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Vaya que el tiempo pasa rápido cuando tienes que hacer algo por completo horrible.

Hoy es el día de mi boda y no estoy para nada feliz, de hecho nadie lo está a excepción de el señor Min.

No quiero aburrirte con la ridícula historia de la ceremonia porque, ni a mi me interesa. Solo te diré que, tal como el señor Min lo quería, fue algo tradicional, ostentoso (muy ostentoso) y sumamente aburrido. Todo en la casa del señor Min

Luego de eso la "gran fiesta" fue algo más divertida, la música fue bastante entretenida para chicos de mi edad…bueno, algo así.

La pasé toda la noche bailando con Taehyung, Jungkook y Jimin por qué el aburrido de mi ahora esposo no quería bailar. Bueno, tampoco es que yo sea una gran bailarina pero cuando te llega el ritmo, ni aunque no quieras.

Para fortuna de Yoongi, los adultos aburridos que son sus socios y colaboradores se fueron al otro lado de la mansión para hacer su propia fiesta aburrida. Es por eso que su padre no lo molesto más.

-de todas las épocas creo que esta es la que tiene la música más movida - dije luego de sentarme junto a mi marido cansada de bailar. - aunque para serte sincera, prefiero los años donde no existía el autotune - él me miró confundido

-¿Eso qué tiene de malo? - pregunto para luego beber de su copa de quién sabe qué

-que ahora todos creen que pueden cantar y no es así - sonrió un poco y siguió bebiendo

-por fin algo en lo que estamos de acuerdo - dijo sin mirarme y ahora yo sonreí.

Me gire para ver a los chicos locos que bailaban con pasos raros y me hacían reír bastante

-parece que te llevas muy bien con ellos - escuché la voz de Yoongi cerca de mi oído

-si, ellos son divertidos, solo míralos, no tienen vergüenza de hacer locuras y ser felices - un suspiro me hizo voltear a verlo

-si….ellos aún tienen esa chispa de la vida

-¿Y tú no? - le pregunté, el me miró serio y luego se levantó para ir a otro lado -si tan solo supieras Yoongi…

Tras algunas horas más por fin nos largamos de ese lugar para ir a "nuestra casa" la mansión de Yoongi.

-bienvenida a tu nueva jaula de oro Leia - me dije a mi misma, Yoongi logro escucharme

-no estarás encerrada, no seas dramática - solté una risilla nasal

-no necesito estar encerrada para sentirme presa Yoongs - me miró con el ceño fruncido por su apodo y yo rodé los ojos -¿Que, tampoco puedo decirte así?

-Me da igual.

Caminamos a la mansión y el chico me indico cuál sería mi habitación a partir de ahora.

-cualquier cosa que necesites pídela a las sirvientas, ellas van a darte lo necesario

-¿Y si necesito un consolador? - lo miré con una expresión pervertida y él abrió los ojos sorprendido. Después se sonrojo ligeramente y desvío la mirada

-no digas ridiculeces - comencé a reírme por su respuesta y expresión - si tanto te urge usa tu mano y ya

-pero tu eres mi esposo, - me acerque a él peligrosamente y noté que tragaba duro, rodee sus hombros con mis brazos y hablé muy cerca de sus labios - ¿No piensas complacerme? -

-estás loca, por eso hicimos un contrato ¿No recuerdas? - se soltó de mi agarre y salió corriendo de ese lugar

-no aguanta ni una broma, que amargado. - dije riéndome, ese chico es gracioso para mí.

El contrato, si había muchas cláusulas y todas eran favorables para él. Yo no tengo problema con eso pues, realmente no me interesa, lo único que pedí fue ir a la universidad.

En dicho documento se estipula que estaremos casados solo un año, que es el tiempo en el que él piensa derrocar a su padre, también dice que en ese tiempo no debe haber ningún tipo de contacto físico, nada de besos, abrazos y mucho menos intimidad.

Tampoco puedo "engañarlo" con alguien, eso se vería mal para su reputación. Además de que nadie en la escuela debe saber que él es mi esposo. Esa cláusula es ridícula pues, toda la mafia coreana ya lo sabe, es solo cuestión de tiempo para que otros se enteren.

Había otras cosas pero no las recuerdo, tampoco son importantes.

Mientras pienso en todas estas cosas ya logré quitarme el ridículo vestido y por fin, ya en pijama, me dirijo a la caja fuerte detrás del guardarropa que yo misma solicité. Yoongi se sorprendió cuando se la pedí pero le dije que ahí quiero guardar cualquier cosa de valor que él pueda darme para después devolvérsela.

Se creyó el cuento y me la regaló.

-okey…¿Cómo funciona….oh sí, va a ser fácil - luego de inspeccionar un momento el artefacto, comencé a cambiar la combinación, estoy segura de que él ya se la sabe y así podrá revisar mis cosas. Eso es algo que no puedo permitir ya que, ahí guardaré objetos de suma importancia para mí.

-Bien, esto ya está listo. Ahora solo falta guardar todo esto, - comencé a meter las cosas que tenía escondidas en una maleta y luego de tomar una y usarla, cerré aquella caja enorme.

-listo, ahora a comer algo. - ya es algo tarde así que simplemente iré a la cocina y yo misma buscaré algo que pueda comer

Baje las escaleras, pues las habitaciones están en el segundo piso, luego de llegar a la cocina comencé a buscar algo para alimentarme

-¿Bocadillo nocturno? - aquella voz grave que ya empiezo a reconocer me hace girar la cabeza, Yoongi está recargado en el marco de la puerta de la cocina con sus manos en los bolsillos de su pijama. Debo admitir que se ve bien.

-si muero de hambre, esa comida para pitufos que tú padre pidió no sirve para nada - comenzó a reírse y se acercó a mi

-se llaman canapés - rodé los ojos

-no importa como se llamen, siguen siendo diminutos e inútiles - seguí en mi labor de buscar algo y encontré jamón, queso y algo de ramen, además de pan blanco. - mmm bueno, tal vez algunos sándwiches y ramen sirvan por ahora ¿Tu quieres? - lo mire y él asintió

-yo hago el ramen, tú preparas lo demás - asentí sin darle mucha importancia y comencé a buscar por toda la cocina utensilios para ayudarme

-oye Yoongs, ¿Dónde tienen los cubiertos? -señaló un cajón cerca de la estufa y saque lo que necesitaba.

Comencé a preparar todo mientras tarareaba alguna canción que tenía en la memoria, luego de unos minutos ya tenía cuatro sándwiches listos.

-acabe, ¿Cómo vas? - lo mire y él ya estaba retirando la olla de ramen del fuego y lo sirvió en dos cuencos

-¿Quieres kimchi? - me preguntó y yo hice una mueca - jajaja, ¿No te gusta?

-Es algo fuerte para mí, prefiero ponerle algo de limón…¿Tienes? - ahora era él quien hacía esa cara de asco yo me rei -¿Que?

-¿En serio le agregas limón al ramen? - dijo pasmado

-oye no es un crimen, cada quien tiene sus gustos y a mí me gusta así.

Abrí el refrigerador y en el cajón de las verduras encontré mi tan preciado limón, luego de cortarlo, lo exprimi en mi cuenco de ramen, todo bajo la atenta mirada de confusión y asco de Yoongi

-en serio eres bastante rara niña. - me reí y él comenzó a comer

-ya no soy una niña Yoongi y mi nombre es Leia

El no respondió y comenzamos a cenar en silencio, o algo así, lo único que se escuchaba era el sonido de ambos sorbiendo aquellos fideos. Comencé a ahogarme así que saqué del refrigerador un par de botellas de agua y le di una para luego tomar yo de la mía

-¿Estás bien? - dijo el chico ligeramente preocupado

-todo bien

Esa noche fue sencilla, para ser mi noche de bodas no estuvo tan mal, a pesar de que no ocurrió nada…romántico o algo así. Al menos no estuve tan sola como creí.


Mafia Min: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora