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-¡Cuidado! - un grito se escuchó a lo lejos mientras yo caminaba por las canchas de basquetbol, me quedé parada un momento y vi un balón pasar frente a mis ojos bastante rápido -¡Lo siento, fue accidente!

Mire al dueño del balón y era Jonghyun, aquel chico de mi salón que es algo extraño

-oh, Leia eres tú - me sonrió- perdón, lo lance muy fuerte y no me di cuenta.

-descuida, no hay problema - iba a continuar con mi camino pero el me detuvo -

-espera....¿Qué te parece si te invito un café para compensar esto?

-no es necesario gracias - me hice a un lado y el de nuevo se interpuso, suspiré -¿Ahora que?

-insisto, no dejaré que te vayas sin aceptar mi disculpa - me miraba fijamente, sus ojos eran de un negro intenso, eso...me recuerda a alguien

-ya te disculpe, ahora por favor déjame pasar - puso sus manos en mis hombros y de nuevo esa sensación molesta me invadió

-por favor, acepta ir conmigo ¿Si? Solo como compañeros, no pienses mal

-no pienso nada, - dije molesta- ¿No me dejaras tranquila? - el negó sonriendo - bien....hoy después de clases en la cafetería que está a dos calles de aquí, no llegues tarde

Me soltó por fin y yo logré irme con dirección a la biblioteca. A pesar de estar de espaldas podía sentir su mirada penetrante.

...

-un frapuccino por favor - pedí al entrar a esa cafetería, esa bebida fría es de mis favoritas.

-con gusto señorita, en un momento se lo entrego- pague y me fui a sentar a una de las mesas vacías del lugar. Poco después me llamaron para recoger mi orden.

En cuanto volví a mi mesa, noté en la puerta que Jonghyun entraba y pedía su bebida, mientras esperaba a que se la entregarán escaneo el lugar y levanté la mano para que me viera, de nuevo una sonrisa se instaló en su rostro. Luego de recibir el café, se acercó a mí.

-¿Tienes mucho esperando? - negué mientras bebía de la pajita- ¡Oye! Yo te iba a invitar el café

-será la próxima ronda,- el enarco una ceja, pero después relajó su expresión

-creo que es la primera vez que salimos solos- dijo con tranquilidad

-si, así es - respondí - yo llegue aquí sola y tú también llegaste solo - eso lo hizo reír

-sabes a qué me refiero - no quitaba esa sonrisa tonta de su rostro

-si, lo se. Pero estoy casada - me recargue en el respaldo de la silla mientras le mostraba mi mano y el anillo en ella - digo, solo te lo recuerdo en caso de que tengas Alzheimer o algo así - soltó una carcajada

-créeme, todos en la universidad lo saben, eres la noticia del año - dijo moviendo sus manos con exageración, me reí un poco por eso - no pretendo ser más que tu amigo, solo eso - me miró con ternura, o eso pretendía, su expresión es algo...extraña

-no me lo tomes a mal, pero no se me da muy bien tener amigos -

-¿Y eso por qué? - encogí mis hombros

-no logro conservarlos lo suficiente -

-y aún así esas dos chicas te siguen siempre - le dió un sorbo a su café

-si, bueno ellas son únicas - sonreí al recordarlas - cómo sea, ¿Pretendes en serio mi amistad? - enarque una ceja

-asi es...de verdad me gustaría ser más cercano a ti...

Algo tiene este chico que no me terminaba de gustar, pero como dicen por ahí, ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca, así que supongo me vendría bien este trato

-de acuerdo, seamos amigos entonces - le sonreí y el me devolvió el gesto, solo que en su expresión había una pizca de arrogancia.

Platicamos de muchas cosas y anécdotas de ambos, el pago mi segundo café y un pedazo de pastel. El chico es gracioso e inteligente, no lo niego, aún así...

...

-¡Llegué a casa! - grite a quien me escuchará, por lo regular suelen ser las mucamas o el mayordomo quienes siempre me escuchan y saludan, está vez, fue Yoongi pero no me saludo

-¿Disfrutaste tu encantadora cita? - dijo mientras estaba parado en el marco de la entrada de la sala, tenía los brazos cruzados

-¿Cita? - pregunté confundida, el rodó los ojos fastidiado

-no finjas, saliste con ese idiota de tu clase -

-oh, hablas de Jonghyun - camine hacia él pero lo pase de largo para ir a mi habitación - no fue una cita, solo me invitó un café y ya

-¡oh disculpe usted señorita!...- dijo con sarcasmo y me gire a verlo- seguramente en el país de dónde sea que vienes no significa nada, pero aquí en Corea, eso, es una cita

-para mi no lo es y eso es lo único que debería importar - dije con tranquilidad mientras cruzaba mis brazos

-Pero a las personas sí les importa. ¿Qué crees que se dice de mí cuando ven a mi esposa muy contenta con otro chico? - se acercó un poco y estaba molesto

-ay por favor, ¿Yo contenta?  soy una sociópata ¿lo recuerdas? - él se sorprendió un poco - al menos es lo que ustedes creen. Simplemente dile eso a la gente y déjame tranquila - gire sobre mis talones para salir de ahí y terminar la ridícula discusión pero el jalo mi brazo con fuerza

-no he terminado de hablar contigo - dijo sin soltarme - no me importan tus problemas mentales, solo quiero que me respetes

-Maldición Min Yoongi, ¿De que jodida manera crees que no te respeto? - ya comenzaba a fastidiarme

-¡Cuando sales por ahí como una zorra con otros hombres! - grito casi en mi cara

-no son otros hombres, solo fue uno y no soy una zorra maldito loco - eso pareció enfurecerlo aún más

-¡No voy a permitir que me faltes al respeto, soy el jodido jefe de la mafia coreana! - grito aún más fuerte

-¡Pues comportate como tal y deja de hacer berrinches como un estúpido ni...

Un golpe en la mejilla izquierda hizo que dejara de hablar, por la fuerza con que lo recibí, mi cabeza se giro y un ligero ardor se instalo de inmediato. Me quedé estática en el lugar tratando de controlar la furia que estaba empezando a crecer en mi.

Gire mi cabeza lentamente para mirar a Yoongi él estaba mirándome fijamente con un rostro muy molesto, pero poco a poco fue cambiando su semblante a uno completamente sorprendido.

-maldita sea la hora en la que tuve que entrar a esta casa de mierda. - dije entre dientes, muy molesta pero tratando de controlarme - si no fuera por qué te necesitan vivo créeme que yo misma te habría matado ya, da gracias a eso semejante pedazo de mierda

Antes de girarme pude ver la confusión y sorpresa en su rostro, comencé a caminar para ir a mi habitación y pude sentir de nuevo su mano sobre mi muñeca jalandome, pero yo estaba tan furiosa que me solté bruscamente provocando que el chico fuera lanzado con bastante fuerza al suelo, lo fulmine con la mirada y se quedó estático en el piso.

Seguí mi camino hasta mi habitación tratando de mantenerme tranquila, pero me estaba costando mucho. En cuanto entre a mi cuarto corrí a la caja fuerte para sacar uno de mis sueros y lo bebí, no fue suficiente para estabilizarme, tuve que tomar dos más y por fin logré calmar mi enojo.

-maldición, estuve a punto de....¡Mierda!- no podía hacer más que gritar, detestaba esa casa, odiaba el desprecio y actitud de Yoongi, odiaba mi maldita vida y la manera en que todo comenzó. - desearía que pronto todo terminará, en serio, no...no soporto estar más en este maldito mundo - las lágrimas de impotencia y frustración comenzaron a salir.

Esperaba que pronto mi sufrimiento terminará, habían sido demasiados años, más de los que cualquiera pudiera soportar y ya no quería seguir así.

Mafia Min: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora