?- y lejos de asustarse ella sonrió

-¿Qué? ¿Es lo único que escuchaste de lo que dije? vaya, esto va a ser más frustrante de lo que creí- se tocó el puente de la nariz con los dedos y suspiró

-puedo mandarte matar por tu insolencia ¿lo sabes?- y ella soltó una carcajada

-no puedes niño, me necesitas y a la fortuna de mi familia, ese sujeto lo dijo, valgo millones ¿recuerdas?- claro, es por eso que tiene esa actitud conmigo, escucho la conversación con el idiota...bueno con ese tipo

-Entonces..¿crees que puedes chantajearme solo porque conoces esa información?- dije volviendo a mi postura dura

-agh ¿Los coreanos tienen mierda en las orejas o que? - dijo en un idioma que no entendí - no te estoy chantajeando, quiero hacer un trato contigo, algo que nos convenga a los dos por que ni loca voy a permitir que me embaraces niño

-no me digas niño, soy mayor que tu

-si como digas, ¿entonces?

Me quede pensando un momento, la verdad es que yo ya planeaba amenazarla con firmar un contrato en el que nos prohibiera acercarnos o dormir en la misma cama, ni se diga sobre un bebe. Pero esto me facilita las cosas.

-bueno, ya que lo mencionas, podemos quedar de acuerdo en algo. - saque el contrato que había redactado y se lo entregue - leelo

E lla lo tomó y comenzó a leerlo pero se rió de inmediato

Mafia Min: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora